Mi sueño

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ZEIT HABBAK.

Hacer el amor con Maia, es la gloria…

Mis manos hacen en ella estragos y me siente en cada una de sus células, vibra con mi toque, me siente hasta en lo más profundo de su ser.

Mi cuerpo la cubre por completo, ella es tan pequeña y tan delicada que me mata, que me excita al máximo sentir que soy dueño de ella y que su cuerpo se rinde ante mi.

Sus manos recorren mi espalda, clava sus uñas en ella y mierda como me desarma eso.

La amo y de ello no queda ni un poco de duda, es la mujer de mi vida, es con la que siempre Soñe pero nunca admití. Hoy lo admito y lo reafirmó ante el mundo.

Ella es mi vida y por ella haré lo que sea.

Siempre lo he dicho y nunca me cansaré de hacerlo.

Mi hermosa y perfecta Maia Habbak, Mi Maia Habbak.

Han pasado un par de meses, su bella y perfecta barriguita a crecido hoy cumple exactamente cinco meses de embarazo, las cosas han marchado a la perfección, nuestros bebés crecen cada día más y se hacen sentir.

Hoy iremos a consulta para saber su sexo, y los nervios se apoderan de mi.

Las cosas en la empresa van muy bien, Patrick fue despedido de Luminet, Latifa fue enviada al Líbano por su esposo y de Nessa aún no sabemos nada, la seguridad de Maia ha sido triplicada no permitiré que nada malo le pase.

Tengo vigilados a cada uno de ellos, tanta tranquilidad asusta, no se que carajos piensan hacer pero siento que en algún puto momento atacaran.
Veo como mi hermosa y magnífica mujer baja las escaleras sonriente, el embarazado le ha sentado de maravillas.

- ¿Ve algo que le guste? – me pregunta con picardía.

- Todo de ti me gusta. – le digo sonriendo.

- Incluso con dos intrusos dentro de mi.

- ¡Oh esos intrusos hacen que te mucho más hermosa!

- Gracias amor – dice acercándose a mi para darme un beso en las mejillas y acariciar mi barba. – amo tu barba. – veo como su respiración se vuelve pesada y como nuestro cuerpos se calientan con sólo un toque.

- Tenemos que ir a consulta… - le susurro ya excitado por ver como la pongo.

- ¿Qué tienes que me vuelves nada?

- Tengo que te amo eso tengo. – le digo besando delicadamente sus labios, un pequeño pero excitante gemido sale de sus labios.

- Vámonos pero ya para que me hagas de todo cuando regresamos. – abro mis ojos en demasía sorprendido.

- Te has vuelto una loca adicta al sexo. – le digo.

- Me he vuelto una loca adicta a ti. – Dice caminando hacia la puerta de la casa. – Vamos en serio.

- Mierda, Tarek vuela hasta la consulta – gritó en la sala haciendo que Maia se ria a carcajadas.

Mi bella esposa se ha vuelto una adicta al sexo, todos los días, absolutamente todos los días hacemos el amor, me despierta dándome un magnífico sexo oral, entra a mi oficina buscando su dosis de orgasmo, se me aparece hasta en la ducha.

Y yo me lo disfruto al máximo ser el juguete sexual de mi esposa es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Maia me entrecierra los ojos al verme sonreír.

- Pervertido – me dice haciéndome reír.

- Pervertida tu, que me utilizas para saciar tus necesidades lujuriosas.

- ¿Y debe ser que te molesta?

- Oh yo molesto no me pongo, seré tu juguete de por vida. – le digo dándole un beso en su mejilla.

- Déjame quieta, sólo te me acercas y me enciendo. Estas muy bueno y muy grande. – me río a carcajadas al escucharla decirme eso y más por como me mira como si fuera comida.

- Pervertida.

- ¡Yo Si! Cambiando de tema, ¿Estas emocionado?

- ¿Por el sexo que tendremos cuando lleguemos a casa? ¡Claro que si! – la veo poner los ojos en blanco y reír por lo bajó.

- ¡Estúpido! Por saber el sexo de nuestros bebés.

- Claro que si, pero si te soy sincero ya no se si quiero niñas.

- ¿Por qué? Pensé que era lo que deseabas.

- Lo deseo realmente si, pero tener dos niñas igualitas a ti sería como demasiado, me volverían loco ¡imagínate cuando me digan que tienen novio! ─Mi cara de terror hace reír a Maia muchísimo.

- Serás el mejor papá del mundo de ello estoy segura y si son niñas como se muy bien que lo deseas, serás el consentido de ellas, serás su vida y luz, así como ellas lo serán para ti. – sonrió con ternura.

Realmente deseo que sean niñas…

Llegamos a la clínica y veo como mi esposa muy tranquilamente se anuncia, la Doctora nos recibe inmediatamente sonríe feliz al vernos, le hace a Maia el chequeo de rutina. Hasta que nos anuncia que haré el ecograma.

- ¿Están listo? – nos pregunta la doctora.

- Si – dice Maia emocionada y yo niego con mi cabeza nervioso. – Amor, todo estará bien. – yo le asiento y sonrió.

Veo como la doctora desnuda el vientre redondo de mi esposa, le aplica algo de gel y colocó el transductor en su vientre y mis bebés aparecen en la inmensa pantalla, sus bellas siluetas.

- Acá están, chequemos primero sus corazones. – nos anuncia la doctora. – Bebé número 1 – El sonido del corazón de nuestro bebe inunda la habitación, sonrió de felicidad junto a Maia – Bebé número 2 – El sonido nuevamente llena la habitación – ok, hora vamos con el sexo.

La Doctora mueve el transductor buscando el sexo del bebe número uno, yo sujeto la mano de mi esposa y beso su frente quedándome allí pegado a ella para escuchar a la doctora.

- ¿Listos? – nos pregunta..

- Si – decimos los dos al mismo tiempo.

- Es una niña. – Dice la doctora haciendo que las lágrimas de felicidad salgas de mis ojos, Maia sonríe feliz. – y el bebé número dos es… Es otra niña. ¡Felicidades papa! Ganaste la apuesta. Tendrán dos hermosas y muy saludables niñas. – Dice la doctora haciéndome el hombre más feliz del mundo.

- Felicidades amor, han llegado tus dos princesas – me dice mi hermosa esposa.

Será el hombre más afortunado del mundo.

Mis pequeñas Mila Habbak y Mia Habbak.

MAIA HABBAK. "Saga Mi Pecado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora