"No lo hagas”
Subí al avión descontando los minutos, sacando mis cuentas mentales del tiempo que estuve fuera y haciéndome una tortura bien particular de como podría estar perdiendo al amor de mi vida mientras estaba sobrevolando el país. Mi recorrido antes de terminar en casa de Allyson fue bastante inútil, no conseguí hacer nada que me ayudara, solo perder el tiempo. Pero pensar no era una de mis habilidades después de la noche que había tenido y todo mi resiente acto de valentía me tenia exhausta tanto física como mentalmente.
-¿La volviste a ver? –fue mi frase de saludo para Ally que todavía no entendía bien mi presencia en su casa tan temprano y de improviso.
-No, sabes que fuera de ti, no tenemos nada en común, -respondió sirviendo un café para mi- ¿dónde crees que podría encontrármela?
-Lo sé, lo sé –asentí rápidamente- pero tal vez supiste algo, la busqué en su colegio y no estaba, resulta que ya acabaron las clases, ¿sabias eso? –Pregunté consternada, yo estaba acelerada por el exceso de cafeína que he tenido en mi organismo para poder venirme de madrugada- ella no me atiende el teléfono, tampoco con sus amigas respondieron, no sé nada Ally, estoy enloqueciendo aquí.
-¡Cálmate Lauren!, -Ally exclamó nerviosa- toma las cosas con serenidad, piensa en alguien que pueda ayudarte a ubicarla, -sugirió- no entres en desesperación.
-Es que cada segundo que pasa es una posibilidad más de perderla, -dije nerviosa- ¿entiendes?
-Lo entiendo, -ella tomó su celular para llamar a su trabajo un segundo- ¿quieres que intente localizar a sus amigos?, -preguntó tapando con su mano la bocina- conozco gente en la ciudad, puedo hacerlo.
-Creo que será más rápido si busco a su familia –dije pensando un poco- ellos tienen que saber dónde está y me lo tienen que decir. Ella probablemente se fue de fiesta, ya debe estar en casa, no sé que pensar –yo estaba tan confundida.
-Cuidado con eso, Ally advirtió en cuanto dije “padres”- tal vez no sea la mejor idea.
-No lo es, -concordé con ella- pero es la única alternativa.
-Entonces vamos, -ella se puso su abrigo y tomó sus llaves- yo te llevo a su casa.
-Gracias Ally, eres una buena amiga. –la seguí por la puerta principal a punto de estallar de nervios.
Hicimos un camino silencioso hasta su casa, Ally manejó tan deprisa como le era permitido legalmente, yo repasé mi conversación inicial con los padres de Camila, era un hecho que iba a toparme con ellos antes de poder hablar con ella, eso me tenia tensa, pero necesitaba esto, la necesitaba a ella.
Yo salí del auto hecha un mar entero de nervios, pero más que nada ansiosa de verla, caminé intentando no dudar de cada paso, Ally salió tras de mi, ella lo sabía yo no podría llegar sola a esa casa, no tendría ni una onza de valor en mi cuerpo para caminar, menos para tocar a la puerta de sus padres y mucho menos sabiendo que la podría encontrar con alguien mas. Caminamos en silencio hasta su puerta, llena de pánico toqué el timbre y aguardé, Ally se quedó cerca de las escaleras, aun podría verme probablemente, pero yo solo alcanzaba a ver su espalda. Sé que ella estaba nerviosa por mi estado tan critico, pero más que nada por mi reacción al ver a Camila, sobre todo conscientes de no saber que podría encontrarme ahí, los pasos se acercaron a la puerta y vi a su madre abrir con cierto desconcierto y desconfianza en su mirada. Tras ella estaba la hermanita menor de Camz, mirándome de la misma forma, solo que ella tenia esos ojos tan parecidos a los de su hermana y me daban un poco de paz en comparación con los de su mamá que estaban destruyéndome con cada segundo que pasaba frente a ella. Respiré, tomé valor cerrando mis puños a los costados de mi cuerpo y dejé salir todo el aire antes de decir algo. Era el momento.
