10. El Cancerbero

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Después de la plática con los dos chicos más bobos que he conocido, fui hacia el Palacio. Le pregunté a un chico dónde estaba la biblioteca y se ofreció a llevarme hasta ahí.

-Soy 'Aagon' West, 'pog ciegto' y soy campeón de Beauxbatons, es obvio que tú no 'eges' de aquí, ¿eh?

-¿Cómo lo sabes? -estaba confundida pero asombrada.

-Tus zapatos y tu falta de acento-dijo con su impecable inglés, señalando mis zapatos.- no son las botas que usan las chicas aquí, ¿'Hogwag', 'vegdad'?

-Precisamente, soy de Hogwarts -le sonreí amablemente, cosa que él imitó y segundos de silencio después se detuvo y a mi me tocó esta vez imitarlo.- gracias por traerme hasta aquí, nos vemos.

-En 'gealidad' igual venía 'paga' aca, 'podgia' 'acompañagte' si no te 'impogta'.

-Me parece bien, Aaron. Se me olvidaba, soy Heather Kervets -extendí mi mano y él la miró confundido.- oh, de donde vengo se hace esto.- dije mientras tomaba su mano y la ponía en la mía, haciendo un saludo.

-Ah, 'clago' bueno, hay que 'entag'

Y me pasé la tarde en esa biblioteca, que, para mi gusto, era inmensa. Aunque me parecía que Aaron sólo me miraba, ya que las tres horas se las pasó mirando por encima de Cuentos para estimular la mente de futuros magos, el cual, por cierto, estaba al revés.

💕💕💕

Después de todo esto descubrí que Aaron estaba en Vantard, la casa de los más valientes. Al contarle que yo venía de Gryffindor, también de los valientes, dijo que teníamos mucho en común.

-Oh, los dos somos valientes y somos magos, somos compatibles ¿eh? Tenemos mucho en común.

Me pareció oír una risita ahogada, que, ignoré pensando que tal vez sea de mi cabeza.

Después de platicar con él un rato, me despedí y salí de la biblioteca, buscaría algo nuevo que hacer. Aunque la verdad podría perderme, pero debía arriesgarse para conocer.

Fue tan bajito, que casi pasaba por alto aquel quedo «psst», pero lo escuchó.

-«Psst» -volvió a susurrar una voz que no reconoció, entonces una cabellera castaña se asomó por el arco de una puerta, haciendo señas para que me acerque, sosteniendo mi varita, lo hice.- tengo que 'mostrrarrte' algo.

Era una chica que no tenía puesto el uniforme de Beauxbatons, sino que de Durmstrang, y su rara acentuación me lo confirmaba.

-Soy Milena Vulchanova, de 'Durrmstrrang' es un gusto, 'crreo'. Lo siento 'perro', no pude 'evitarr' 'escucharr' tu plática con ese Beauxbaton y me 'parrecio' patético.

-¿Sólo eso tenías que decirme? -pregunté más bien exasperada por sus malos modales.

-No, vengo a 'mostrrarrte' algo, sígueme -susurró cautelosamente para luego subir las escaleras de mármol blancas. La seguí, ¿qué podía perder? Tomé mi varita con fuerza y caminé por donde ella pasó.-'mirra'

Apuntó hacia una puerta que estaba cerrada y ponía en un cartelito «prohibido»

-Me 'irre' de aquí, 'esperro' seamos amigas, me has caído bien. Y, de nada.

Con esas simples palabras se marchó, dejándome completamente confundida y sin una idea de lo que iba a hacer ahí. Me sobresalté por un grave gruñido proveniente de la puerta, pero no creo que las puertas hagan eso. "Alohomora" susurré y la puerta se abrió, mostrándome una criatura enorme, un perro como de tres a cuatro metros, con tres cabezas y dientes afilados.

Era un cancerbero.

El horrocrux perdido. (Estúpido Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora