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Cuando llegamos a nuestra habitación, nos dirigimos a la cama y nos acostamos de frente, mirándonos a los ojos. Estuvimos por varios minutos solo observandonos, y no podía sentirme más en paz que en ese momento. Cal tomó una de mis manos y entrelazó nuestros dedos.

-Tuve tanto miedo de perderte, no te imaginas todo lo que pasó por mi cabeza- susurró Calum.- ¿Cómo fue que te enteraste de todo eso?

-Santino consiguió mi número y me envió fotos de Indra y tú en la cafetería- respondí suspirando.- Pensé tantas cosas, y no pude evitar sentirme traicionada, pero algo me decía que debía haber una explicación razonable, es solo que me dejé llevar, perdóname Cal.

-Los dos cometimos errores respecto a esto, y lo importante es que lo resolvimos- contestó él.- Eso es lo único que importa nena.

Luego de esa pequeña conversación, me voltee en la cama y Cal me abrazó desde atrás y nos quedamos dormidos en esa posición.

Desperté un par de horas después y sentía unas inmensas ganas de hacer el amor y Cal estaba profundamente dormido por lo que se me ocurrió una forma muy agradable y coqueta de despertarlo.

Lenta y cuidadosamente desabotoné su pantalón y luego le bajé la cremallera, introduje mi mano dentro de su boxer y toqué su miembro semi duro e instantáneamente comencé a sentir como mi ropa interior se humedecia solo de la anticipación.

Saqué su miembro y comencé a tocarlo de arriba a abajo lentamente hasta que estuvo completamente erecto, y mientras continuaba bombeandolo con mi mano, empecé a hacerle sexo oral. Lo lamí desde la base hasta la punta y luego lo introduje dentro de mi boca y mientras lo chupaba como niña con su dulce favorito, con mi mano libre comencé a masajearle los testículos.

Cal comenzó a soltar gemidos y murmullos de placer y sus caderas se movían de manera involuntaria intentando que continuara con lo que estaba haciendo, aceleré un poco el ritmo al que le estaba haciendo sexo oral y mi novio lentamente comenzó a abrir los ojos, para luego apoyarse sobre sus codos y observarme con una expresión que era mezcla de sorpresa y excitación. Me quité la ropa que tenía puesta y me moví sobre Calum, para introducirlo en mi interior y comenzar a montarlo a un ritmo lento que hacía sentir todo delicioso. Cal puso sus manos en mi cintura para guiar mis movimientos mientras a su vez el comenzaba a entrar y salir de mí, cada vez más rápido. Cambiamos de posición y Cal me hizo sentarme de cuclillas en la orilla de la cama mientras él se ponía por detrás mío y comenzaba a tocar mis pechos, y me embestía fuertemente. Cada vez iba más rápido y más duro y ninguno de los dos podía evitar los gemidos de placer que salían de nuestras bocas.

Calum movió una de sus manos hasta mi entrepierna y con sus dedos empezó a estimular mi clítoris, cada vez me sentía más cerca de ese glorioso orgasmo que tanto quería así que comencé a moverme más rápido para igualar a Calum y de pronto sentí algo parecido a una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo y un fuerte gemido salió de mi garganta. Luego de que los espasmos terminaron me voltee y comencé a hacerle sexo oral a Cal hasta que finalmente se corrió en mi boca. Nos besamos y totalmente saciados, volvimos a dormir hasta la mañana siguiente.

Al otro día, cada uno se fue a su respectivo trabajo, menos yo porque tenía turno de noche en el hospital. Luego de tomar desayuno junto a Scarleth, me puse ropa cómoda y comencé a hacer aseo en la casa, abrí todas las ventanas y dejé entrar a los perros mientras barría, trapeaba y sacudía todo. Después de poner a lavar la ropa me senté a descansar, cuando el timbre de la casa comenzó a sonar. Me levanté cuidadosamente y Scarleth apareció por la puerta de la cocina, me indicó que tuviera cuidado al abrir la puerta. Volvió a sonar el timbre y antes de abrir pregunté quién era.

-Tengo una entrega especial para la señora Hood, de parte de su esposo- respondió el hombre.- Son unos obsequios.

Scarleth abrió la puerta por mi, y luego de verificar que era seguro, salí y firmé la hoja de entrega. Me acerqué a la caja de rosas y ví que había un pequeño sobre. Lo saqué y dentro había una nota.

"Solo quedan dos días hasta que seas oficialmente mi esposa y sinceramente siento que el tiempo no pasa lo suficientemente rápido. Eres la mujer mas maravillosa de este mundo, y serás la mejor mamá de todas, Te amo hasta el infinito.

Siempre tuyo, Cal"

Después de entrar los regalos, llamé a Calum para agradecerle el hermoso oso y las rosas que me obsequió, luego de unos minutos conversando me dijo que intentaría llegar antes de que me fuera a trabajar y después nos despedimos. Cuando era hora de irme nadie había llegado aún, así que deje todo bien cerrado, a los perros con comida y agua y me fuí a trabajar junto a Scarleth.

Los dos días se pasaron volando, entre terminar de ver los últimos detalles de la boda, el trabajo, pasar tiempo con mi madre, sin darme cuenta ya era viernes por la tarde. Mi madre insistió en cumplir la tradición de que los novios no pueden verse hasta el día de la boda, así que los chicos se fueron a la casa de Crys y Mike, y Crystal se vino a dormir con nosotras. Estuvimos conversando durante varias horas, Sierra y yo intentabamos relajarnos pero nos resultaba casi imposible, nuestro gran día ya estaba a la vuelta de la esquina. Mi madre y Crystal nos dieron dos cajas a cada una, en la caja que venía envuelta en seda roja, había lencería muy sensual para nuestra noche de bodas, ya que según mi madre a pesar de que ya habíamos tenido relaciones con nuestros prometidos, era muy importante mantener la llama de la pasión. En la otra caja me encontré con mi perfume favorito, el Black XS de Paco Rabbane junto a su respectiva crema corporal, y en la caja de Sierra venía el perfume y crema de la fragancia 212 de Carolina Herrera. Les agradecimos por los regalos y luego de cenar y conversar un par de horas más, finalmente nos fuimos a dormir, o al menos a intentarlo.

Pregnant [CTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora