“Dos pasos adelante y uno atrás”
-¡Lauren! –Alexa me miró con algo de temor, ella no estaba comprendiendo mi actitud, ni yo misma lo hacia- eso no fue para tanto -de inmediato se sentó sobre la cama para aclarar aquella escena que sobrepasó los limites de sensibilidad- Yo solo me molesté, pero no tienes porque reaccionar así.
-Yo solo… -suspiré intentando recuperar la compostura- lo siento, porque sé que no fue justo para ti tampoco –hablé sin demasiado sentido, Alexa no entendía nada porque relativamente no sabía nada, no sabía lo que yo estaba viviendo una guerra interna por Camila y ella- yo solo quiero dormir –pedí aún sollozando.
-Vamos… ven… -indicó el espacio vacío a su lado y se acomodó luego de que yo caí vencida por mis emociones, su mirada era confusa y analítica, allí estaba ella tratando de descifrarme, tratando de comprenderme, era inútil, yo no podía hacerlo, ella menos podría.
Esa noche no solo me cuestioné mis acciones, no solo afronté mi dolor, porque sería egoísta, sería injusto, pensé tanto en Camila como me fue posible, en como debió sentirse ella cuando decidí salir de vida, en como la debí lastimar también. Todo se salió de control, yo finalmente comprendí que no tenia opciones, alternativas, no tenia nada. No hice lo mejor para nadie, lo que hice perjudicó a una mujer sumamente importante y dejó de un lado a otra que era más de lo que podía imaginar. Ya era tarde. Demasiado tarde.
-¿En quién piensas? –La mañana siguiente fui incapaz de dejar la cama, estaba aun tan vulnerable- Estás muy concentrada Lauren Jauregui –Alexa se giró quedando apoyada sobre el codo en la cama.
-No, en nada… –la saludé rápidamente- Trabajo. Tengo mucho de eso en la cabeza –justifiqué.
-Trabajo, siempre trabajo. –Ella revisó su teléfono mientras hablaba- Me iré a una reunión en el club –habló tranquila mientras leía lo que parecía la invitación- es bueno que me vean allí, bueno para las Relaciones públicas de la empresa ¿vienes?
-No. -a mi que me pueden interesar las relaciones públicas de un club nuevo, me importa nuestra relación, pienso algo frustrada- Saluda a tus amigos.
-Como quieras -responde dejando la cama para tomar una ducha- ¿todo bien? Ya sabes por lo de anoche –dice mirándome inquisitivamente.
-Claro cielo –la beso antes de irme a la cocina, sé que todo ha sido demasiado extraño estos días y me vendrá viene estar sola este sábado.
Alexa insistió en que yo compara esta casa alejada de la ciudad, no digo que no sea hermosa, pero yo hubiese preferido un piso en algún edificio cerca del trabajo, una razón menos para conducir tanto después de un largo día en la oficina, ella decía que con todo el drama que le causa su trabajo necesitaba el silencio que había en esta zona, y como era cierto eso, porque en efecto en esta casa ahora hay silencio de sobra.
El aroma del mar llena mis pulmones por completo, no hay manera de asegurar que estás respirando aire fresco si no estás recibiendo justo de ese aire. Su risa era sin duda más fresca que la brisa con la que se confundía. Ella por unos segundos tuvo uno de esos ataques de felicidad, de los que te hacen reír incluso cuando nadie ha contado un chiste, cuando solo hemos cruzado miradas, cuando no hay motivos grandes, solo pequeños. Pero esos son los más importantes. Tomó mi mano enlazándola a la suya sin cesar la risa contagiosa, en segundos tuve su otra mano en mis mejillas.
