Alexa (Extra)

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Nuevos sentimientos.

POV' Alexa.

Nunca quise estudiar algo simple y en eso mis padres estaban de acuerdo. Uno de mis sueños era ser modelo profesional, algo en lo que a mi parecer, era buena; pero desde que papá nos abandonó para irse con la mujer con la que estuvo engañando a mi madre por 12 años, me tocó cambiar mis pensamientos. Ya no teníamos el sustento de él y no podía pagarme la escuela de modelaje. Mi madre tuvo que doblar turnos a ir ahorrando dinero para pagarme una carrera decente. Opté por fotografía, pues era algo que me apasionaba también. Estoy agradecida de que nosotras dos pudiésemos salir adelante.

Yo no era una chica amante de los estudios, sin embargo, todo el esfuerzo de mi madre me hizo recapacitar un poco. Ese día llegué temprano a Diagor y me senté en la espera de mis amigas en aquel vacío salón. Estaba prácticamente sola hasta que llegó una chica muy bonita; castaña, de piel morena que llamó mi atención de una forma irregular. Se veía nerviosa, así que por amabilidad, decidí hablarle.

-Vaya, debió ser difícil dejar a tus amigos- «O a tu novio» pensé. Verónica, la chica nueva que me ha contado el porqué se mudó hasta acá. Sus expresiones mostraban tristeza, así que quise preguntar si era porque dejó algún novio por allí, pero no quería ser entrometida con alguien que apenas conozco. Aún así, esta chica me transmitía confianza, tenía algo... Especial. Estaba segura que seríamos amigas.

***

Solo me bastó un par de días para descubrir que la pobre Vero sería la próxima víctima de Lucía Vives y cómo siempre, Taylor ayudando en sus planes de conquista, cosa que yo también hacía, pero esta vez sería distinto. Siento que Verónica no merece que jueguen con su corazón, tampoco parece de esas chicas que quieren una noche de sexo, por favor ¡ninguna de nosotras sabe si le van las chicas! «Aunque eso no es obstáculo para Lucy» Vero era una buena chica y no dejaría que Lucy la engañe, además, por lo que he visto, somos algo así como sus únicas "amigas", pues no la he visto hablar con más personas. Definitivamente, me odiaría y se alejaría de nosotras cuando se entere que Lucy anda detrás de ella. La única manera de arruinarle los planes a la latina era interfiriendo en ellos indirectamente, cómo hacer los trabajos en equipo con Verónica y cosas así. Ese día le había pedido ser mi pareja para un trabajo. Lo haríamos en su casa.

Cuando íbamos en mi auto, la castaña me confesó su minoría de edad. Joder, mentiría si no me sorprendió aquello. Me quedé procesando la información por unos minutos que al parecer para ella fueron horas y una respuesta negativa de mi parte. Por eso dije lo primero que se me pasó por la cabeza cómo excusa para tranquilizarla, pero lo cierto es que me quedé pensando en Lucy y sonreí para mis adentros. Se iba a desmayar cuando se entere que es menor de edad.

-Nunca juzgo a las personas por su edad, color, sexualidad o religión. No soy así. Tienes cara de niña, pero no lo eres- admití en tono juguetón para tranquilizarla.

-¡No soy una niña! Y... Gracias por ser seguir conmigo- su sonrisa causó un calentón en mi pecho y una sensación en mi estómago «Raro»

-No tienes porqué agradecer, me gustas por tu personalidad- confesé. No me había equivocado. Ella era especial.

Cuando llegamos a su casa, me guió a su habitación para hacer el trabajo. Su habitación era igual de grande que la mía, solo que mejor decorada. Recorrí sin vergüenza las paredes color púrpura, sus estantes de libros y algunas fotos. Me causaban gracia algunas, pues era una variedad de fotos de cuando era pequeña hasta ahora. En una de ellas, se podía apreciar a una Verónica en bikini junto a otra chica en alguna playa... «Joder, ahora entiendo a Lucy. Esta chica es muy linda... Para tener 17 años, tiene un cuerpo de modelo... ¿cuando empezó a hacer calor?»

¿Es normal sentir ésto? (Vercy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora