Spidey and Cookies.

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Esa araña estaba mirando a Brendon ¡Podía sentir sus ojos sobre él!

Let's get physical, physical, I wanna get physical, let's get into physical, let me hear your body talk, your body talk!—Cantaba Brendon mientras bailaba escuchando la música salir a todo volumen desde sus audífonos y saltaba al ritmo de la canción.

Iba a la cocina para buscar galletas ya que su pancita rugía por ellas, especialmente por unas galletas de vainilla con chispas de chocolate ¡Eran deliciosas! Y qué suerte que su novio Dallon había comprado una caja de ellas el día anterior. Oh cuánto amaba a Dallon, a pesar de que aún no se lo había dicho, pero sí, amaba mucho a Dallon, él siempre lo cuidaba y le daba muchos mimitos y besitos y lo hacía reír y siempre buscaba hacerlo feliz. Dallon era el mejor novio del mundo y no había quien pudiera negárselo. Como sea, su novio, el mejor novio del mundo, había comprado de sus galletas favoritas solo para él así que iba a tomar unas cuantas ya que no podía resistirse ¡Tampoco era su culpa! Su panza estaba gritando por atención y demandaba que fuera atención de esas galletas, de nada más, y él lo único que podía hacer era obedecerle, pues era un esclavo de su estómago. Estaba apunto de empezar a bailar como Olivia Newton-John, pero se detuvo en seco cuando abrió la puerta de la alacena y vio a un invitado no deseado ahí, haciendo quizás qué cosas, seguro estaba planeando cómo matar a Brendon y luego apoderarse del mundo ¡Las arañas eran malignas y Brendon lo sabía, todos le habían dicho lo contrario y estaban todos equivocados! No pudo evitar soltar un chillido antes de cerrar la puerta de golpe y encogerse en su lugar. No quería morir ese día, definitivamente no.

—¡D-Dally!—Llamó—¡Dally, ayúdame!

Escuchó a Dallon ponerse de pie y suspirar, para luego bajar la escalera.

—¿Dónde estás, bebé?—Preguntó.

—¡E-En la cocina!—Respondió mientras detenía la música, ya que, sinceramente, Physical no era una buena ambientación para esa situación de tensión extrema, es decir ¡Había un intruso que quería matarlo! No iba a vestirse como en los ochenta y a bailar por ahí con esa cosa en su casa, ese era un momento crucial en la historia de su vida, el día en el que alguien entró a su casa con intenciones de matarlo.

Dallon entró a la cocina y vio a Brendon de cuclillas abrazando sus piernas mientras temblaba en su lugar.

—¿Qué pasa?—Preguntó mientras se inclinaba para estar más cerca de Brendon.

—M-Mira en la alacena.

El mayor miró unos segundos a su novio, suspiró y abrió la puerta de la alacena, para encontrarse a ese pequeño amiguito que al parecer estaba atemorizado a su bebé.

—Por favor, Brend, es muy pequeña—Se rió un poco al ver la expresión de terror puro en el menor.

—¿Y qué? ¡Aún así puede matarme!

Dallon rodó los ojos sin perder su sonrisa. Miró al rededor, tomó una botella de plástico y volvió a acercarse a la araña.

Brendon se levantó y se escondió tras la espalda del mayor, parándose de puntillas para poder ver sobre el hombro de éste, pero aún así debía alzar la cabeza un poco si quería ver bien.

—Ten cuidado—Murmuró, sacándole unas pocas risas a su novio—, no te rías, esto es serio.

—Como digas, bebé—Sonrió, mientras acercaba la botella a la araña.

Cuando acercó el objeto de plástico a su objetivo, éste se movió hacia atrás, fue en ese momento en el que Brendon aguantó la respiración y se aferró a la camiseta del mayor. Dallon frunció el seño, y empujó a la araña con la tapa de la botella, lo cual fue un poco difícil ya que al parecer ese pequeño amigo quería ir hacia al otro lado. Cuando Dallon se rindió con la tapa, tomó la caja de las galletas de Brendon y con ella empujó al arácnido, consiguiendo así que finalmente entrara a la botella y la tapó.

—Listo, ya no hay que temer—Anunció, haciendo que el menor soltara todo el aire que había estado aguantando.

—Sácala, por favor—Pidió.

El mayor asintió con la cabeza, abrió la ventana, dejó a la araña en el marco de ésta, la empujó un poco hacia afuera y cerró la ventana.

—¡Eres mi héroe!—Celebró Brendon saltando a abrazar a su novio, haciéndolo reír.

—Necesito un premio—Habló, sonriendo de lado.

Brendon volvió a ponerse de puntillas, y plantó un rápido beso en los labios de Dallon, para así volver a abrazarlo con fuerza.

—Te amo—Soltó.

Sintió como el corazón del mayor comenzaba a latir con fuerza. Cuando suspiró, devolvió el abrazo al menor, rodeándolo entre sus brazos.

—También te amo—Sonrió.

Eso hizo que la sonrisa de Brendon se volviera lo más amplia posible ¡Su héroe lo amaba de vuelta! Esa situación sí que era para saltar y bailar con música de los ochenta de fondo. Apretó con fuerza a su novio, sabiendo que con sus brazos nunca podría hacerle daño aún así si alguna vez llegaba a intentarlo.

—Eres el mejor de todos—Comentó, para luego dejar un beso en la mejilla del mayor, y soltarlo en busca de sus queridas galletas.

Cuando se dio cuenta de que la caja había tocado al letal enemigo, procuró no tocarla donde había estado la araña, y una vez que tuvo la caja en su mano, sacó una galleta. Por fin conseguía lo que quería, pero antes de llevarse la primera galleta a la boca, miró a su novio, sonrió y se la ofreció, haciéndolo reír un poco.

—¿Tienes idea de lo lindo que eres?—Habló Dallon mientras tomaba la galleta. Aquel comentario hizo sonrojar al menor.

—Solo te di una galleta—Respondió.

Dallon se encogió de hombros—Tal vez es cosa mía, pero me pareces lo más lindo del mundo.

—Y eso lo dices tú—Sonrió, para luego finalmente llevarse una galleta a la boca.

Quién pensaría que eso ocurría debido a la inesperada visita de un pequeño amigo arácnido.










Síp, sigo amando escribir cosas Fluffy;)

Quién se acuerda de Messages. Pues en la conversación de la araña quise hacer un One-Shot sobre eso. Al principio iba a escribir lo que ocurrió fuera de los mensajes, pero fue como MMMM nah.

Eso, los amo, cuídense mucho, son los mejores, tengan bonito día<3

One-Shots Brallon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora