CAPITULO 6

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Había mucho calor, entre la gente y los muchos peces todo me parecía único, Matsuri no era como esas otras mujeres que había conocido o con quien mi padre hablaba, me aferraba a mi mochila sabía que tarde o temprano él llamaría debía estar al pendiente de ello.

- Mira ese pez - me dijo ella señalando un pececito negro pequeño - No crees que es hermoso, se parece a ti

Lo miré detenidamente y pude darme cuenta que el pez solo flotaba en el mismo lugar sin ir a otro lugar los demás peces parecían más llamativo y corrían de un lugar a otro sin parar, mi corazón a latir rápidamente sentía la soledad al solo ver aquel pez hasta que otro pez grande y rojo se acercó a él y se lo llevó. Pude darme cuenta que no estaba solo simplemente esperaba pacientemente a que su padre lo llamara para que se fueran juntos, tenía que esperar a mi padre al igual que ese pez sin importar lo que ocurriera debía darle honor a su nombre.

- Tienes hambre? - me decía Matsuri buscando en su bolsa algo

Asentí a lo que ella decía, en el acuario habían unos pequeños juegos Matsuri parecía divertirse más qué nunca conmigo en cada uno de ellos, no podía evitar sonreír al ver que ella hacía lo imposible para que pudiera subirme a los juegos y consentirme, nadie se hubiese preocupado por mí de esa manera pero realmente me estaba divirtiendo. Cada hora que pasaba me hacía sentir que era importante y que lo que yo opinaba también lo era, estando con ella todo era diferente y temía verla de otra manera ya que al ver a mi alrededor todas las personas que estaban a mi alrededor iban acompañados con sus hijos y sus padres, Matsuri me tomaba la mano para evitar perderme pero cada vez que lo hacía podía imaginarme que ella era parte de mi familia como si fuera mi madre.

- Un helado de fresa y uno de mora para su hijo - dijo el vendedor mirándome

Me sonrojé un poco sabía que ella no era mi madre y que mi padre no la aceptaría porque sabía como era él, Matsuri sonrió a lo que el vendedor dijo y sin corregir que no era su hijo recibió los helados y me entregó uno a mí. Ella me miraba preocupada sabía que algo me había incomodado pero solo esperaba a que se lo dijera.

- Porque no corrigió al señor vendedor - le dije mirando mi helado

- Hablas de cuando te vió como si fuera mi hijo? - me respondió ella -  No me molesta eso, no quiero que digan que andas en un parque acuático con una niñera sé que se verá feo. Pero si a ti te molesta eso yo podría...

- Esta bien - le respondía rápido a ella no dejando que terminara de hablar, me sentí un poco irrespetuoso pero ella solo sonrió - Tiene razón señorita Matsuri... gracias.

Ella se acercó a mí para acariciar mi cabeza en forma de cariño, me sentía muy feliz que ella fuera quién estuviera a mi lado, si ella no podía ser mi madre entonces este día fingiría que si lo era, ya era hora de irnos caminamos tranquilos a la salido hasta que a lo lejos podía ver que un señor se nos acercaba.

- Shinki!?- llamaba él mi atención, Matsuri al escuchar ello volteó rápido hacía la persona que me llamaba

- Quién es usted!!!- le dijo ella mirándolo fijamente ya que el señor llevaba un bigote y una gran chaqueta, sabía quién era ya que cuando salía a escondidas de la oficina de mi padre le gustaba disfrazarse para que nadie lo reconociera.

- Quién soy!? Púes soy el tío Kankuro a caso no me reconocen? la pregunta es, que hace esta hermosa mujer sola con mi sobrino? - le dijo mí tío con una mirada coqueta pero Matsuri solo lo miró de mala gana.

- Nos tomamos el día él y yo...

- No debería estar estudiando!? Creí que tenías mucho que hacer en la escuela Shinki, no sabia que te gustaba salir al estos lugares!?

Una Nueva VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora