39. ¿Alejandro otra persona?

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Caroline

Aun no comprendo cómo fue que controlé las emociones que revoloteaban dentro de mí, pero pude fingir y mostrar seguridad, aunque lo que realmente deseaba era abalanzarme a sus brazos, a sus labios, a su cuerpo.

No podía dormir, mientras Diego y Norely dormían me dediqué a observar por la ventana recordando la vez que salí por ahí para encontrarme con él.

Esa noche Diego fue mi cómplice sin saber a dónde iba realmente, sin saber con quién me vería en realidad.

Esa noche regrese sola pues Dereck, desapareció en aquella fiesta con Elena y decidí volver sola con el temor de que aquel taxista me hiciera algo, afortunadamente no fue así. Lo que me sorprendió fue cuando él entro por la ventana para asegurarse que estaba bien aun con el temor de que Raquel se diera cuenta, esa vez me presento como su novia ante sus amigos, esa noche nos besamos y fue increíble, pero sobre todo difícil de olvidar.

Esa noche fue cuando me di cuenta que en realidad no era venganza lo que quería con Raquel, más bien lo hice porque Dereck me gusto desde que lo conocí en la escuela, donde vi a Raquel colgada de su cuello mientras lo besaba.

En el cine fue cuando lo conocí en persona, donde conocí el color café de sus ojos, la forma de su sonrisa, aprecié su altura, ahí sentí envidia por mi hermana por tener un novio realmente guapo, amable, atento, pero sobre todo cariñoso.

Si, lo desee desde el primer día, le exigí un beso el día que me drogaron sabiendo quien era y sobre todo sabía lo que hacía, y si, use el pretexto perfecto que me dio Raquel al decirme que su novio jamás se fijaría en alguien como yo para acercarme a él y hacerle ver que no era así, y ya me imaginaba reclamando y riendo en su cara cuando le dijera que sus palabras habían sido erróneas y había logrado hacer que su novio tuviera sentimientos por mí, pero cuando mis sentimientos por él fueron reales, desee y deseo que Raquel nunca se enteré lo que sucedió entre él y yo.

La luz de la habitación estaba apagada y algo en el patio llamo mi atención, al lograr enfocar vi a Dereck, distraído mirando a la nada mientras calaba un cigarrillo, quizás sintió que alguien lo observaba desde la ventana ya que volteo su cara a mi dirección, provocando que sus ojos se cruzaran con los míos, mi cuerpo se tensó y mi cerebro dejo de pensar, ya que me quede ahí pasmada, inmóvil, atónita, tonta... sus ojos siempre fueron un problema para mí, y aunque no podía ver a la perfección sus pupilas, sabía que me miraba con esa intensidad que él sabe hacer, lo vi fumar con toda tranquilidad, calaba, retenía un instante para después expulsar el humo con calma.

Agacho la mirada y dio media vuelta para dejar de verme, pero mientras seguía parada en la ventana como estúpida, observe cada uno de sus movimientos, "nada" en su lugar se dejó caer en el pasto.

Ya que mi mente estaba comenzando a reaccionar, comencé a pensar en varias preguntas...

¿qué hace a estas horas fumando?

¿tendrá frío?

¿qué tal si se congela?

¿estará pensando en mí?

¿le llevare un suéter?

¡maldición! ¿por qué no puedo simplemente ignorarlo como lo hice hace unas horas en el pasillo?

¿por qué me preocupa verlo ahí afuera en el frío?

¡a la mierda que se muera de frío!

No, no, no... no podía permitirlo.

Me aleje de la ventana y cogí dos mantas, una seria para mí y la otra se la daría, solo eso, si quería quedarse ahí en el frío hasta el amanecer por mí no había problema, solo le llevaría una manta para que se cubriera un poco y no fuera a pescar un resfriado.

Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora