Pregnant [CTH]

37

Luego de un par de minutos llegamos a un barrio residencial y después de avanzar un poco más por la calle Scarleth se estacionó frente a una linda casa color blanco. Bajamos de la camioneta y me acerqué a ella.

-¿Esta es tu casa?- cuestioné en voz baja.- Es muy linda.

Ella abrió la puerta de la casa y entramos, prendió un par de luces y luego se volteó a mirarme.

-Si, esta es mi casa- respondió en el mismo tono.- Aquí podrás descansar cómodamente. Puedes estar tranquila que haré lo que me pediste, ahora te llevaré a la habitación de invitados para que duermas, y sea lo que sea que está molestándote no dejes que te arruine una noche de descanso, todo estará mejor por la mañana.

-No tienes idea cuánto aprecio lo que estás haciendo por mi Scarleth- agradecí- Estoy en deuda contigo.

-No digas eso, sé que harías lo mismo si la situación fuera a la inversa- respondió.- Eres de esas personas que siempre está pendiente de los demás sin importar quien sea. Jefes como tú son difíciles de encontrar.

-Espero que con el tiempo llegues a considerarme tu amiga y no solo tu jefa.- contesté.- Creo que ya es hora de dormír.

Una vez en la habitación me quité las zapatillas y me metí en la cama para intentar descansar. De repente recordé que Calum estuvo distante cuando volví de la prueba del vestido, y a pesar de que me dijo que tenía cosas pendientes que hacer, cuando lo ví por la ventana estaba tirado en el pasto. Ni siquiera tuvo la intención de seguir conversando conmigo cuando aparecí ahí, fue como si quisiera deshacerse de mi rápidamente. Tal vez no estaba mal al leer entre líneas respecto al tema de Indra y realmente estaba ocurriendo algo. Puse una mano sobre mi vientre y no pude evitar comenzar a llorar.

No podía parar de pensar en la foto que me había llegado, habían tantas posibilidades sobre lo que pudo haber pasado en ese encuentro. Mi cuerpo comenzó a temblar debido al llanto y pequeños sollozos comenzaron a salir de mi boca, intenté mantener el silencio para no molestar a Scarleth pero cada vez me costaba más. Tomé mi celular y lo prendí, nuevamente llegó una notificación de mensaje del mismo número.

Debes tener más cuidado con lo que hace tu novio, no vaya a ser que otra te lo arrebate. Pronto recibirás más regalos de mi parte. Buonanotte, bellissima.

Cuando terminé de leer ese mensaje supe de inmediato que el italiano que estuvo en casa de Calum estaba detrás de esto. Me fije nuevamente en la foto y más lágrimas salieron de mis ojos, Calum aparecía con la misma ropa que tenía puesta hoy. Bloqueé la pantalla de mi celular y lo puse en silencio. Me acomodé en la cama y continúe llorando hasta que me quedé dormida.

Unos pequeños golpes en la puerta me despertaron. Me levanté y abrí la puerta topandome a Scarleth parada ahí.

-Siento despertarte, pero todos deben estar preocupados en casa de Luke- dijo mirándome.- Creo que es hora de volver.

-Si, tienes razón bajo en unos minutos- respondí.- Gracias Scarleth.

Luego de cerrar la puerta me senté en la cama y tomé mi celular. Tenía llamadas perdidas de todos y muchos mensajes de texto. Me puse mis zapatillas y luego hice la cama. Me acerqué al espejo y acomodé mi cabello lo mejor que pude, mis ojos estaban horriblemente hinchados, por lo que cuando bajé le pregunté a Scarleth si tenía un par de lentes de sol que me prestara y luego de unos minutos estábamos listas para irnos.

El camino a casa de Luke se me hizo eterno, y cuando llegamos no me sentía capaz de salir de la camioneta. La puerta frontal se abrió y todos salieron en fila hacia mí, bajé lentamente y sin dirigirle la palabra a nadie entré en la casa y subí a la habitación, sentí que todos venían detrás mío, pero no quería hablar con nadie. Cuando entré al cuarto rápidamente cerré la puerta con llave para que no entraran. Sentí voces en el pasillo y luego se escuchaban golpes en la puerta, me senté en la orilla de la comoda y me quite los lentes, mis ojos seguían muy hinchados pero ya no me importaba. Sentí el click de la cerradura y la puerta se abrió, todos entraron en la habitación preguntando dónde había estado y diciendo lo preocupados que estaban por mí. Ashton y Sierra fueron los primeros en darse cuenta de mi estado y Mason hizo que Calum dejara de hablar y me mirara.