Protegida por el.

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MAIA HABBAK.

Veo como Zeit toma uno de sus adornos y lo lanza contra la pared, está muy molesto y así es mucho más intimidante de lo que llega a ser, tiene la camisa arremangada hasta sus codos dejando a la vista su brazo tatuado da miedo y mucho por instinto doy un paso hacia atrás y mis manos las llevo a mi vientre, mi corazón late a mil por horas, el respira con dificultad, tengo cinco años casada con el y nunca lo había visto así de molesto.

- Quiero matarlos a todos, nadie en esta vida debe lastimarte, nadie Maia. – Dice pasando las manos por su cabello, voltea a verme y algo en mi rostro hace que el cambie de actitud intenta acercarse a mi pero yo me alejo – Amor lo siento, me deje llevar.

- ¿Qué es lo que sucede? No es solo porque Latifa se me acerco – le pregunto mirándolo a los ojos, baja su mirada al suelo. – Zeit…

Observa mis manos en mi vientre y suspira…

- Prometimos ser sinceros Zeit. – le recuerdo y el Gruñe como niño chiquito.

- Esta bien – suspira pesadamente – Patrick Hansen, es el mejor amigo de Sebastián Quill – siento que me mareo un poco y el aire me falta, unas manos me sujetan con fuerza y una voz en la distancia me llama. – Amor, mírame por favor ¡Estefa! – grita Zeit haciendo que de alguna forma reaccione.

Miro su rostro fuerte el cual está lleno de preocupación, quien hace un rato me tenía intimidada en este instante se ve tan indefenso y tan vulnerable.

Me da un vaso de agua helada, y me obliga a sentarme en sus piernas veo a Estefa salir de la oficina y el se relaja al verme mejor.

- Estefa está llamando a la doctora en estos momento, iremos a la clínica – no es un petición es una orden y eso me pone de muy mal humor.

- Ya estoy bien, sólo me descompuso la noticia – me levanto de su regazo y acomodo mi vestido.

- Maia por favor… - me mira con suplica – no me lo pongas mas difícil, ya tengo suficiente por hoy. – su comentario me hace cabrear.

- ¿Cómo es la cosa? ¿y yo que? Estoy cansada de tus Ex neuróticas, se me aparecen hasta en la sopa – le digo molesta. - ¿explícame lo de Patrick?

- Taylor vino para decírmelo, son amigos desde hace un tiempo, no se como carajos no dimos con eso, sabía que había vivido en Londres pero jamás me imaginé la conexión, Esta obsesionado contigo amor.. – me dice tomando mi mano. – Taylor se apareció en su habitación de hotel ayer y vio fotografías tuyas en su habitación. – en cuanto dice eso un miedo y pánico me invade.

- Sebastián lo está usando para vengarse de mi.

- En un principio ¡Si! Pero amor creo que ahora está enamorado de ti, se junto con Nessa y Latifa. 

- ¿Me lastimaran? – le pregunto con pánico.

- ¡No eso jamás! Maia, Así tenga que matarlos con mis propias manos te juro que nadie te lastimara.

- Tengo miedo – le digo abrazándome a su pecho.

- No temas, no lo hagas porque tu y mis hijos estarán bien.

Le asiento con lágrimas en los ojos… 

Sus caricias me ayudan a calmarme, pero recuerdo algo y lo observó de golpe.

- ¿El contrato? ¿Qué harás con eso?

- Seguiré trabajando con Luminet pero tendrán de despedir a Patrick, es la condición que le puse a Taylor. – le asiento tranquilamente.

- Sebastián juro que no sería feliz. – le digo.

- Somos y seremos muy felices amor, ya Tarek esta trabajando en tu protección y en estar al pendiente de los pasos de Patrick, en cuanto a Latifa, Gracias a ella los negocios de su esposo fueron bloqueados por mi y ya lo puse al tanto al respecto, se la llevará al Líbano.

Le asiento sin decir nada, porque algo me dice que Latifa no se dará por vencida tan fácilmente, Estefa entra a la oficina para avisarnos que pauto una cita con mi doctora para dentro de 2 hora, lo cual me parece realmente innecesario me siento bien, no tengo dolor, sólo fue desvanecimiento por la impresión.

- ¡Quiero irme a casa¡ yo me siento bien – le digo cruzando mis brazos en mi pecho.

- Maia, irás a consulta.

- ¡No iré! Yo me siento bien. – Tecleando un rápido mensaje a Arcan para que venga por mi.

- ¿A  quién le escribes Maia? – me pregunta levantando una de sus cejas.

Tiene la postura de hombre dominante, mi esposo con los años se a puesto mucho más grande, más fornido y eso me encanta, me fascina su facilidad para cargarme, como cubre mi cuerpo por completo con el suyo, como sus brazos forman inmensos músculos y su espalda totalmente definida me tiene hecha un manjar de hormonas.

- Mmm… a Arcan – le digo casi en un susurro.

- Ujum… ¿de verdad piensas irte a casa sin mi? – me pregunta haciendo que los músculos de sus brazos se marquen.

Una nudo en mi vientre se forma, siento el calor fluir por mi cuerpo, el sabe lo que causa en mi, el sabe que mi cuerpo está reaccionando a el, ya que me sonríe con malicia.

- Zeit Habbak si me sigues mirando así, te encerrare en la casa conmigo y no te dejaré salir nunca, y haré con tu cuerpo lo que me plazca – le digo muy seria mirándolo a los ojos, el se sorprende con lo que le digo y vuelve a sonreírme.

- Yo no me opondría a ello – me dice tomándome en sus brazos.  

- ¿Y la consulta? – le pregunto.

- Yo te veo muy bien, Así que podemos saltarnos la consulta, mañana irás… ahora bien quiero que me encierres en la casa y hagas conmigo lo que quieras.

- Vamos entonces…

MAIA HABBAK. "Saga Mi Pecado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora