Capítulo 24: Las personas que más amamos, nos lastiman más.

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Pasaron algunos días, las costillas de Ginji mejoraban, aunque aún dolía cuando hacía esfuerzos fuertes. Las cosas entre ellos habían regresado a la normalidad, Ban evitaba tocar el tema de Himiko, y Ginji lo descubría hablando con la chica a escondidas, cada que intentaba decirle que no le molestaba que hablara con ella, él simplemente cambiaba el tema.

Su mente estaba vuelta loca, sí, sabía que Ban lo quería, pero con esas actitudes sólo lo hacía sentirse inseguro, y no ayudaba que desde el día de su secuestro no salía solo, recomendación de Heven. Teshimine se mantenía en contacto, recomendándole que evitará lugares solitarios, entre otras cosas. Y sus demás amigos lo cuidaban más, algo que lo estaba volviendo loco.

Ese día tendría su novio concierto, y lo había invitado, por lo que se estaba arreglando. A las 2 salieron del departamento, sintiendo como el brazo de Ban pasaba sobre sus hombros al salir a la calle, algo que no le molestaba.

*****

Ginji veía como su novio se arreglaba su saco, en verdad era guapo, con porte elegante, le gustaba como se veía, era sorprendente como lo quería cada día.

–Ginji, te estoy hablando.

–Lo siento, ¿qué decías? –se disculpó rascando la parte trasera de su cabeza.

–No debes estar distraído, ten más cuidado –, se acercó a él poniéndose en cunclillas –Te quedarás aquí o quieres ver el concierto.

Ginji lo miraba a los ojos, le gustaban esos momentos, donde Ban se acercaba mucho a él, era ahí cuando podía disfrutar de su calidez, de su aroma.

–Quiero verte tocar... quedé de ver a Shido afuera de los camerinos.

Ban se aclaró la garganta, asintió y se levantó dándole la espalda.

–Tal vez hoy mi melodía no sea tan alegre... pero es muy especial para mí.

–Está bien, quiero conocer todo sobre ti. Incluso las partes tristes –se levantó de su lugar poniéndose atrás del ojiazul, lo abrazó por la cintura recargando su cabeza en la espalda. –Quiero conocer todo de ti.

Sintió como su novio se estremeció y se trató de alejar, pero lo impidió abrazándolo más fuerte.

–Ginji debo irme.

El rubio suspiro, y asintió, debía ser paciente, valía la pena.

–Lo siento, mucha suerte hoy.

Su respuesta fue un asentimiento de cabeza y sin mirarlo salió de la habitación. Se quedó unos minutos ahí, tratando de controlar el sentimiento que crecía en su corazón, debía darle tiempo, Ban tenía sus motivos para estar así y él lo apoyaría.

Salió al pasillo viendo a su amigo, que también estaba saliendo del camerino de Madoka, sonrió y se acercó hasta él

–Veo que te llevas bien con la señorita Madoka –lo miró con una sonrisa traviesa logrando que Shido se sonrojarse.

–Sí... vamos.

Ginji negó con la cabeza y siguió a su amigo que había comenzado a caminar en dirección al balcón donde tenían sus asientos. Los minutos pasaron y las luces bajaron de intensidad, enfocando el centro del escenario donde se pudo ver a Ban.

Ban estaba más serio de lo normal, se notaba en su postura y su semblante, el rubio no dejaba de verlo, estremeciéndose al escuchar las primeras notas, eran fuertes, nostálgicas, con dolor...

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