“Primera clase”
-¿Qué estaba haciendo ella? -mi voz salió completamente neutral, no era momento para estallar en emociones, yo quería saberlo todo antes.
-¡Dios! -Ally dejó escapar un suspiro irritada, ella estaba completamente en desacuerdo de lo que tuvo que hacer y sabía que probablemente toda su indignación era por eso y no por lo que pudo o no haber visto- Ella salió de clases, estuvo con un par de chicas afuera -por la descripción que posteriormente me dio eran Sandra, Marielle y Dinah- hablaron un poco, no lo sé, rieron, ya sabes -dijo ella intentando explicarse- luego un auto llegó y un chico alto se abrazó a una de las chicas, una chica salió del auto y Camila y ella estuvieron conversando entre risas y abrazos -su voz se volvió cautelosa- ella subió al auto con ella Lauren, no lo sé, no vi nada demasiado comprometedor, pero ella la trato diferente, ¿entiendes? -preguntó casi susurrando.
-¿Cómo? -pregunté sin revelar nada en mi voz.
-Como entusiasmada de verla, ya sabes diferente a como trataba al resto de personas junto a ella.
-¿Cómo me trataba a mi? -pregunté ahora un poco menos determinada, yo no quería saberlo, pero necesitaba hacerlo.
-Yo no lo sé -dijo ella dudando- yo no creo que debas seguir con esto Lauren.
-Gracias por hacerlo -dije intentando no perder la cordura en ese mismo instante- gracias, te debo una.
-Lauren… -Ally habló bajo- yo lo siento, ¿bien? -preguntó- pero ella merece estar con alguien, ella también debe seguir su vida. ¿Tú quieres que hablemos de esto?, saca todo eso Laur, yo te escucho. Sabes que te escucho.
Lo importante del caso es que hay recuerdos que aunque quemen es mejor no compartirlos, así se trate incluso de un buen amigo o de alguien a quien consideres tu hermana del alma, esas cosas que se pasean por tu cabeza haciendo estragos es mejor intentar solo borrarlas. Por eso no podría hablar esto con Ally, yo ya no podía hablar sobre esto con nadie.
-Lo sé -y con eso acabé la llamada.
Camila seguía con su vida, yo no era tan egoísta o irracional para no asumir esa realidad, podría parecerlo en algún punto, pero no lo era. Quería estar feliz por eso, quería sentirme bien de que ella había conocido a alguien más, yo querida dejarla continuar, finalmente ambas podríamos avanzar. Yo quería, pero no podía.
Mi primer impulso fue acabar con todo lo que había sobre el escritorio de mi estudio, un impulso muy infantil, pero necesario, golpear hasta la última pieza que estuviese parcialmente intacta ante mis ojos, acabar con todo como el gran huracán de emociones que era en este momento. Mi mente comenzó su propio juego, imaginarla con alguien más, sin importar quien fuese esa persona me hizo sentir furiosa, pero sobre todo conmigo por haber permitido eso, por haberla dejado.
-¿¡Qué demonios Lauren¡? –La sorpresa de Alexa al entrar al estudio medio destruido me hizo volver de inmediato a mi estado medio racional, me encontré con mi tan estúpido acto frente a mis ojos- ¿perdiste la cabeza?
-Necesito un minuto –pedí intentando controlarme, pasé desesperadamente las manos por mi cabello y miré el desorden- solo necesito un minuto.
Sé que Alexa no hubiese cedido ante esa petición de no ser por mi total y descontrolada actitud de psicópata, esto era lo que había conseguido un mes y medio después de dejar a Camila, yo me había vuelto irrevocablemente loca sin ella. Lex meditó un poco antes de cerrar la puerta dejando escapar un suspiro cansado, era evidente que mi actitud comenzaba a tomar influencia en la suya, ella tampoco estaba feliz, ni mucho menos calmada. Nadie lo estaría últimamente conmigo cerca.
