Pregnant [CTH]

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Desperté abruptamente porque unas enormes ganas de vomitar se apoderaron de mí, me senté y tomé mi celular para ver la hora y ví que eran las cuatro con cincuenta. Decidí levantarme y bajé a tomar agua a la cocina, después de eso me acerqué al ventanal que da hacia el patio y me sentí un poco mejor al ver que Duke y Petunia estaban durmiendo plácidamente. Abrí la puerta y me senté en la escalera cerca de los peludos, la noche estaba estrellada, despejada, cálida y se sentía una suave brisa. Comencé a respirar profundo para calmar mis náuseas y pareció funcionar por unos minutos, pero luego todo lo que había comido el día anterior abandonó mi cuerpo. Entré a buscar agua para enjuagarme la boca y después salí a sentarme otra vez.

Me quedé ahí hasta que comenzó a amanecer, y cuando los primeros rayos de sol comenzaron a salir, entré de nuevo a casa y subí a despertar a Sierra ya que teníamos una rutina especial para hoy.

El gran día había llegado finalmente, me convertiría oficialmente en la esposa de Calum. Luego de despertar a Sierra bajamos y salimos al patio para sentarnos a meditar en el pasto. Después de eso, tomamos un desayuno ligero y aprovechamos de estar tranquilas antes que el caos comenzara.

-No puedo creer que hoy es el día- dijo Sierra sonriendo ampliamente.- Siento que en cualquier momento voy a vomitar de los nervios, eso y que las náuseas no me dejan en paz.

-Ay créeme que te entiendo perfectamente Si, yo estoy igual, siento que voy a desmayarme- dije respirando profundamente.- Los bebés me hacen sentir horrible por las mañanas, súmale a eso los nervios. En cualquier momento empezaré a llorar.

-Hoy comienza nuestra nueva vida amiga, al fin seremos felices junto a los hombres que amamos- dijo Sierra tomando mis manos entre las suyas.- Deberíamos ir a lavarnos los dientes antes de que Crystal despierte y llegue la maquilladora y la estilista.

Luego de lavarme los dientes y ducharme, me sequé el cabello, puse crema por todo mi cuerpo y me puse un vestido de seda blanco, que me quedaba a la altura de la rodilla y era semi apretado. Me recosté en la cama ya que aún era temprano y sin darme cuenta me dormí.

No sé cuánto tiempo pasó, pero desperté porque mi celular sonó con una notificación. Lo tomé y ví que era un mensaje de Cal.

"Ya no falta nada, los nervios me están matando. Te amo infinito.

Siempre tuyo, Cal"

Sonreí y luego de ver la hora me levanté de la cama y bajé al primer piso. Mi madre y Crystal estaban reordenando las flores de los ramos, mientras Sierra dormitaba en el sillón cerca de ellas.

-¿A qué hora llega la estilista?- pregunté sentándome al lado de la morena.- Pensé que ya estaría aquí.

-En quince minutos debería llegar- murmuró Crystal distraída.- Todo saldrá perfecto chicas.

-Ni Mason, ni yo le dijimos nada a tu padre, así que podemos estar seguras que no aparecerá- dijo mi madre.- Bruce tampoco sabe nada, y no traje mi celular así no tiene como saber dónde estoy.

-Eso es un peso menos, además tenemos al equipo de seguridad que contrató el abuelo- respondí mirando una revista.- Si se llega a enterar y pretende hacer algo, no podrá.

-Esperemos que no sea necesario hacer nada en su contra- murmuró mi mejor amiga.- Tu padre no me agrada, pero tampoco quiero que haga una escena en nuestro día.

-Sierra tiene razón, ojalá no se entere de nada- comentó Crystal.- ¡Chicas! La estilista y la maquilladora llegaron.

Dos horas y medias después, luego de que nos maquillaran, peinaran, perfumaran y nos ayudarán a ponernos los vestidos estábamos listas para nuestro gran momento. Ambas llevábamos un maquillaje elegante, y muy bonito pero sencillo a la vez, mi madre y Crystal estaban terminando de ser maquilladas, cuando Ashton y Mason llegaron vestidos con sus trajes, se veían muy guapos.