“ser uno mismo, sin dejar de ser dos”
-Si, la vi hace unos años -comento- cuando estaba en Destiny’s Child, aunque no eran tan famosas en aquel entonces, tenían ese promocional -hago un poco de memoria- “No, no, no” si ese, gran tema.
-¡no tengo idea de lo que hablas! -dice riéndose de mi anécdota, es obvio para ese año ella tendría… De hecho ella acabaría de nacer cuando salió esa canción, no tiene caso.
-olvídalo, ¿necesitas algo? Ahora debo colgar -aviso un poco atareada con los papeles sobre el escritorio.
-No… Solo que vengas a la misma hora de ayer, ya puedo ir por mi moto -dice contenta.
-Camila yo no puedo salir de aquí hoy también, lo siento, no ¿puedes ir con alguien más? -pregunto mientras abro un par de carpetas
-¡No! ¿Acaso choque con alguien más? -dice renuente.
-Haré lo que pueda… -ya ganó, no tiene sentido pelear.
-Te veo a la salida.
Una vez más estoy entre el trabajo y la niña hiperactiva que no tiene ningún tipo de consideración conmigo, es un verdadero dilema. Reclino un poco mi silla hacía atrás, respiro profundo y paso mis manos por mi cabello, un suspiro, y regreso mi cuerpo hacía delante, apoyando ambas manos en el escritorio: “Necesito un descanso”, es lo primero que pienso y digo, miro el reloj sobre la puerta, “Es temprano”, podría salir sin problemas, mi jefe es un tipo paciente, tranquilo y sobre todo es un autentico desinteresado de lo que su personal hace, su único requisito es que la entrega de los proyectos sean puntuales, lo que hagamos dentro o fuera de la empresa lo tiene sin cuidado, un tipo raro sin duda. Considero las posibilidades de irme y buscar a la adolescente inquieta que no deja de llamarme, me arrepiento a último minuto y regreso a mi silla detrás del escritorio. Lo mejor es trabajar.
-Jefa -la voz de mi secretaria me saca de mi pequeño trance laboral- toque la puerta, pero no respondió -se excusa mientras entra- tiene una llamada en la línea dos de New york.
-Gracias -respondo tomando el teléfono- ¿sabes si el jefe está en la oficina? -pregunto antes de que salga.
-No, tuvo una reunión con la gente G&P de Italia, algo urgente -dice con una sonrisa breve antes de irse y dejarme sola.
Finalmente presiono el botón de la línea dos y escucho una voz familiar.
-¿Cuánta ineficiencia hay en ese lugar? -pregunta Jennel mi asistente de NY, una pasante de la oficina que terminó siendo mi amiga.
-¿Tienes mucho rato en espera? -digo sonriendo, me alegra oírla, ella es sensacional y una futura Publicista de primera.
-Demasiado, yo jamás tardé tanto en pasarte una llamada -dice quejándose- ¿Cómo está mi licenciada favorita? -pregunta ahora un poco eufórica- ¿Qué tal está el lugar?
