“Seguir adelante contigo o sin ti”
Ante la imagen de Camila perdiéndose en la lluvia no resistí estar un segundo más en el auto, bajé siguiendo mi impulso de correr tras ella, de detenerla, de decirle que la amaba incluso tanto que dolía. Pero no lo hice. Apoyé mi cuerpo a la puerta y dejé mi frente sobre el vidrio, lo toqué levemente y ahogué un pequeño suspiro, -Perdóname pequeña- susurré conteniendo mis lágrimas, -sé que esto es lo mejor para ti- convencida de que por ella tener un corazón joven y lleno de inexperiencia pronto iba a encontrar una manera de olvidarse de mi, regresé al interior de mi auto. -¡Tú quieres esto, tú elegiste esto!- me grité antes de encender nuevamente el motor, mi celular vibró sobre el asiento que hace unos minutos Camila ocupaba, lo tomé con la idea un tanto infantil de que podría ser ella, de que tal vez fuese ella. No era ella.
-¡Ahora no Alexa!- le hablé a la pantalla que mostraba su número mientras la luz encendía y apagaba. Intenté despejar mi mente para salir finalmente de esa calle, encendí mi estéreo buscando la paz que ya hace varios días no tenía.
Escuché la melodía que ya iba más o menos a la mitad, ya todo iba mal, sonaba "The Fray"
"… It’s how it’s always been
When you’re older, you will understand
If I say who I know it just goes to show
You need me less than I need you
Take it from me…”
Atentamente escuché la letra sintiéndome cada vez más miserable con cada palabra pronunciada. "Me necesitas menos de lo que te necesito Camz"
-¿Sí esto es lo correcto por qué se siente tan mal?- me cuestioné mentalmente antes de apretar el acelerador, necesitaba ir con la única persona que podía consolarme o gritarme ahora, necesitaba a mi mejor amiga.
***
El daño puede ser potencialmente mayor si las armas a usar son las palabras, lo sé porque hubiese preferido mil veces una cachetada que escuchar a la mujer que amaba decir en mi cara que no tenía razones para luchar por nosotras.
-Hija… ¿se te quedó algo? Creí que ya irías camino a casa de las chicas… -murmuró mi mamá desde el sillón de la sala antes de verme a la cara y notar mi depresivo estado- Camila… ¿Estás bien hija? –ella se puso de pie de inmediato para intentar abrazarme, la esquivé haciendo mi camino a la habitación- Cami… -cerré la puerta sin responder nada, sabía que estaba siendo una idiota, que mi mamá no era responsable de esto, pero no podía, no quería, no necesitaba ver o hablar con nadie ahora.
Todo parecía tan irreal en este punto, ella solo regresó para terminar conmigo, ella estuvo una semana evitándome y ahora viene y en menos de diez minutos conmigo termina todo lo que hemos construido estos meses, termina con todo, como si los sentimientos están sujetos a un contrato verbal, como si ella pudiese dejarme sin una razón real, como si yo no valiese nada.