“Si quieres ver el arco iris tienes que soportar la lluvia”
-Tiene 28 Camila, -repite Sandra como si yo no supiera con precisión la edad de la mujer con la salgo- tus papás se van a suicidar cuando se enteren de eso.
-Espera un poco… -Marielle interrumpen a su hermana- ¿se la vas a presentar a tus papás?
-Bueno eso es… -intento contestar pero estoy en una especie de interrogatorio.
-No, -interfiere Marielle nuevamente- es obvio que no puedes hacerlo, ellos van a enloquecer Camila…
-Si, pero tal vez sea la mejor solución. –finalmente hablo intentado calmar la situación.
-La solución es que esperes a tener 28 para salir con ella. –comenta Dinah preocupada.
-No está mal, -Dice Marielle riendo ahora- tú 28 y ella 38, parece buena pareja…
-¡pueden callarse! –Grito en medio de todas- Ya me dieron un fuerte dolor de cabeza
Una tarde llena de amor en algún rincón de México.
-Camz ven rápido, ya comenzó la película.
-¡Espera!, -grita desde la cocina- ¿puedes detenerla?, -antes de que diga que no, ella se responde- claro que puedes, ¡detenta!
-pero Camila, -la escucho abrir y cerrar todos los cajones de la cocina- ¿que más necesitas de la cocina?
-¡Chocolate! –exclama ella.
-Ahí no hay chocolate pequeña, -respondo conteniendo la risa- no pierdas el tiempo.
-Te odio -su voz se aproxima- ¿cómo que hay chocolate?
-Sabes que no me gusta. –explico como si a ella realmente le importase mis razones.
-¿esa es tu excusa? -cuestiona subiendo una ceja- yo necesito chocolate.
-Pero… -la miro, estoy como adicta a esa mirada, a esos labios, a la sonrisa, probablemente a la combinación de todo en ella- ¿quieres que vaya a comprar?
-Es exactamente lo que quiero -responde con una sonrisa victoriosa- ¿vas?
-¿estás jugando? -cuestiono aún insegura- ¿es tan importante Camz?
-Laureen… -dice haciendo un gesto de niña pequeña mientras se acomoda en la cama- mientras más tardes en ir, más tardaremos en ver la peli.
Y sin sentirme demasiado orgullosa de eso, estoy camino a la tienda más próxima, comprando Chocolate, nutella y algo de vino, si voy a complacerla aprovecho para complacerme. ¿Acaso ella me hizo salir de mi casa para comprarle algo que ni siquiera me gusta?, ¡que vergüenza Lauren Jauregui!
-¿Hey que haces?, no, no, no… ¡detente!
-¿Qué? –ella suelta el envase y me mira con algo de confusión y tal vez miedo- Solo voy a probar la nutella
-No, no la comerás así.
-¿Qué pretendes? –pregunta subiendo una ceja, esa es su expresión mas frecuenta de desconfianza- te advierto que no voy a poner esto sobre mi cuerpo.
-¡Por Dios Camila!, no pretendo eso. –Respondo algo fuera de lugar, a veces su cabeza es una película, generalmente una para mayores de 18 años- solo quiero que la pruebes con Vino.
-No haré eso. -replica determina, tan cabeza dura como solo ella es.
-Lo harás, no hay nada más placentero que la Nutella con Vino tinto, ahora ven aquí y pruébalo en silencio por favor.