Love of my life.

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(Segunda parte de Medicate porque algunas personas lo pidieron -cofcofdoscofcof)

Bring it back, bring it back, don't take it away from me because you don't know what it means to me.

Era extraño poder ver sus manos manchadas de sangre, de sangre propia ¿Cuándo había sido la última vez que había hecho algo así? No lo recordaba, pero ahí estaba de nuevo, haciendo cortes por casi todo su cuerpo, a ver si ese ser maligno por fin salía por alguna de esas aperturas en su piel. Nada funcionaba, pero al no tener ninguna otra solución solo siguió intentando con esa. Siguió haciéndose daño, siguió sacándose sangre esperando que al terminar por fin sería un ser humano normal sin un monstruo viviendo dentro.

Escuchó a alguien tocar la puerta con fuerza, repetidas veces. No quiso abrir, decidió quedarse en silencio para hacerle creer que no había nadie.

-¡Brendon, sé que estás ahí, por favor abre!-Escuchó a Sarah, su mejor amiga, gritar desde fuera-¡Dallon y yo estamos muy preocupados por ti!

No supo qué hacer. Sarah estaba afuera, seguro Dallon le había contado de lo que había ocurrido más temprano y ahora no podía escapar. Especialmente porque Sarah conocía de su problema, y de hecho, era la única persona a la que Oscuridad había aceptado, ni si quiera le gustaba, solo que ya se había rendido con ella. Quería morir, definitivamente quería morir.

-Brendon, por favor, abre.

-¡Cállate!-Gritó. Bueno, si bien sonaba como su voz, no había sido él realmente, había sido ese monstruo que al parecer estaba tomando poder.

-¿Brendon?-Esa fue la voz de Dallon.

Eso solo hizo que deseara que toda esa sangre, todo ese desastre, se limpiara de forma quizás mágica, quería que todo estuviera bien y que ni Sarah ni Dallon tuvieran algo de lo que preocuparse.

-¡Largo!-Volvió a gritar aquella cosa mientras el pobre de Brendon solo podía llorar y negar con la cabeza una y otra vez.

Se levantó con todas sus fuerzas mientras seguía llorando y negando con la cabeza, y se dirigió a la puerta mientras sentía aquella opresión en el pecho que le aplastaba ya no solo el corazón si no que también los pulmones. Cuando por fin logró abrir la puerta no logró ni si quiera levantar la mirada antes de que Sarah lo abrazara con fuerza. Vio a Dallon mirándolo preocupado, sorprendido, se convencía a sí mismo de que asqueado incluso.

-¡Déjame en paz!-Insistió Oscuridad mientras empujaba a la chica, con Brendon aún derramando lágrimas por sus mejillas y negando con la cabeza una y otra vez.

-L-Lo siento-Murmuró Brendon.

Dallon solo pudo fijarse en la sangre que manchaba la ropa de Brendon, estaba buscando las palabras correctas para hablar pero toda esa situación le resultaba tan confusa que no lograba entender absolutamente nada.

-Brendon ¿Lo hiciste otra vez?-Preguntó la chica.

-¡No debería importarte!

-¿De qué estás hablando, Brendon? ¡Mira tu ropa!-Exclamó Dallon.

-No, no, no-Soltó Sarah, para luego voltear al más alto-, Dallon, tú no entiendes.

-¿Tú también dices lo mismo? ¡Quiero entender, de verdad!-Se quejó el mayor.

-¡Ni si quiera sé porqué viniste! ¡Eres un imbécil y siempre lo has sido, nunca te tomaste el tiempo suficiente para pensar bien en las cosas y ahora aquí estamos! De verdad que eres un idiota ¿No? ¡No piensas!-Hablaba Oscuridad por sobre los llantos de Brendon-Así que te recomiendo que esta vez sí lo pienses bien, antes de que haga lo que quiero hacer contigo, y créeme que-

One-Shots Brallon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora