Hay dos cosas que jamás faltarán en una vida rodeada de empresarios. La primera, ese el familiar loco y desesperado por conseguir un nuevo bebe dentro de la misma familia, y la segunda, el enemigo que te hará la vida imposible con su presencia.
En mi caso, llegué a creer por mucho tiempo que jamás encontraría un enemigo y que quizás eso solo era una leyenda entre los más viejos de la elite. Pensé que mi vida podría ser un tantito más fácil si mi único enemigo era mi propio pasado y los gastos imparables de mi madre, pero no.
— Dicen que ha regresado — la voz de Charlotte se escucha al otro lado del teléfono.
No le contesto y, cortando la llamada tiro mi celular a un lado.
Intento controlar mi respiración, tomando el puente de mi nariz y colocando una mano sobre mi cintura mientras cierro mis ojos con fuerza. Hago presión contra mi propia piel, pero de solo recordar su rostro asqueroso me pone los pelos de punta y termino saltando sobre el mismo punto totalmente molesta. No me quedo tranquila hasta que introduzco mis manos dentro de mi cabello y revuelvo cada mecha con fuerza. Al poco tiempo, termino despeinada y más molesta de lo que ya estaba dentro de mi propia oficina.
La conocí muchos años atrás. Tanto ella como yo, fuimos obligadas a lucir hermosas y participar en la primera reunión de ejecutivos que mi familia había organizado para presentarme como el futuro de la empresa. Apenas éramos unas adolescentes. Ese mismo día tiré toda una copa de vino sobre su vestido blanco por haber insultado a mi madre que, si bien es cierto es una mujer de bragas flojas, no deja de ser la señora que me trajo al mundo, por lo tanto, merece más respeto que la propia reina de Inglaterra.
Dicen que el karma es un suculento beso de la vida y así fue como Emily Collard terminó siendo víctima de mi propia burla.
Su padre es uno de los más importantes empresarios en el mundo de la pesca, pero un idiota sin compasión y mala suerte, el mismo que conoció a la mujer equivocada luego de una noche de copas. Tuvo un simple revolcón con mi madre y, para más tragedia de mi querida no adorada Emily, ellos llegaron a pensar que eran tal para cual. El error de ambos fue ponernos dentro de la misma habitación para darnos la grandiosa sorpresa, no habían pasado siquiera dos minutos cuando nos encontrábamos discutiendo.
Pasó lo mismo en la universidad, ambas intentábamos ser las mejores y la competencia era asombrosa, una gran motivación que poco a poco me iba a convertir en un asesina. Y, por último, la premiación al empresario del año en donde ambas ganamos el premio, un empate insignificante para mí. Pero claro, ella intentó arrancar todo mi cabello de un solo jalón frente a todos los presentes. Al siguiente día, tras la vergüenza de su padre, ella viajó hacia los Estados Unidos con la condición de que volvería cuando todo fuera olvidado.
Quiero aclarar que yo misma me he encargado de que nunca se olvide. He tomado mi valioso tiempo en ir a las grandes reuniones y recordar tal accidente con una gran carcajada.
Ambas de la misma edad, el mismo carácter y los mismos deseos de matarnos. Pensé que nunca iba a regresar por ese pequeño regalo que me estaba dando de no ver su rostro feo en cada reunión, hasta hoy.
La puerta de mi oficina se abre brutalmente y grito en cuando veo las dos mujeres que me hacen la vida imposible frente a mí. Emily me mira con una sonrisa maligna mientras Cris se sienta sobre la silla frente a mi escritorio y comienza a quitar los guantes de su mano, uno por uno, con paciencia. Dato curioso, cada vez que mi madre intenta impresionar al padre de Emily, ella oculta sus manos dentro de guantes finos y una sonrisa espantosa.
Mi pequeña enemiga se sienta a un lado de Cris y coloca sus manos sobre sus piernas, como si fuera una dama, pero la verdad es que es más puta que yo.
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Punta, tacón
RomanceBárbara es una mujer que creció bajo la presión de ser fuerte, majestuosa y perfecta para el mundo exterior. Ella tiene bases muy claras de lo que quiere y de lo que debe hacer, si llegar al éxito ella se propone. Pero se ha olvidado de lo más impor...