Una semana de largo trabajo, no había nada de tiempo para comer, dormir o conocer la ciudad. Cada día me levantaba y salía rápido para ir al estudio para revelar mis fotografías. Pero lo que me intrigaba era al darme cuenta que en el apartamento de enfrente parecía que nadie vivía ahí ya que no había persona que saliera o entrara en el lugar pero sabía que había alguien ahí ya que solo personal de limpieza entraba al lugar, cada día antes de entrar al apartamento miraba fijamente esa puerta teniendo la esperanza de que alguien que no fuera del servicio saldría del lugar pero nunca ocurría eso, simplemente había conocido a Kankuro, el segundo hermano mayor de la familia Sabaku él parecía ser simpático pero tenía mala fama con sus relaciones y siempre le salía algo mal recibiendo el regaño de Temari quién siendo la mayor de ellos le correspondía corregir sus errores.
- Eres buena - me decía uno de mis compañeros de trabajo viendo mi fotografías
- No te creas... Tu arte en barro es genial por ello te gusta mis fotografías- decía yo acercándome al lugar viendo al mismo tiempo la imagines
- Es verdad, mi arte y tus fotografías combinan muy bien no crees!?
Yo asentí ignorando lo que me trataba de insinuar sabía que una mujer sola en el lugar no se podía ganar el puesto en un lugar de mucha fama haciendo otras cosas para requerir un puesto digno, pero perdiendo tú dignidad. Él trató de llamar más mi atención de nuevo para luego empezar a ser un poco fastidioso, la empresa que me había contratado era estable, no tan famosa como otras pero debía empezar en lo más bajo para poder estar en una de las mejores compañías sin saber que la Empresa Sabaku era una de ellas. La empresa se dedicaba al arte en revistas populares y libros de historia, ideal para que yo pudiera tomar mis fotografías sin presión alguna. Saiko era mi compañero de trabajo, muy bueno en el arte y también tomaba fotografías pero no tan buenas como las mías. Mi teléfono había sonado, una semana dura para mí, nada fuera de lo normal ocurría ya que Temari solo se comunicaba conmigo cuando quería que tomara alguna foto dentro de la empresa la cual al ingresar por primera vez me parecía sorprendentemente grande y profesional, saqué mi teléfono del bolsillo y pude darme cuenta que era un mensaje suyo.
"Hoy son las finales de Shikadai, mi hijo puedes venir a tomar unas fotografías!? Quiero un recuerdo de cuándo jugaba."
Simplemente me causó gracia al leer aquel texto, Temari era una persona cariñosa y deseaba ser cómo ella un día, había hablado en pocas ocasiones con ella desde la última vez que nos fuimos juntas en el Taxi y esta seria una de mis primeras fotos que me solicitaba de su familia. Tomé mis cosas y me fui sin despedirme de Saiko ya que él se encontraba ocupado sin prestarme atención moldeando una figura para nuestra próxima exhibición. Tomé el primer taxi y me fui tranquila al lugar dónde ella me había mandado la dirección y justo en ese momento la vi parada junto a un hombre con barba y una cola alta bajo un árbol parecía ser serio para al observarlo bien parecía estar aburrido de estar en ese lugar.
- Llegaste!- me dijo Temari feliz acercándose a mi lado para recibirme
- Claro... No me perdería por nada esta oportunidad.
- Haaaaaaa....- decía bostezando él mirando al cielo como pasaban las nubes
- Lo siento él es Shikamaru, mi esposo. Es un despreocupado pero aún así es uno de los mejores en su trabajo y el mejor esposo cuando conoces bien. Que no engañe la apariencia.
- De cuerdo - le dije con una sonrisa
- No entiendo porqué contratar una fotógrafa sí yo puedo tomar las fotos sin problema alguno.
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Una Nueva Vida
FanfictionMatsuri se muda a un nuevo departamento por un trabajo de fotografía, también deberá de trabajar como fotógrafa personal de una familia muy poderosa y seria en el país. Mientras Temari la hermana planea recuperar la vida de su hermano menor... Hasta...