Capitulo 8

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“Es tu amor lo que espero.”

-¿Qué no soy virgen?, ¿qué me gustan las mujeres?, ¿qué salgo con una que es mas de diez años mayor?… -lo pienso- pues… Una de tres, de lo demás no tienen ni idea.

Y a ella solo le queda adivinar: ¿¡cuál de las de tres!?

-Pero tranquila yo solo tengo dos vicios –aviso sentándome sobre su regazo, observando su mirada de confusión y al mismo tiempo de intriga- el cigarro y las mujeres de ojos verdes.

-¿Acaso intentas seducirme? –pregunta dejando un corto beso en mis labios- ya lo conseguiste, no es necesario.

-Eres una mujer fácil Lauren –digo para molestarla, su mirada de sorpresa me dice que lo conseguí.

-Cuida tus palabras Camila Cabello –dice empujando sobre ella y apagando el cigarrillo- no fumas en tu casa, tampoco en la mía.

-¡mi casa! –por un momento salgo de mi pequeño cuento privado, tengo que volver a casa- ¡debo irme! –aviso tomando mi ropa, mi bolso y verificando que no deje nada más.

-Pero… -su mirada esta siguiéndome por todo el departamento- ¿quieres que te lleve?

-No, Lauren no tienes energía ni para levantarte del sofá –exclamo burlándome de su estado agotado- llama un taxi -aviso mientras entro velozmente al baño y grito la dirección de la casa de Marielle.

-¿pero que harás allí? –Cuestiona ella poniéndose una camisa y apartando el teléfono de su boca- ¿Por qué no vas directo a tu casa?

-Debo ir por mi moto –explico intentando ponerme un zapato mientras corro a su lado.

-No creo que debas conducir de noche –comenta ella con una mueca que demuestra su preocupación, ¿acaso puede ser más linda?- yo creo que…

-¡Que nada! –digo dándole un beso en los labios, ¿acaso puede tener unos labios mas provocativos? –te llamo mañana.

-Pero… -no la dejo terminar cuando ya estoy en la puerta de salida.

-¡Camila…! –exclama haciéndome detener.

Y antes de que sea capaz de accionar el botón del ascensor tengo sus manos rodeando mi cintura, girándome con determinación, seguido de un beso suave, que cambia de intensidad con el paso de unos segundos, Lauren puede ser tan dócil como impulsiva, en otras palabras fascinante, única. — ¡Buenas noches!— Dice presionando el botón, —por favor, avísame que llegaste bien, ¡por favor! —.

                                                                       ***

Era lógico que después de una escena como esa mi mente se iba a desconectar de mi cuerpo, me olvidé de todo, eso incluía la cena con la familia de Ally, cuando finalmente lo recordé y busqué mi teléfono, noté que era muy tarde como para llamar y disculparme, decidí enviarle un mensaje con una excusa cualquiera y pidiéndole que nos encontráramos para desayunar, era claro que no obtendría respuesta por la hora, dejé mi celular en una mesa cerca de la cama luego de recibir la notificación de que Camila ya estaba en su casa y lista para dormir, y sin darme tiempo de nada terminé rendida allí.

Anyway Love CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora