Mis miedos.

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Capítulo 3.

MAIA HABBAK.

La actualidad.

Me despierto sobresaltada, miro a mi alrededor, y ya se donde me encuentro, observó todo con melancolía, observó todo con tristeza, dejó el peluche donde debería estar y me levanto de la cama, acarició la cuna con tristeza, suspiro pesadamente y decido salir de esta habitación…

Abro la puerta para conseguirme con Zeit sentado en piso frente a mi, tiene los ojos rojos, por lo que veo no durmió, el insomnio ha vuelto, nos quedamos mirando por un instante y camino hacia nuestra habitación, escucho como el se levanta y viene detrás de mi.

Entró a la habitación y todo está tal y como lo deje ayer en la mañana, miro la ropita que yace en nuestra cama y siento como una mano me toma y me voltea.

- Por favor Amor, esta mierda nos está acabando, no quiero perderte a ti también, por favor, lo de ayer fue, fue mi culpa lo aceptó… todo se alargó más de lo debido.

- No debías dejarme sola ayer… - le digo mirando aún la ropita.

- Lo se, lo se maldita sea créeme que lo se, te falle. – me dice acunando mi rostro en sus manos, yo Quito sus manos de mi rostro y niego. – hiciste lo mismo, me dejaste sola.. – le digo caminando hasta el baño y cerrando la puerta con seguro.

Me quedo frente al espejo viendo mi reflejo, mis ojos están rojos e hinchados, el nuevo accesorio que enmarca mi rostro son las ojeras, estoy pálida, más de lo usual, aún conservo mi cabello corto, a Zeit le gusta, así que por que debería dejarlo crecer…

Abro la ducha dejando que el agua caliente corra, empiezo a desvestirme, y entró en ella,  el agua cae sobre mi cuerpo y mi mano inmediatamente baja a mi vientre, a ese vientre que durante casi seis meses llevo a nuestro hijo… ayer se cumplían 2 años de nuestra peor pesadilla y lo que menos quería era estar sola.

Recordar es lo peor que existe cuando el recuerdo hace daño… quisiera en este preciso instante de mi vida no recordar nada absolutamente nada…

Ese día, ese día para mi ha sido el peor de todos.. se suponía que mi bebé estaría bien, se suponía que nosotros estaríamos bien pero nada fue así.

*hace 2 años*

Mi vida no ha cambiado en nada, sigo trabajando para mi esposo, mi vientre está mucho más abultado, estoy por cumplir seis meses de embarazo, y me siento feliz…

Busco en mi armario uno de mis vestidos, eso vestidos que me encantan y que con mis nuevas curvas me quedan espectacular, Zeit sonríe al verme vestirme.

- ¿Cómo amanece mi esposa y mi hijo? – me dice abrazándome y tocando con cariño mi barriga.

- Bien, con mucha hambre. – le digo sonriendo.

- Eso es bueno… - me dice – te amo y te vez increíblemente sexy con esos vestidos – me dice acariciando mi trasero.

- ¿te gustó? – le pregunto besándolo.

- Me fascinas, me encantas, me vuelves loco – me dice.

Desde que salí embarazada soy más hormonas que Maia, quiero cada segundo del día hacer el amor con mi esposo, así que la oficina no se ha salvado de nuestros encuentros carnales, en cualquier sitio que podamos, hacemos el amor…

- Amor… tengo una reunión – me dice riendo.

- ¡Carajos! – le digo con un puchero, el se parte de la risa.

- Prometo compensarte en la tarde, con dos round… - me dice.

- Eso me gusta… - le digo.

Salimos de la habitación tomados de la mano, el va delante de mi guiándome los pasos, estoy meses Zeit se ha vuelto más sobreprotector de lo que ya es…

Una punzada muy fuerte, me hace llevar mis manos a Mi vientre, detengo mi paso y Zeit voltea a verme.

- ¿Amor, que pasa? – me pregunta preocupado, otra punzada hace que me siente en el escalón. – Maia, amor.. ¿qué pasa?

- Me duele, y mucho… - le digo.

Zeit me mira con preocupación…

- ¡Esperanza! ¡Tarek! ¡Arcan! – grita con todas sus fuerzas… - Maia, amor mírame… mírame. – me toma en sus brazos, y baja conmigo cargada el resto de las escaleras.

Una nueva punzada me hace retorcer… Esperanza, Tarek y Arcan aparecen, Zeit les das instrucciones y me lleva hasta la camioneta donde Tarek se monta para llevarnos a la clínica.

- Tengo miedo – le digo Zeit abrazada a el.

- Todo estará bien Amor, tu y nuestro hijo estarán bien! – me dice abrazándome más a el y acariciando mi vientre.

Al llegar a la clínica, Zeit me baja cargada, unos enfermeros traen una camilla, Zeit me deposita con sumo cuidado en ella y ellos empiezan a preguntar.

- ¿cuánto tiempo tiene?

- 6 meses..

- ¿Edad de ella?

- 26 años – le responde Zeit.

- ¿qué paso?

- Se quejó de un dolor.

- ¿todo ha estado bien? ¿es un embarazo sano?

- Si, si..

Me llevan a una sala en la cual no dejan pasar a Zeit, lo escucho a lo lejos protestar y pelearse con todo el mundo.

Me conectan  a un montón de aparatos, mi vientre queda expuesto, acercan el  ecógrafo.

La doctora Amaya entra y me saluda.

- Hola Maia, ¿Cuéntame que paso?

- Sentí una punzada muy fuerte… - le digo casi sin habla.

- Ok, tranquila, haré un  ecograma y luego te examinare – me dice tranquilamente.

Aplica algo de gel a mi vientre y en traductor empieza a moverse en mi vientre la silueta de mi bebé, del pequeño Zahir aparece en la pantalla, la doctora frunce el ceño.

- ¿Qué sucede? – le pregunto preocupada, ella ignora mi pregunta.

Y el sonido de unos latidos inundan la habitación, haciendo que mi alma se calme, la puerta se abre y un calor familiar toma mi mano.

- Aquí estoy… - me dice Zeit, yo le asiento las lágrimas corren ya por mi rostro.

- Maia, Has un tenido un desprendimiento parcial de la placenta. – me dice la doctora limpiando el gel que está en mi vientre, Zeit me ayuda a levantarme.

- ¿eso es grave? ¿el bebé está bien? – le pregunto preocupada.

- Maia, si es grave, pero con un cuidado extremo, podemos llevar tu embarazo a terminó, el bebé está bien y lo estará siempre y cuando la placenta no se desprenda más, el cuidado a partir de ahora será extremo, nada de estrés, nada de rabias, tendrás reposo total y absoluto, quiero que tengan claro que hay que ser muy precavidos de ahora en adelante, un desprendimiento total de la placenta sería fatal para el bebé, cualquier dolor, cualquier sangrado, me llaman inmediatamente, no importa la hora, si te cuidas Maia todo marchará bien… - me dice – te recetare algunos medicamentos – se levanta y me deja con Zeit en la sala.

Zeit me abraza, y besa mi mejilla.

- Todo estará bien Amor… todo estará bien¡ - me dice.

La actualidad.

La verdad lo crei, creí que todo estaría bien, que todo marcharía como  debía, que mi embarazo llegaría a término, que en este momento nuestro hijo tendría un poco más de un año, y en esta casa no abundaría el silencio, sino las risas y sus primeras palabras…

MAIA HABBAK. "Saga Mi Pecado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora