EPILOGO

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Tres años más tarde

Mark

Siempre he necesitado un despertador para levantarme, pero hoy no. Es el día más importante de mi vida, y me he pasado media noche repasando todo, esperando que sea tan perfecto como lo he planeado. Durante estos tres años Suny ha sido la que ha planificado todo en la familia. Se le da bien organizar, y yo dejo que lleve las riendas. Pero esta vez me toca a mí.Permanezco largo rato mirándola, perdiéndome en su belleza. En estos tres años el cabello le ha crecido todavía más, y el rostro sigue manteniendo las formas dulces que la hacen parecer mucho más joven. La piel continúa teniendo la mayor suavidad que he visto nunca, y siento deseos de acariciarla,pero no quiero despertarla, así que tomo uno de sus cabellos y la sigo mirando hasta que ella abre los ojos perezosamente.

—Buenos días, amor —me saluda con la sonrisa perfecta que me enamora cada día un poco más.

La abrazo con fuerza en respuesta y ella se recuesta sobre mí, pero antes de que pueda ni siquiera besarla oigo gritar a mis hermanos desde el otro lado de la puerta:

—¡Suny, Mark!

Una parte de mí gruñe al pensar en alejarme tan pronto de ella, la otra sabe que están tan deseosos como yo de que el día comience.

—¡Suny, Mark! —gritan de nuevo.

—¡Ya estamos despiertos! —les contesto.

Los dos entran y se lanzan sobre la cama.Incluso Yugy, que por norma es comedido, sonríe casi tanto como Lisa mientras los tres felicitamos a Suny. Hoy cumple veintiún años y voy a conseguir que sea el día más feliz de su vida.Dejo que Suny disfrute de nuestros hermanos un rato y yo me voy a la ducha, donde trato de que el agua caliente me apacigüe la mente. No lo consigo: el agua no hace sino activar me todavía más. Me envuelvo en la toalla y salgo del baño. Yugy no para de mover las gafas, y no lo culpo,pues sé que guardar el secreto le está costando. Lisa, en cambio, está disfrutando con ello, y no para de guiñarme un ojo, deseando que llegue el momento de que pronuncie las anheladas palabras.Pero, como todos, tendrá que esperar. Me ha supuesto mucho planear la velada de esta noche hasta el más mínimo detalle y no puedo permitir que algo falle.Paso el resto del día con un nudo en el estómago, esperando que la ansiedad disminuya,pero en realidad es justo lo contrario. Hoy voy a tratar de cumplir no solo mis sueños o los de Suny, sino los de toda la familia. Cuando por fin llega la hora de la cena, Suny está tan increíblemente hermosa que apenas si puedo pensar en nada que no sea volver con ella a nuestra habitación. Lleva el vestido que Nancy le regaló ayer por adelantado. Es corto y ceñido, así que los pechos quedan apretados de una forma que llama a centrar la atención en ellos. Ella me lanza una mirada y, por su expresión lujuriosa, veo que sus pensamientos van en la misma dirección que los míos. Por suerte, Yugy, tan pragmático como siempre, nos saca de nuestro recíproco ensimismamiento al preguntar acerca de sus altos tacones:

—¿Puedes caminar sobre eso?

—Espero que Mark me deje en la puerta del restaurante y no tener que moverme mucho después.

Yugy intercambia una mirada conmigo y yo le dejo claro con el ceño fruncido que confío en que no meta la pata. Él vuelve a jugar con las gafas y Lisa esboza una sonrisa traviesa, así que decido que ha llegado el momento de irnos, antes de que alguno de los dos chafe la sorpresa. Nos metemos en la camioneta que compramos el año pasado,cuando la de Suny decidió que ya había hecho demasiados kilómetros y ni la pericia de Park ni lamía fueron capaces de recuperarla. Es de segundamano, pero Park me ayudó con las piezas y Suny con la mano de obra. A Park sigue asombrándole que Suny se interese por la mecánica, pero lo cierto es que ahora incluso me ayuda con mi vieja Harley. Y debo decir que es de lo más sexy verla con poca ropa y llena de grasa, sobre todo porque después toca una inevitable batalla de agua. El pensamiento arranca en mí una oleada de deseo entremezclado con ternura, así que deslizo la mano sobre la de Suny, pero Yugy incide con ese tono formal que empeora con los años:

Tu eres mi vez ~ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora