¿Lo haremos juntos?

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Capítulo 14.

ZEIT HABBAK.

Dejo mi teléfono en mi escritorio, Adel está sentado frente a mi con Tibal y Tarek.

- ¿Te dijo donde está? – me pregunta Adel.

- No, pero aceptó venir a casa – le digo llevando mis manos a mi cabello. – Estoy agotado. –Digo en voz alta.

- Hermano ser un Adonis tiene sus consecuencias – me dice Adel sonriendo. 

- Jodete – le digo.

- Señor, por lo que pude hablar con el resto de la seguridad, la Señora Maia y la Señora Amelia estaban en el Marriot, van en  estos momentos a una farmacia señor –Me dice haciendo que tanto Adel y yo nos volteemos a verlo.

- ¿Y que carajos hacen ellas allá? – pregunta Adel a Tarek.

- ¿Les paso algo? – le pregunto preocupado.

- No señor, al parecer la señora Maia, la comida le cayó mal, en el Marriot se encontraron con Latifa y Nessa.

- Oh, cielos… - Dice Adel llevando sus manos a su rostro. – Voy a tener que ponerle un escolta a Amelia, Tibal encargarte de ello por favor. – le dice Adel a Tibal, sacando de mis pensamiento, me preocupa Maia.

- Si señor, pero sabemos que la Señora Amelia no estará muy contenta con ello.

- Lo se – le dice Adel a Tibal riendo.

- Patrick Hansen… ¿qué haremos con el? – me pregunta Tarek.

- Hay que indagar más sobre el, tengo que tener una razón de peso para sacarlo de la vicepresidencia.

- Ya me monto en ello – me dice Tarek saliendo de mi oficina con Tibal.

- Ahora bien, ambos sabemos que nuestras mujeres hicieron algo en el Marriot. – me dice Adel, sirviéndose un trago y ofreciéndome uno a mi.

- Lo se – le digo, esperando que mi Maia confíe en mi.

- ¿Le enseñarás el vídeo a Maia? – me pregunta Adel.

- Claro, no quiero que dude de mi.

- Por fin piensas con sensatez, a ver Adonis de mi corazón – me dice Adel sentándose nuevamente frente a mi. – sabes muy bien que Patrick Hansen no se dará por vencido tan fácil, ese hombre es igual a ti, se fijó en Maia y ese será su objetivo hasta el final. – me dice subiendo los pies a mi escritorio.

Le levanto una ceja y miro sus pies, tomó mi pluma y se la lanzó justo en la cabeza.

- ¡Eso lo se! Pero Maia es mía… Y si vuelves a subir los pies a mi escritorio, le diré a Amelia.

- ¡Ahora me acusas! – me dice
sorprendido.

- Te pones como nenita cuando ella de habla. – le digo.

- Obvio, esa mujer me tiene muy bien agarradas las pelotas. – me dice riendo.

Escuchamos unos tacones en el pasillo.

- Llegaron nuestras dueñas – dice Adel levantándose de su asiento.

La puerta se abre y Maia entra, saluda a Adel y se queda en la distancia observándome.

Vemos como Amelia saca a empujones a Adel de la oficina para quedarnos por fin solos.

- Pensé que estarías en la oficina. – me dice viéndome en la distancia aún parada.

- Mi esposa se fue enojada, no podía irme a trabajar así – le digo. - ¿tardaste en llegar?

- ¿Por qué no fuiste al cementerio? – me pregunta, ignorando mi pregunta anterior.

MAIA HABBAK. "Saga Mi Pecado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora