CAPITULO 8

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Había pasado una semana después de que él llegara, me sentía mal por que Shinki no lograba salir de aquel apartamento ni siquiera podía saludarme a pesar que vivíamos cerca. Aún recordaba aquel golpe que le había dado a él y la forma en que me había llamado de la cual no me arrepentía de hacerlo, Temari y Kankuro me habían hablado esa misma noche de él y en lo desconfiado que era su hermano, durante la semana había llegado mis maletas del aeropuerto dónde se habían quedado por error del sistema, desempaqué mientras veía que tanto había metido en esa maleta, así había pasado mi semana. Pero al momento tenía mucho trabajo ya que la empresa me estaba presionando por la temporada en la estábamos.... Verano.... Sol, arena y mar. Un día había salido tarde, Shinki esperaba en la entrada del apartamento para entrar al lugar mientras yo salía del ascensor con muchas cosas cargando. Lo saludé a lo lejos y traté de acercarme para entregarle un pequeño sobre que contenía unas fotografías para él, era el resultado de la sesión de fotos en la cual me había echo compañía y ayudado para ello la recibió alegremente sin decir nada y sin más me fui con una sonrisa de solo verlo no podía hacer nada así que me paré frente al apartamento para entrar pero se me había olvidado mis llaves en el escritorio de mi oficina.

- Maldición - dije entre dientes

- Otras vez las llaves - me dijo Shinki riéndose un poco

- Siempre las olvido - le dije riéndome también

Pude darme cuenta que algunas cosas no cambiaban de un momento a otro me di cuenta que en realidad era yo la que no salía del lugar, había estado ocupada en mi trabajo que solamente me mantenía encerrada en el cuarto donde revelaba mis fotografías. Tenía que salir de mi rutina pero Shinki entró en ese momento mostrando así la figura ruda y paterna de ese hombre quién en ese momento solo me observó serio sin dirigirme la palabra, estaba a punto de anochecer se había dado cuenta que no podía entrar pero aún así me ignoró para así cerrar su puerta.

- Feliz noche - dije en forma de susurro al ver que no pude despedirme de Shinki y que aquel hombre tampoco había saludado tan siquiera por respeto

Dejé mis cosas en el suelo y me senté frete a la puerta del apartamento para pensar como entraría al apartamento, no me sentía bien por alguna razón me sentía sola ya que me había acostumbrado a la compañía de Shinki que siempre me hacía, esperé por una hora y me estaba quedando dormida ya que me sentía muy cansada para poder pensar en algo para entrar al apartamento sin tener en cuentan la hora sabía que ya era tarde y me dispuse a levantarme la puerta de enfrente se había abierto mostrando así al señor Sabaku parado frente a ella

- Puedes entrar...- me dijo sosteniendo la puerta para mí pero no estaba segura si realmente me decía a mí aún sabiendo que era la única que estaba en ese pasillo sola - puedes quedarte ahí toda noche si así lo prefieres.

- De acuerdo - le dije tomando mis cosas para entrar al apartamento pero miré a todos lados para saber si Shinki estaba en el lugar, talvez haciendo sus deberes o leyendo su libro.

- Es tarde...- me dijo tranquilo al darse cuenta lo que estaba buscando - Él está dormido.

- Lo siento, solo quería...- le dije nerviosa - No quiero molestar.

Él me miró y no dijo nada me había imaginado que él tal vez me gritaría o que me insultaría por la irresponsabilidad de dejar mis llaves afuera pero simplemente dejó que entrara sin prestarme atención un poco, Temari me había dicho que siempre ayudaba a las personas pero también le gustaba su espacio cuando se trataba de trabajo sin pedir nada a cambio. Un suspiro escuché de parte de él y era uno de cansancio podía reconocerlo ya que también pasaba por lo mismo. No lo podía creer aún que estaba ahí con él siempre me había imaginado a un hombre malo y gruñón como Kankuro y Temari lo describían pero parecía ser todo lo contrario, él me estaba permitiendo dejar entrar a su apartamento, no podía desaprovechar esa oportunidad. Me acerqué a él y entré con una sonrisa mientras cerraba despacio la puerta. Quería ver por un momento a Shinki, deseaba verlo aunque sea dormido pero no quería molestarlo a él con tal petición. Me senté en el sofá y me dispuse acomodar mis cosas mientras él seguía en su trabajo. Era casi de madruga hasta que finalmente el sueño me estaba ganando, no lograba estar cómoda en el lugar pero no sabía que decirle a él así que lo primero que pensé era mejor llamar a Temari y conseguir una habitación por una noche pero en ese momento el apagó su computadora dando a entender que había acabado su trabajo.

Una Nueva VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora