Capítulo 1.

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Mangel:

Me encantaba este clima. Estaba haciendo frío, había nubes negras y, obviamente, estaba lloviendo. Los relámpagos iluminaban la ciudad de Madrid. En este momento me encontraba en el cementerio. Deje el ramo de flores sobre el suelo. Ya había pasado 3 años desde su muerte, tan joven con muchos sueños.

-Pequeña, prometo que cuidare de tu hermano. No dejare que nada malo le pase.

Me hubiese gustado haberla conocido más, hablarde nuestros gustos o hacerle bromas a su hermano. Reírnos hasta sentir que nosfalta el aire. Me siento un tonto por no haber podido hacer nada incluso de nodarme cuenta de lo que estaba pasando en ese horrible lugar. ¿Qué clase depadres harían esto? ¿Para qué mierda tendrían hijos si al final los van amaltratar hasta llegar al punto de matarlos? ¿Por qué existe tanta gentehipócrita? Aunque la haya visto una vez, se notaba que era una buena niña. Ni Rub, ni ella se merecían tanto sufrimiento.

Rubius, Rubius y más Rubius. Aún no puedo creerme que este supuesto día hermoso iba a terminar siendo el peor, él en el hospital, luchando con el poco tiempo que le queda. Ya hace dos horas estoy esperando a que me den una noticia de esa operación. Alex estaba sentado a mi lado, intentando darme ánimos pero no lo lograba. Me levante de mi asiento y comencé a caminar de aquí para allá mientras que me mordía los dedos, no lo podía evitar, realmente tenía miedo a que pasase algo muy malo. Mi madre tenía los ojos hinchados por haber llorado tanto, me ponía peor verla así.

-¿Familiares del señor Doblas?.

-¡Aquí!- gritamos todos.

-¡¿Cómo se encuentra Rubén, doctor?!- mi padre le agarro de los hombros desesperadamente.

-Cálmese, señor, la operación salió bien.

Eso me puso feliz, a todos. Los cuatro nos abrazamos fuerte mientras llorábamos de la felicidad. Él está bien, está vivo.

-Pero...

Hijo de puta.

-Está en coma.

Está en coma, está en coma, está en coma, sentí cómo la presión me bajaba y dejaba de sentir mi cuerpo. Parecía que me iba a desmayar. El doctor me ayudó a sentarme, comenzaba a decirme que respire hondo pero no podía. Sentía cómo si me hubiese muerto en unos segundos. Mientras que Alex no reaccionaba, estaba en shock, pálido como si hubiese visto un fantasma. ¿Mi madre? Se encontraba en el suelo llorando con todas sus fuerzas, tapándose la boca para evitar gritar. Y mi padre se estaba controlando de no romper todo el hospital.

-Además...-continuó- perdió demasiada sangre, se necesitará un donante.

-Yo me ofrezco- dije sin pensarlo dos veces.

-No, hijo, yo me ofrezco.

-No, papá, no lo...

-Calla, se lo debo por lo mal que lo trate, no creerle, será mi manera de pedir disculpas. Cuando estábamos en el juicio, no lo podía creer que Rub estaba con esos dos locos malcriados y le hicieron cosas, así que yo lo haré.

-...Está bien, doctor, ¿Lo puedo ir a ver?.

-Claro, está en la habitación 278- mi madre fue la primera en ir corriendo, es como su tercer hijo- usted, ¿Señor...?.

-Rogel.

-Señor Rogel acompáñeme que le haré unas preguntas y veremos si usted puede donarle.

Se fue con el doctor, espero que le dé bien. Miré a Alex y aún estaba sin reaccionar, le toqué el hombro y reaccionó. Fuimos detrás de mi madre, corrimos por las escaleras, por ese pasillo largo que nunca terminaba, los doctores nos decían que no se podía correr y simplemente nos importó una mierda.

Llegamos a la habitación y nos quedamos paralizados, teníamos miedo de abrir la puerta e encontrarnos con esa imagen que seguramente nos partirá el alma. Pero sin dar tantas vueltas, mi madre abrió la puerta; simplemente cerré mis ojos, no estaba preparado para verlo en el hospital otra vez.

-Dios mío...¡Rub!.

No podía entrar, no tenía tantas fuerzas en este momento y tenía demasiado miedo.

-¿Mahe? Vamos, tú puedes.

Su voz...esa voz angelical, tan hermosa. Cerré mis ojos fuertemente y entre.

Será la peor idea entrar pero lo que sea por él.

Tenía agarrado su mano, estaba tan fría, sin color. Su pulso era demasiado débil que parecía que en cualquier momento iba a dejar de tenerlo. Tenía demasiadas ganas de llorar pero debía mantenerme fuerte, debo serlo por él y luchar juntos. Mire su cara que estaba también sin color, observé cada detalle, sus largas pestañas, sus cejas, sus labios...no dudé en posar los míos, estaban tan secos y fríos.

Tenía demasiado sueño pero me mantenía despierto para ver alguna señal de él, aunque sea si mueve el dedo me pondría feliz porque sabría que despertara y que esta luchando pero no lo está haciendo solo, si lo hace, entonces, yo también, luchamos, lloramos, reímos hasta moriríamos juntos.

-Mahe, despierta.

-¡¿Eh?!.

Me levanté agitado, por un momento me costaba tragar saliva. Había oído otra vez su voz o ¿era un sueño? Será mejor que me tranquilice un poco. Me senté nuevamente en la silla que estaba al lado de su camilla.

-Hey- agarré por quinta vez su mano- dicen que aunque estés así podes escuchar, espero que sea cierto. Haré lo posible para estar al lado tuyo, quiero ser la primera persona que veas al despertarte. Perdón, no sé qué estoy diciendo-intente sonreír- solo espero que despiertes pronto, sé que lo harás, eres la persona más fuerte que conozco.

Notaba que era de noche gracias a la lámpara del techo que era lo único que iluminaba. Me estaba dando hambre pero no quiera dejarlo solo.

-Mahe, por favor, ve a comer algo o te hará mal.

¿Me estaré volviendo loco?  ¿Por qué escucho su voz? Pero sea lo que sea, que no se acabe, quiero seguir escuchando su voz que me calma. Salí de la habitación y fui hacia la cafetería. Me había comprado un agua y unos sándwiches, me senté en una de las sillas mientras apoyaba sobre la mesa lo recién comprado. Lo único que se escuchaba en el lugar era la televisión y, raramente, los murmullos de los empleados. No había nadie, al parecer era de madrugada. Comencé a comer mientras miraba la televisión, pasaban las noticias de las cosas que normalmente pasan en el mundo: robos, asesinatos, etc. Que mundo de mierda. 

-Nuevas noticias: se busca a Beatriz Alonso por intento de homicidio, sabemos que la victima se encuentra en coma, el señor Rubén Doblas.

Al escuchar su nombre, me atragante con el sándwich. Empece a toser hasta poder respirar, ¿Quién le dio esa información? ¿Por qué lo ponen en las noticias? No saben lo que hicieron. Ahora todos los fans se alteraran.  

Déjanos- rubelangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora