Un Ángel En La Madrugada (Camren)

Un Ángel En La Madrugada Capítulo 3

Un Ángel En La Madrugada

Capítulo 3

Narra Camila

He pasado al menos dos o tres horas caminando sin parar, estoy totalmente hambrienta, cansada y tengo mucho sueño. He caminando bajo la obscuridad sin idea de a donde me dirijo, por lo menos ahora veo las luces de la ciudad., tal vez al amanecer pueda encontrar ayuda, pero ahora necesito urgentemente encontrar un refugio para dormir un poco. Solo se que tengo mucho más de un día completo que no duermo absolutamente nada, realmente he perdido el sentido del tiempo. 

La obscuridad y el movimiento que aún se notaba en la ciudad me hacía pensar que apenas era de madrugada. Comencé a caminar entre las calles buscando algún callejón solitario, realmente quedarme en un callejón no era la mejor opción, pero era lo único que se me ocurría en ese momento. Me tope frente a una lujosa casa en donde aún se notaban las luces prendidas, justo aun lado se encontraba un gran contenedor de basura que por lo que podía ver en esos momentos, estaba siendo vaciado en el gran camión de basura. Sin tener otra opción y otro lugar a donde ir, lo vi como el gran hotel que necesitaba en estos momentos para dormir segura y tranquila por un par de horas., me asegure que nadie estuviera alrededor mirando y sin pensarlo dos veces, salté dentro del contenedor que olía simplemente fatal, no estaba en las mejores condiciones para ponerme de nena delicada, así que acomode mi mochila en forma de almohada y me dispuse a cerrar los ojos para dormir un poco.

Algo golpeó fuertemente mi rostro obligándome a despertar un poco exaltada. La parte dura de una botella de agua vacía, sería la culpable de un gran moretón en mi frente , ya que evidentemente alguien la arrojó al contenedor de basura sin imaginar que podían lastimar a alguien. Por la claridad del sol, supuse que tal vez serían las siete de la mañana, en definitivo, era hora de comenzar el día.

Salí del gran contenedor de basura de un salto y me dispuse a pensar en positivo, tal vez con un poco de suerte en un par de días estaría en mi destino y ahora tendría una historia muy dramática por contar. Sentía que mi estómago pedía a gritos que le arrojará un poco de comida, en ese momento recordé que mi madre antes de salir de casa, me aconsejo que distribuyera un poco de dinero por mi cuerpo, ya que no era conveniente viajar con todo el dinero en un solo lugar., ahora entendía perfectamente lo que ella decía. Desabroche una de mis converse y encontré un par de billetes que guarde ahí antes de comenzar mi viaje.

- 40 dólares, estupendo. -Bufe de decepción.

Eso no me duraría ni dos días con toda el hambre que sentía en esos momentos, ahora solo tenía algo en claro., 40 dolares serian mi salvación mientras encontraba ayuda.

Entre a un pequeño lugar donde vendían comida, al pasar, las personas me miraban de una manera extraña e incluso, hacían malas caras para mi. 

Uno de los meseros me entregó una carta y me miro raro.

-¿Estas segura que puedes pagar? -Me costó un pequeño momento comprender lo que me dijo, ya que el chico me estaba hablando en inglés. A respuesta, solo le mostré orgullosa mis 40 dólares y mire la carta, todo estaba muy caro, si comía algo de este lugar, en definitivo sería la única comida que tal vez comería en días, ya que el plato más sencillo estaba por la mitad de mi presupuesto total.

-Lo siento, todo está muy caro. -Respondí con la cara ardiendo de vergüenza. Me levante y en ese mismo momento salí de aquel lugar.

Después de caminar un rato sin parar, me topé con una anciana quien vendía comida en una canasta., realmente la imagen y el lugar, no era para nada apetecible, pero tenía más hambre en esos momentos que delicadeza. La agradable anciana me entregó una deliciosa torta de jamón que devore en un segundo, junto con un jugo de naranja que para mí era un completo manjar.

A la mitad de la tarde solo contaba con 25 dólares, me sentía mal por haber gastado tanto dinero durante el día, entre antojos y caridades a los ancianos indigentes. Aún no sabía en qué parte de los estados unidos me encontraba, pero por la temática de la ciudad, sabía que cerca abría turismo. 

Había muchas cosas deliciosas por comprar y mi hambre no se hacía esperar, nunca he sabido controlar mi fuerza de voluntad y mi estómago. 

Comenzaba a oscurecer de nuevo, pero esta vez estaba muy lejos de aquel contenedor de basura en donde había pasado mi primera noche como una completa indigente inmigrante.

A lo largo del día no paré de caminar un solo momento, podía sentir la pesadez en mis hombros. En ese momento, lo único por lo cual tenía que preocuparme, era por encontrar un lugar en donde pasar la noche. 

Vagando por las calles de la ciudad, elegí el lugar perfecto para pasar esta noche., era el jardín delantero de una linda y muy lujosa casa. Un par de arbustos unidos hacían una pequeña cueva que podía usar perfectamente como refugio y escondite para pasar la noche. Si alguien me preguntará algún día, ¿en donde pase las noches mientras estaba perdida en alguna parte del país?, no estaría mintiendo del todo al decir que dormí en un par de casas muy lindas. Por suerte, a lo largo de mi recorrido había encontrado un periódico abandonado en una banca, acomode mi espalda en el fresco pasto y nada me resultaba más perfecto que estar en este lugar con un periódico completamente en inglés del cual no entendía ni un 40%, sabía que descifrarlo me mantendría ocupada por un buen tiempo bajo la luz de la luna.

Mis ojos comenzaron a recorrer precavidamente el texto de aquel periódico provocando que mi mente se detuviera frenéticamente ante el primer renglón.

''Hollywood Florida City.

March 2012. ''

-¿!FLORIDA!?, oh dios. -No pude evitar pensar en alto, comprendí que había hecho un gran desvío sobre mi destino a New Jersey, realmente estaba más lejos de lo que pensaba.