Si Dallon ganaba se llevaría un gran premio.
Dallon era el capitán del equipo de fútbol de su escuela, y al día siguiente tenían un partido clasificatorio para un campeonato donde compartirían varias escuelas. No era nada tan serio, pero Dallon estaba muy nervioso ya que era su primer partido como capitán del equipo y si perdían toda la escuela se enojaría con él (bueno, no toda, pero él lo sentía así). Por otro lado, Brendon era el presidente del periódico escolar, así que debía ir a casi todos los eventos extracurriculares, claro que no le molestaba ir al partido, pues él estaba bastante emocionado por ver a su novio jugar. Era curioso que el maestro lo enviara a él al partido, pues toda la escuela sabía de su relación con el nuevo capitán del equipo de fútbol, es más, en el anuario del año anterior los habían denominado la pareja más linda de la clase (En el anuario de Brendon esa página estaba llena de corazones hechos con plumón), la cosa es que habían altas probabilidades de que se distrajera por ver a su novio jugar, pero al parecer es que el maestro le tenía confianza... Cosa que agradecía, porque así iba a ir en el bus con su novio (y todo el equipo, pero eso ya le daba igual).
Ese día estaban en casa de Dallon, no haciendo nada más que holgazanear juntos. Estaban echados en el sofá, abrazados, Brendon sobre Dallon con su cabeza apoyada en el pecho de éste, escuchando su pulso rítmico y tranquilo.
—¿Entonces vas a ir mañana?—Preguntó Dallon de pronto.
—Sí, voy a ir con ustedes, quieren que documente todo para hacer un artículo pertinente—Respondió el menor—¿Por qué? ¿No quieres que vaya?
—No, al contrario, sí que quiero que estés ahí.
Brendon suspiró con una sonrisa, y levantó su mirada para encontrarse con los ojos azules de Dallon sobre él. Se rió un poco y quitó algunos mechones de cabello que caían sobre el rostro del mayor.
—No tienes que estar nervioso, Dallon—Dijo Brendon, dejando su mano en la mejilla de su novio, sus dedos tras la oreja de éste y su pulgar en su pómulo—, vas a hacerlo bien.
—¿Y qué pasa si no?
El menor desvió la mirada unos segundos, y cuando sus ojos volvieron a encontrarse con los de Dallon, tenía una enorme sonrisa en el rostro.
—Tengo una idea—Dijo—, si ganas, Dallon, adivina qué.
El mayor alzó las cejas, esperando a que su contrario le compartiera su idea.
—Voy a besarte—Se rió un poco, sintiendo como el color rojo se volvía el color prominente en su rostro, pero no le importó al ver que a Dallon le ocurría lo mismo.
La verdad, no llevaban ni si quiera un año juntos, si no que algunos meses, y su primer beso aún no había ocurrido, ya que ambos se acobardaban o eran interrumpidos, entonces esa sí que era una motivación para Dallon, ya que en serio que se moría de ganas por besar a su lindo novio, y si bien eso le daba algo de presión, le daba también otra razón para dar todo su esfuerzo en el partido del día siguiente.
—Hecho—Asintió con la cabeza.
Brendon rió un poco y dio un beso en la mejilla de el mayor.
Y al día siguiente ahí estaban, el equipo subía al bus mientras Brendon hablaba con el entrenador y anotaba algunas cosas, seguramente para el artículo del periódico. Dallon se le quedó viendo unos segundos, era gracioso lo pequeño que Brendon se veía al ser rodeado por todos esos jugadores de fútbol altos y fornidos. Su novio era adorable.
Cuando Brendon terminó de hablar con el entrenador, se acercó a su novio, y abrazó el brazo de éste.
—¿Cómo te sientes?—Preguntó el menor.
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One-Shots Brallon.
Hayran KurguIdeas que no son lo suficientemente largas para hacerlas Fanfic.