Tickles.

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Los besitos en el estómago de causaban cosquillas.

Dallon James Weekes trabajaba en una oficina, no importaba cuál era su puesto, la cosa es que era un trabajo de oficina y era aburrido. Llegaba a casa con las piernas adoloridas por estar usándolas tras haber pasado horas y horas sentado, llegaba a casa con la vista cansada y un ocasional dolor de cabeza. Se iba de casa en la mañana luciendo impecable y profesional, y llegaba en la tarde hecho un desastre. Por suerte tenía una forma de animarse y quitar el estrés del trabajo una vez que llegaba a casa.

Suspiró y abrió la puerta, para ser bienvenido por el sonido de la preciosa voz de su novio acompañada por una guitarra. Sonrió ampliamente mientras cerraba la puerta tras de sí tratando de ser silencioso y no interrumpir aquella canción.

—Uh... It's been too hard living, but I'm afraid to die, 'cause I don't know what's up there, beyond the sky—Cantó, tras unos segundos de silencio en los que Dallon supuso que estuvo intentando ver qué acorde iba en esa parte de la canción.

Subió la escalera en silencio, de puntillas, si bien los escalones sonaban, el sonido era camuflado por la guitarra y tal vez lo concentrado que Brendon estaba en la canción.

Abrió la puerta y se asomó a la habitación, para así encontrarse con una de las cosas más hermosas que había visto en toda la semana, por no decir que la más hermosa. Brendon estaba ahí sentado en la cama desecha, con una guitarra entre sus manos, el cabello despeinado, sus gafas resbalándose por su nariz, y, claro que no para su sorpresa, con una camiseta de Dallon puesta por sobre su pequeño y delgado cuerpo. Cuando se dio cuenta de la presencia del mayor, sonrió ampliamente y dejó la guitarra a un lado.

—¡Hola!—Sonrió mientras se levantaba y se acercaba a su novio para abrazarlo—No te oí entrar.

—¿Ah, no? ¿Y qué pasa si hubiera sido un ladrón?—Se rió un poco—¿Qué habrías hecho si no lo oíste entrar?—Preguntó mientras le devolvía el abrazo al menor y apoyaba su mentón sobre la cabeza de éste.

—Seguro lo golpeaba con la guitarra—Respondió, haciendo a su contrario sonreír por la gracia.

—Ya veo, entonces es una suerte que yo no sea un ladrón—Dijo, deslizando su mano por la espalda del menor de arriba a abajo—, porque lo único que quiero ahora mismo es descansar un rato contigo.

Brendon se separó del abrazo, se acercó a la cama, dejó la guitarra a un lado de ésta, y tras dejarse caer al colchón, estiró sus brazos hacia Dallon pidiéndole así que fuera con él. El mayor rió un poco, y tras dejar su chaqueta a un lado y quitarse los zapatos, se recostó junto a su novio y lo abrazó apegándolo a sí mismo.

—¿Cómo estuvo tu día?—Preguntó el menor, mientras jugaba con uno de los botones de la camisa de su contrario.

—Aburrido—Respondió entre un suspiro—, es el peor trabajo del mundo—Se rió un poco.

—Oh...—Soltó—Pero ya estás aquí, en casa—Levantó la mirada con una amplia sonrisa—¡Y yo estoy contigo!

Dallon sonrió, y llevó sus manos a las mejillas de Brendon, para empezar a jugar con ellas haciéndolo reír.

—Claro que sí—También sonrió—, te amo, bebé.

—También te amo, cariño—Dijo, para luego dar un beso en la nariz del mayor. Uno de esos besos super pequeñitos y tiernos que hacían que su corazón palpitara con incluso más vitalidad.

Dallon miró unos segundos a su novio, a su sonriente rostro, a su blanca piel que solo hacía que sus mejillas se vieran más rojas aún, su mirada que no expresaba nada más que cariño y alegría, todo de él, todo era perfecto, y se preguntaba cómo es que un perdedor como él podía haber sido lo suficientemente suertudo como para tener un novio como el que tenía, que lo hacía la persona más feliz del mundo, y que convertía los peores días en los mejores, y que hacía de cada recuerdo un buen recuerdo.

Sus manos bajaron desde las mejillas del menor, por sus brazos, su torso, sus caderas, y finalmente se ubicaron en sus costados, haciendo que éste abriera los ojos como platos, ya sabiendo lo que venía.

—Dallon, no te atre—Iba a decir, pero fue interrumpido por las manos de Dallon metiéndose dentro de "su" camiseta y empezando a hacerle cosquillas, haciéndole imposible la tarea de evitar reír—¡D-Dallon, no, para!—Se quejó entre risas.

El mayor solo se burlaba mientras seguía haciendo cosquillas en zonas que sabía que eran donde más cosquillas sentía su novio, que eran mayormente cerca de su estómago. La risa del menor era extremadamente contagiosa ¿Cómo es que un solo ser humano podía esparcir tanta alegría por el mundo? Es que simplemente no lo entendía. De pronto recordó algo que le encantaba hacer, entonces dejó de hacerle cosquillas al menor, dejándolo así respirar.

—No es justo—Se quejó mientras trataba de regular su respiración—¿Por qué tú no tienes cosquillas?

Dallon se encogió de hombros, con una sonrisa en su rostro.

—Eso solo me da una ventaja.

—¡Exacto! Y es injusto.

El mayor rió un poco, para luego levantar la camiseta que llevaba el menor y acercar sus labios a la piel descubierta de éste, repartiendo así varios besitos por todo su estómago, haciéndolo reír un poco. Eso no le causaba tantas cosquillas, pero sí le sacaba unas pocas risitas que Dallon siempre disfrutaba oír.

—Eres un tonto—Soltó Brendon, llevándose las manos al rostro, haciendo a su contrario reír un poco.

—¿Por qué? ¿Porque disfruto de hacerte reír? Esa es una acusación un tanto injusta, eres tú quien está todo el día riéndose—Respondió, con una pequeña sonrisa ladina en el rostro.

—Pero te aprovechas de que yo sí que tengo cosquillas.

Dallon se encogió de hombros.

—Solo son cosas de la vida—Se burló, para seguir repartiendo besos por el estómago de su novio.

—¿Por qué no mejor me besas a mí en lugar de mi estómago? Eso estaría mejor.

Aquel comentario hizo reír al mayor, apoyando su frente contra el pecho de su contrario, y tras un largo suspiro, volvió a acercarse al rostro de Brendon, con una amplia sonrisa en su rostro.

—De verdad te amo muchísimo, Brendon, no tienes ni idea de lo feliz que me haces—Comentó, haciéndolo sonrojar.

—Ay, cállate, yo también te amo—Se rió un poco, dando un pequeño y totalmente inofensivo golpe en el hombro de Dallon.

El mayor rodó los ojos, para así finalmente besar a su preciosísimo y prácticamente perfecto novio.










No había tocado este borrador en mucho tiempo, LLEVABA TODA LA SEMANA SIN ESCRIBIR ALGO QUE ME RELAJARA ¿SABEN? TODA LA SEMANA ESTRESÁNDOME Y RECIÉN ES LA PRIMERA SEMANA DE CLASES AAAAAAAA

De hecho mi mamá se enojó conmigo porque ya me puse nerviosa, y es como bUENO PERDÓNAME POR PREOCUPARME POR MI FUTURO

Bueno, como sea, ahora que es viernes tengo tiempo y pude escribir esta cosa que es más que nada para DESPEJARRRRME y espero que les guste porque no le puse nada de esfuerzo solo hice lo que quería hacer JAJAJAJA que escritora más profesional que soy guiño guiño

Por cierto, no sé porqué siempre que me resfrío como que no puedo resfriarme como persona normal, no, debo tener ganas de vomitar y que me de vueltas todo y que me duela la cabeza, pero ahora ya está actuando como un resfriado de persona NORMAL así que eso está muy bien, solo tengo mocos :^D

Como sea, espero que estén todos muy muy muy bien, recuerden que los amo un montón y que todos son super suuuuper importantes sin importar qué. Que tengan lindo día (o lo que queda de él, lol)<333

One-Shots Brallon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora