¿Es normal sentir ésto? (Vercy)

Capítulo 7

POV' Verónica.

No sé cómo Thomas y Paul me convencieron de entrar a mis clases. Tengo que agradecerles, ya que ahora me encuentro en clase de diseño y me entero que la profesora mandó un trabajo, de todos modos, de mis labios no saldrá ese agradecimiento; si se los digo, les subiré más el ego y me molestarán más. Definitivamente no quiero que me molesten.

Sonó el timbre de receso, tomé mis cosas y salí del aula para dirigirme a la cafetería. Ayer no me dio tiempo de recorrer todo Diagor, de hecho, sino hubiese sido por Thomas y Paul que me dijeron que la universidad tenía una cafetería, no hubiera almorzado aquí hoy tampoco.

Entré al salón luminoso con ventanales de vidrio, había muchas mesas, parecía un restaurant, solo que menos elegante.

Me acerqué a ver el menú del día y era pasticho de berenjenas. Paso, no me gustan las berenjenas. Seguí viendo y más allá había una cesta con frutas; divisé una manzana y justo cuando la iba a tomar una mano se posó sobre la mía y la manzana, tomando la fruta primero que yo. Quería reclamarle a la persona que me quitó la manzana, que YO la había visto primero, pero cuando giro la cabeza para enfrentarla, me encuentro con ese brillo café claro que no había visto desde ayer.

-Hey, Vero ¿cierto?- asentí -Alexa te ha estado buscando esta mañana ¿dónde estabas?- me dijo.

-Yo... este... yo lle... llegué tarde- tartamudeo un poco y no sé por qué lo hice, yo solo tartamudeo cuando estoy nerviosa.

-Bueno, no importa ya. Yo también llegué tarde- me sonrió arrugando la nariz. Algo que me pareció adorable -¿Vienes conmigo? Alexa y Taylor están por allá- me señaló una mesa.

De nuevo asentí.

Caminamos hacia la mesa, Lucy se sentó al lado de Taylor y yo junto a Alexa quien me abrazó un poco fuerte para saludarme.

-Hola- saludó Taylor con una sonrisa amigable.

-Hola- respondí de igual manera.

-Bueno, Lex, como te seguía diciendo; mis padres y mis hermanos se mudaron a un departamento a unas horas de aquí y...- Taylor siguió hablando con Alexa sobre algo que no sé, mientras que Lucy le dio su primer mordisco a la manzana, algo que llamó mi atención.

Lucy tenía la boca todavía pegada a la manzana mientras me observaba. Me estaba mirando igual que ayer, el primer día que la conocí, con esos ojos que son realmente intimidantes. Ella arrancó el pedazo de manzana con sus dientes y empezó a masticarlo lentamente. Hizo todo esto mirándome. Pero aquí la pregunta es ¿cómo se yo todo esto? fácil, yo también la veo a ella de la misma forma y no tengo idea del por qué. Ella volvió a morder la manzana y al despegar su boca de ésta, una pequeña gota del jugo de la fruta quedó en la comisura de sus labios que fue rodando poco a poco, hasta que sintió la sensación de la misma; sacó su lengua y con ella fácilmente retiró la gota del jugo.

«Santa mierda. Eso fue lo más sexy que he visto hoy».

Siento el calor subir mis mejillas y estoy segura de que están rojas por el miedo que tengo al subir la mirada porque que sé que ella ha notado que la estaba viendo y no hay excusa alguna para justificar mi respuesta. Parecía que todo hubiera ocurrido en cámara lenta. Sus labios tan carnosos y su lengua que se nota que si la pruebas al igual que sus labios estará caliente o tibia «¿Me pregunto cómo será be...?»

-Hola, preciosa- siento una mano en mi hombro y la voz de Thomas que me saca de mis pensamientos absurdos y fuera de lugar.

-Queríamos saber si no te habías perdido en esta cafetería tan grande- la mano de Paul se posó sobre mi otro hombro.

-Estoy bien, chicos. Además, puedo cuidarme sola- rodé los ojos.

-¡Claro que no! Tu necesitas a unos bellos guardaespaldas como nosotros- exageró Thomas con una sonrisa coqueta mostrando su perfecta dentadura.

Bufé por su comentario, lo cual causó la risa de todos.

La hora del almuerzo acabó. Las chicas y yo fuimos a nuestra siguiente clase y Thomas y Paul a la facultad de economía ya que los dos estudiaban Administración de Empresas; una carrera muy profesional para sus cerebros inmaduros.