41. sol rojo

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Caroline

La felicidad que recorría mi cuerpo era inmenso y difícil de explicar, estar nuevamente entre los brazos y caricias de la persona que realmente quiero y le pertenecen todos mis sentimientos como lo que es el amor, fue un momento lleno de alegría, olvide todo.

Sólo existíamos él y yo en el momento, permití que hiciera conmigo lo que quisiera, nunca antes me creí capaz de tener relaciones mientras tenía la menstruación, aunque debo admitir que se sintió jodida mente bien, y sin dudar lo volvería a hacer.

La sonrisa en mis labios era más que obvia, pues Dereck es el único que hasta ahora, ha logrado saber cómo hacer que la felicidad estalle dentro de mi ser, he igual él no dejaba de sonreír mientras se movía en la cocina, supe que disfruto del momento, disfruto hacer el amor tanto como yo, y en ningún momento demostró incomodidad o asco al hacerme suya mientras sangre salía de mi interior, y es algo que le agradezco pues me ha tocado escuchar pláticas de amigos donde comentaban que era asqueroso o incómodo penetrar a una mujer mientras menstruaba, lo que resulta ser solo para algunos.

Lo veía mover los brazos mientras cocinaba, en su espalda se marcaban los músculos con cada movimiento, Dereck no era un hombre tonificado, no tenía el típico cuerpo marcado y brusco por hacer ejercicio, él era delgado, y el poco ejercicio que hacia le favorecía a la perfección, en su abdomen se le marcaban apenas los cuadros, quizás con más ejercicio lograría que se notarán aún más, pero para mí era perfecto, incluso sin muchos glúteos.

Me enamoré de él como una estúpida.

Me enamoré sin pensar en las consecuencias.

Me deje llevar por mis sentimientos.

A pesar de la distancia que hubo, en ningún momento pude eliminarlo de mis pensamientos, no podía fingir que sus besos y caricias no me hacían falta.

Él, el único que me ha hecho el amor, él único que le he mostrado mi cuerpo tal cual es; por que debajo de la ropa bonita, debajo del maquillaje, soy una simple adolescente como todas las demás sufriendo por las consecuencias de la pubertad como lo que son los cambios de ánimo, como los barros que detesto con todas mis fuerzas, como las pequeñas estrías que me han salido justo en mis caderas ahora que se ancharon, aunque dudo que aquello fuera por cambios normales de mi cuerpo, más bien lo note desde la primera vez que tuve relaciones con Dereck.

Lo más importante, a él, le gustaba mi cuerpo tal cual es.

El delicioso aroma de carne y sopa de crema, estaba provocando que mi estómago comenzara a exigir comida, me levante y en el refrigerador busque jugo de naranja, al encontrarlo me dispuse a servir en dos vasos.

Dereck sirvió dos platos y nos sentamos a comer juntos, como si entre nosotros no hubiera obstáculos, como si esto que estábamos haciendo fuera de lo más normal, pero sobre todo correcto.

- eres hermosa...

Susurró después de masticar, provocando que mi piel se sonrojará, de inmediato el calor en mis mejillas comenzó a sentirse.

- tú eres hermoso...

Dije con una sonrisa después de pasar el bocado.

Dereck, comenzó a toser y tuvo que beber un poco de jugo, me quede confundida, no sabía si se le había atorado la comida por no masticar adecuadamente o porque le sorprendió lo que dije.

- ¿hermoso?

Si, había sido por mi comentario que salió natural, ni si quiera me detuve a pensar en si se escucharía adecuado o perfecto, solo me nació decirle así, porque realmente lo veía de esa manera.

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2021 ⏰

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