A la hora convenida a través de escuetos mensajes en el teléfono, Sunny me recibe en la puerta de su caravana con los brazos cruzados protectoramente sobre el pecho. Lleva uno de sus vestidos vintage y unas sandalias planas, en lo que supongo que es un intento de demostrarme que no le importa ser atractiva para mí. Lo que no sabe es que hace mucho que he pasado esa fase, y que en estos momentos podría ir ataviada con un saco de patatas y me seguiría pareciendo la chica más sexy del mundo. Tiene su bello rostro preso de la preocupación y yo me muero por abrazarla y garantizarle que todo va a salir bien. Pero no puedo hacer eso, así que me limito a decir:
—Nancy me ha avisado de que ha recogido ya a Yu Gyeom y a Lisa y de que tú estabas sola. Sunny asiente y yo respiro hondo. Debo mantener una fachada de «tengo esto bajo control», o ella saldrá corriendo.
—He pensado que podríamos ir al lago. Allí hablaremos más tranquilamente que en la caravana.
—Está bien. Su tono es neutro, pero intuyo en la mirada que está tratando de controlar sus emociones. Demasiado control por parte de ambos.
Caminamos en silencio hasta mi Harley, donde Sunny se sorprende:
—¿Has traído cascos?
—Sé que prefieres que los llevemos.
Una sonrisa complaciente le asoma a los labios, y yo me felicito para mis adentros. La observo mientras se levanta el pelo y lo coloca bajo el casco. Algunos mechones le caen sobre la mejilla y me controlo para no colocárselos yo mismo en su sitio. Cuando se sienta detrás de mí, observo que se mantiene separada, y le recuerdo:
—Sujétate fuerte. Puede ser peligroso si no lo haces.
Ella hace lo que le pido y noto el ligero temblor de las manos cuando me ciñen la cintura. Bien, porque esta vez sé que no es miedo a un accidente, sino que nuestros cuerpos pegados provocan el mismo efecto en ella que en mí: estremecimiento, calor y un irrefrenable deseo de estar juntos. Cuando llegamos al lago, está desierto, como esperaba. Sunny baja de la Harley y se quita el casco, ordenando el cabello despeinado. Me muero por decirle que se lo deje tal y como está, salvaje, pero me muerdo el labio y simplemente le sugiero que nos acerquemos a la orilla del embarcadero. La noche es extremadamente cálida, así que propongo:
—¿Metemos los pies en el agua?
—¿Lo haces para que no pueda salir corriendo si la conversación no me gusta? —replica ella, en un tono que me recuerda a la Sunny de antes de que nos distanciáramos.
—No llegarías muy lejos. Te recuerdo que hemos venido en mi Harley.
Ella amaga una leve sonrisa y en silencio se quita las sandalias. Tiene unos pies pequeños, delicados, y las uñas pintadas de rosa. Evito que mi mirada suba hacia las piernas y me concentro en quitarme las botas. El agua tiene una temperatura perfecta, y pienso que estaría bien meterme completamente en ella, pero me atengo a lo que hemos venido a hacer en primer lugar.
—Gracias por aceptar venir a hablar conmigo.
—No tenía mucha opción. Tenemos que llegara un acuerdo sobre la clase de contacto que quieres mantener con Lisa y Yu Gyeom —contesta ella encogiéndose de hombros. El tono de falsa serenidad vuelve a recordarme al que utiliza con los adultos, y protesto:
—No estamos en un juicio, Sunny. Y no quiero un contacto de vez en cuando, quiero tener una relación de hermanos con ellos.
Sus labios se estremecen y susurran:
—Todavía no sé cómo explicárselo, pero lo intentaré mañana si quieres.
—Podríamos hacerlo juntos.
ESTÁS LEYENDO
Tu eres mi vez ~ Terminada
Teen FictionMi mundo siempre han sido mis hermanos, no existe algo que tenga mas importancia que ellos, por ende no soy de relacionarme con chicos de mi edad ya que ellos no tienen las mimas prioridades que yo y no quiero que nadie se entere de la forma en que...