CAPÍTULO 6
MAIA HABBAK.
Estamos en una reunión de negocios, veo como Zeit está torturando su pluma, sus nudillos se ponen blancos, y su mirada esta fija en la distancia, cuando me acomodo en mi asiento y busco que es lo que está mirando con tanta irá, me consigo que mira a Patrick Hansen quien me mira fijamente y sonríe en cuanto nuestras miradas se cruzan.
Veo como Zeit intenta pararse de su asiento y yo tomó rápidamente su mano deteniendo de golpe su acción, el voltea a verme y me mira fijamente, suelta su agarre de su pluma y el color vuelve a su mano…
- Por favor … - le digo, con calma, el suspira con pesadez y se dispone a escuchar la reunión.
Se acomoda nuevamente en su asiento, y escucha con calma, revisa las estadísticas pero en ningún momento baja la guardia, está pendiente de como en ningún momento Patrick deja de verme.
Entra en el tema de conversación del próximo proyecto de ingreso, hace unas cuantas preguntas, las cuales sólo Patrick puede responder, y a Zeit está por explotarle la vena de su cuello… trata de no demostrar molestia pero yo que lo conozco se como se está sintiendo, escribe unas cosas en la carpeta que le entregaron y pasa la propuesta al director ejecutivo de la empresa, ambos asienten.
Zeit se para de su asiento y me ofrece su mano, la toma con cariño, observando mis anillos, se despide gentilmente de todos y nos vamos …
Vamos caminando hasta su oficina cuando una voz nos detiene de golpe…- Maia, quería conversar una estadísticas contigo – me dice Patrick delante de Zeit y su jefe, volteó a verlo y le sonrió educadamente, acarició la mano de Zeit para calmarlo un poco.
- Puedes enviarme por correo las estadísticas y haré un estudio, no se mucho del proyecto ya que apenas me voy reintegrando pero seguro mi esposo me pondrá al tanto. – Zeit se relaja un poco, sólo un poco.
- Imagino que así será – me dice mirando a Zeit con molestia – pero igual quisiera que conversáramos sobre los puntos álgidos de ganancia. – me dice sonriéndome.
- Señor Habbak , realmente ha sido inmenso placer conocerlo – le dice el señor mayor, es el director ejecutivo de la empresa.
- El placer ha sido mío.. – le dice mi esposo ofreciéndole su mano.
Patrick aprovecha del pequeño descuido de Zeit para acercarse más a mi.
- Eres mucho más hermosa de lo que imaginaba, pronto muy pronto nos veremos Maia.. – me dice muy cerca de mi oído y se aleja en cuanto ve que Zeit ya está centrado en mi.
Zeit me observa extrañado y busca con su mirada a Patrick quien ya está en el ascensor con alguno de sus compañeros de trabajo.
Sonríe con descaro y las puertas se cierran, el está provocando a Zeit.
Veo como Zeit caminando como niño enojada hasta su oficina, Estefa se levanta al verlo, camino hacia ella y me entrega unos dulce, me sonrío porque es lo que usa Adel para calmar a Zeit…
- Gracias Estefa… - le digo tomándolos.
- De nada… al señor Adel no le funciona Esperemos que usted si.. – me dice.
Abro la puerta sin tocar y lo veo hecho una completa furia, está parado mirando por el inmenso ventanal.
- Te traje algo… -- le digo dejando los dulces en su escritorio.
- Las próxima vez que lo vea lo pondré en su sitio – me dice molesto tomando un trago en sus manos.
- Acabas de cerrar un negocio con la empresa donde trabaja – le digo calmadamente.
- ¡Me importa una mierda! ¡Nadie mira a mi esposa Así! – me grita haciendo que me sobresalte.
- Primero Zeit Habbak, a mi no me grites… ni se te ocurra hacerlo, yo no tengo la condenada culpa, y segundo el podrá mirarme como le de la gana pero conmigo nada tendrá, ¿qué carajos te sucede? – le pregunto cruzando mis brazos en mi pecho.
- Disculpa amor, es que… hemos sufrido tanto, hemos estado por tanto tiempo separados, que tengo pánico de perderte. – me dice llevando sus manos a su cabello – No, no quiero perderte a ti también, eso para mi sería la absoluta destrucción – me dice mirándome fijamente.
- Trabajaremos juntos en los nuestros, lo prometimos ¿Recuerdas? – le digo, suspira pesadamente.
- Lo recuerdo. – me dice, mira los dulces que están es su escritorio y sonríe. – esa mierda no le funciona a Adel pero igual me los como. – me dice tomando uno.
Lo abre lentamente y se acerca a mi, me hace abrir poco a poco mi boca para hacerme comer el chocolate…
- Tu eres mía, nadie en esta maldita vida te alejara de mi – me dice viéndome fijamente.
Pasamos la tarde llenándonos de besos, pero luego sentarnos a trabajar, me pongo al dia con todo, reviso cada estudio que fue hecho por Amelia, todo está perfecto, todo está como yo lo haría, Amelia es magnífica.
- Zeit… - le digo haciéndolo alejar su mirada de su ordenador, sonríe al verme, es hora de confesar algunas cosas.
- Dime, amor.. – me dice.
- ¿Por qué sonríes? – le pregunto.
- Extrañaba tenerte aquí – me dice.
- También extrañaba volver, pero deja de distraerme, sabes que desde hace meses e estado visitando a un psicólogo. – le confieso.
- Lo se. – me dice – estuve en la distancia amor pero jamás deje de estar pendiente de ti, yo no podía.. eres mi vida amor, se que tal vez no lo demostré como debería, y fui un cobarde pero créeme que estaba pendiente de ti, así no lo demostrará.
- Hay algo que siempre he querido preguntarte, ¿Por qué Latifa, fue a la casa? – le pregunto, haciendo que se ponga rígido.
- La verdad amor, es que no lo se, luego de que la vi hace años en el sótano, llame a su esposo y le dije lo que hizo, al parecer el la aisló pero es lo único que supe hasta que la vi en la casa ese día, me estaba pidiendo ayuda para dejarlo, dinero y juro amarme, le pedí qué se fuera pero ella insistió, y cuando vio nuestro fotografía en la entrada se puso histérica.
- ¿no sabes nada de ella? – le pregunto, es hora de aclarar todo, es hora de obtener respuestas.
- La verdad es que No Y no quiero más nunca en mi vida verla, porque por culpa de ella… es que – se calla y duda si decirlo.
- No fue culpa de ella… - le digo, tratando de superar y seguir adelante.
Por más que me cueste, tengo que entender que no es culpa de nadie lo sucedido, mi pequeño Zahir es un ángel, mi ángel en el cielo, tal vez en algún momento de la vida pueda volver a hacer madre nuevamente pero mientras soy la mamá de un hermoso ángel…
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MAIA HABBAK. "Saga Mi Pecado"
RomanceHan pasado exactamente cinco años, cinco años en los cuales tanto Maia como Zeit han reído, soñado y hasta llorado, llorado por pérdidas, pérdidas la cuales han dejado cicatrices en su relación, la distancia, las tristezas, la ausencia. quiere hacer...