Pregnant [CTH]

Ashton

Tomé a Khloe entre mis brazos y la puse sobre su cama, Sierra comenzó a desnudarla y la dejó solo en ropa interior, con cuidado me acosté junto a ella y comencé a acariciar su cabeza.

Sierra la cubrió con una manta, y me dijo que bajaría para pedirle a Susan que llamara a un doctor. Mi pequeña respiraba lentamente y su rostro ahora estaba pacífico, como si nada hubiera ocurrido. Tomé una revista que había en la mesa de noche y comencé a abanicar a Koko para ver si así reaccionaba. No obtuve respuesta, así que decidí esperar a que llegara el doctor y la revisara.

Sierra volvió un par de minutos después y me dijo que ya habían llamado a un doctor y que llegaría en media hora.

-¿Qué crees que esté pasando?- pregunto Sierra.- A juzgar por la apariencia de Khloe debe ser algo muy grave Ash.

-Lo sé, y me pone nervioso no saber que está sucediendo- dije mirándola.- Y más aún si Mason no está enterado de nada, eso quiere decir que ella fue la primera en saber.

-Solo espero que podamos contenerla como ella necesita- dijo Sierra cabizbaja.- ¿Crees que tenemos que decirle a Mason?

-Yo creo que es mejor esperar que despierte y que ella nos cuente que está pasando- dije mirando a Khloe.- Tal vez no nos corresponda a nosotros decirle lo que sea que está pasando a Mason.

-Si, tienes razón- dijo pensativa.- Creo que sería conveniente no presionarla.

Asentí y me levanté de la cama. Le dije a Sierra que bajaría a hablar con Susan, y que si Koko despertaba me avisará de inmediato.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, en busca de Susan. La encontré haciendo las galletas favoritas de mi pequeña.

-¿Susan que está pasando?- pregunté directo.- ¿Porque Khloe está así?

-Joven Ashton no me corresponde a mí darle esa información, será mejor que espere a que despierte y sea ella misma quien le cuente- dijo triste.- Créame que es lo mejor.

-Esta bien Susan, gracias de todas formas- agradecí.- Iré a ver cómo sigue Khloe, cuando llegue el doctor por favor hágalo subir de inmediato.

Caminé de vuelta y mientras subía la escalera le envié un mensaje de texto a Mason y Luke, diciéndoles que estaba bien y que en unos días podríamos vernos.

Llegué a la habitación y ví que Sierra acariciaba la cabeza de Koko con mucho cariño y delicadeza, casi como si fuera su hermana menor. Me acerqué despacio y me senté a su lado.

Luego de veinticinco minutos, llegó el doctor y le hizo un chequeo a Khloe. Nos dijo que el desmayo que tuvo fue por qué estuvo sometida a mucho estrés en muy poco tiempo, y que lo mejor era dejarla descansar y asegurarnos que estuviera tranquila, antes de irse el doctor le inyectó calmantes a Khloe para que no volviera a ocurrirle lo mismo y nos dejó un par de medicamentos que debíamos darle en caso de que se volviera a exaltar, aunque el doctor dijo que eso no debería ocurrir.

Nos quedamos todo el día esperando que despertara, pero al parecer el calmante era bastante fuerte. Sierra bajó por algo de comida, ya que ninguno de los dos quería despegarse de Khloe y yo aproveché de levantarme para ir al baño en lo que Sierra volvía. Salí de la habitación y caminé hasta el baño. Una vez que terminé mis necesidades, me estaba lavando las manos cuando sentí un grito desde la habitación.

Salí y corrí hasta su habitación y me encontré a Koko aferrada a los brazos de Sierra, mientras lloraba desesperada. Miré a la morena y estaba llorando silenciosamente mientras intentaba consolar a Khloe. Me acerqué a ellas y las abracé esperando así poder calmarlas a ambas un poco.

-Ella va a morir- murmuró Khloe con voz pastosa.- No quiere hacerse el tratamiento, ya se resignó a su destino.

-Khloe debes calmarte un poco, el doctor dijo que no podías exaltarte nuevamente- dijo Sierra acariciándola.- Respira para que puedas tranquilizarte.

-Koko nos tienes preocupados tuvimos que llamar a un doctor porque te desmayaste, así que por favor cálmate pequeña- dije apretándola un poco.- Cuando te sientas lista puedes contarnos que es lo que te tiene así.

Khloe tomó un par de respiraciones para calmarse y poder hablar.

-Mi padre me llamó para decirme que a mamá la habían llevado al hospital porque había tenido una recaída y me dijo que no sabía si mamá se salvaría, porque tiene cáncer de mama- susurró Khloe.- Ya le han hecho casi todos los tratamientos, solo le falta probar con la quimioterapia pero no quiere. ¡Simplemente se está resignando a morir sin pensar en cómo quedaremos nosotros si ella se va!

-Khloe no grites, no sabes cuándo siento lo que está pasando, por que Olivia es como mi madre también y al igual que a tí esto me afecta como no tienes idea- dije tomando su cara entre mis manos.- Pero no podremos hacer nada si tú no estás bien, así que te daremos algo para comer y luego dormirás porque te hace mucha falta.

-Aquí tienes un poco de sopa y pan, te traje un postre de chocolate también- dijo Sierra poniéndole la bandeja en las piernas.- Debes comerte todo porque necesitas recuperar energías.

-También debes tomarte una pastilla que dejó el doctor- dije pasándosela.- No acepto un "no" como respuesta.

-No tengo apetito chicos, muchas gracias- dijo Khloe rechazando la comida.- Prometo que intentaré estar calmada pero por favor no hagan que me tome eso.

-Khloe Isabella O'Connor te vas a comer todo y te vas a tomar el medicamento que te dejó el doctor quieras o no- dije serio.- No estoy jugando, te lo comes por las buenas o por las malas. Es tu decisión.

-Está bien Ashton, comeré un poco- dijo resignada.- Pero que conste que es en contra de mi voluntad.

Luego de que Khloe comiera, le dije a Sierra que bajara a comer y que luego descansara un poco. Yo comería de la otra bandeja que ella subió y me quedaría cuidando de Koko durante la noche.

Eran aproximadamente las tres de la mañana cuando desperté abruptamente porque Khloe se levantó rápidamente de la cama y corrió hacia el baño. La seguí y cuando llegué estaba inclinada sobre el inodoro vomitando todo lo que su estómago tenía dentro, le sostuve el pelo y me senté a su lado mientras terminaba de vomitar. Cuando se detuvo, enjuagó su boca y se arrastró de rodillas para sentarse entre mis piernas, dónde se acomodó y se durmió casi instantáneamente.