Maia.
Voy en la ambulancia con Zeit a mi lado, no deja de tomar mi mano en ningún momento, las contracciones se vayan haciendo más frecuentes y el dolor es realmente fuerte, a mis niñas les faltan muchas semanas, el miedo por el bienestar de ellas me invade, una lágrima recorre mi mejilla, Zeit se da cuenta de ella y la seca con cariño con su pulgar, me sonríe con dulzura y se acerca más a mi.
- ¡Te juro que ellas estarán bien! – le asiento con lágrimas en mis los ojos. - ¡Ellas estarán bien! – afirma nuevamente.
Siento como la ambulancia se detiene y los paramédicos abren las puertas y me bajan de ella, entramos al inmenso hospital le anuncian a Zeit que no puede pasar a donde me llevarán, y siento como su mano es alejada de la mía.
El pánico se apodera de mi.
- ¡Deténganse! – les ordenó en árabe, haciendo que ambos hombres detengan la camilla. - ¡Zeit! – lo llamo.
- Acá estoy amor, acá estaré… las estaré esperando a las tres.- Te quiero conmigo. – el asiente y con una mirada de furia mira a ambos paramédicos y al médico que me estaba recibiendo. – Iré con mi esposa y ninguno de ustedes me lo impedirá. – todos tratan grueso y asienten.
Entramos a la emergencia y mi Doctora está esperando por mi.- ¡Maia! ¿cómo te sientes? – me pregunta tocando mi vientre.
- Tengo miedo, les falta mucho.
- Lo se pero sabíamos que llegarían antes de tiempo por ser un embarazo gemelar, tranquila ellas tienen su maduración pulmonar, todo saldrá bien, tendremos que hacer una cesárea, Zeit podrá entrar pero necesito que se retire un momento para poder prepararte ¿ok? – le asiento no muy convencida.
Siento que mi mano es acariciada y mi bello esposo me sonríe con dulzura.
- Así tenga que amenazar hasta el mismo director de este hospital, yo estaré contigo. – me dice muy serio. – te amo amor.
- Yo te amo más.Lo veo salir del pequeño cuarto donde me empiezan a preparar para ir a quirófano, la doctora me revisa con sumo cuidado, me explica el procedimiento con calma.
Mis niñas por venir antes de tiempo estarán en la unidad de cuidados, sólo es para prevenir y cuidarlas mejor.
Me ayudan a quitarme mi ropa para colocarme una pequeña bata celeste y me encaminan hacia pabellón.Como sumo cuidado soy acostada en la mesa operatoria, empiezan en centenar de personas a entrar en la sala, el anestesiólogo se acerca a mi, se presenta y promete cuidarme, miro a todos lados buscando a Zeit, mi corazón late a mil por horas, la doctora me pide que me calme que todo saldrá bien.
Cuando están por empezar un calor muy familiar toma mi mano y me reconforta, los ojos de mi bello esposo se posan en mi, está vestido con un mono quirúrgico.
- Siento llegar tarde, tenía que usar este disfraz. – Dice haciéndome reír.
Todo comienza y siento como tocan mi vientre, Zeit no deja de estar a mi lado, acaricia mi frente con cariño y de repente un fuerte llanto nos sorprende, mi esposo sonríe y una lágrima recorre su mejilla..- ¡Llego Mila! – Dice incorporándose para poder verla, una enfermera se acerca a nosotros mostrándonos nuestra pequeña, la colocan en brazos de mi esposo quien en su mirada refleja un amor y una felicidad indescriptible. – Hola hermosa – le susurra mi esposo, nuestra Mila no deja de llorar pero en cuanto su papi la abraza mas, ella se calma. – serás igualita a tu mamá una gruñona. – me río al escucharlo, la enfermera quita a Mila de sus manos para llevarla a los cuidados.
Y luego un segundo llanto se escucha, esa muy pequeño y delicado…
- ¡Mía! – anuncia mi esposo, la felicidad que su rostro refleja es indescriptible, nuevamente la enfermera se acerca a nosotros está esta vez con Mia en brazos, es un poquito más pequeño y su llanto ya se ha calmado – Hola Dulzura – le susurra Zeit meciéndola en sus brazos, baja un poco para mostrármela.
Mis hijas son hermosas, sus cabellos negros resaltan.
- Gracias amor, gracias por mis hijas, gracias por mi vida, gracias por tu amor y gracias por hacerme tan feliz – dice besándome repetidas veces.
- Gracias a ti idiota, por manchar mi vestido. – le digo y el se ríe a carcajadas.
Luego de un par de horas soy llevada a mi habitación en la cual está decorada con miles de rosas rosadas y globos, sonrió al ver todo.Soy acostada en mi cama y mi esposo entra en la habitación con una hermosa sonrisa en su rostro, ya lleva si impecable traje de tres piezas.
- ¡Hola! – le digo al verlo. - ¿Dónde estabas?
- No te pongas celosa, pero estaba viendo a dos mujeres que son realmente demandantes. – me río como puedo al escuchar lo que dice.
- ¿ah si?
- Si, una es gruñona y las otra es una dulzura. – Dice sacando su teléfono de su Americana para montarme un par de fotografías de nuestras hijas, una par de lágrimas recorren Mis mejillas.
- ¿Cómo están? – acarició la pantalla con sus fotografías.
- Están bien, estarán en observación está noche, si todo marcha bien mañana las tendrás aquí, demandando atención. – asiento al escucharlo.
- ¿Patrick? ¿Qué sabes? El no quería hacerme daño, en cuanto mis contracciones empezaron se desespero por cuidar de mi. – le digo viendo como su semblante se endurece.- Maia, te puso en peligro y puso en peligro a mis hijas, irá a prisión luego de recuperarse. – dice serio. – tu mama ya viene en el avión privado, Esperanza viene en camino y Mi familia fue avisada, así que no te extrañe que tengas a todos los Habbak acá mañana. – Dice poniendo los ojos en blanco.
- El único Habbak que quiero a mi lado es a ti. – le digo en un susurro.
- Pues acá me tienes. – Dice acercándose más a mi – para dejarme dormir junto a el.
Mi Mila y mi Mia han llegado para llenar nuestras vidas de inmensa felicidad y de grandes aventuras.
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MAIA HABBAK. "Saga Mi Pecado"
RomanceHan pasado exactamente cinco años, cinco años en los cuales tanto Maia como Zeit han reído, soñado y hasta llorado, llorado por pérdidas, pérdidas la cuales han dejado cicatrices en su relación, la distancia, las tristezas, la ausencia. quiere hacer...