Ya tengo en multimedia la foto de Heather:) abajo el capítulo.
Al fin era un día soleado que disfrutar, nos dejaron ir a una ciudad cercana al palacio para despejarnos. La mañana del sábado después de desayunar, partimos hacia allá, aunque debo decir que la ciudad no es mágica, al menos no toda. Por eso tuvimos que asistir en ropa muggle.
Cuando llegamos en un carruaje, Potter, Weasley, los Scamander, Cat y yo, bajamos y fuimos juntos a una dulcería, habían dulces raros, no eran nada mágicos ni tenían nombres guays pero aún así, compré un algodón de azúcar, una barra de chocolate y chicles de fresa. Después de eso, nos dividimos y fui con Cat hacia una tienda llena de vestidos.
-¿Compraste tu vestido en blanco y negro, Cat? -pregunté una vez que entramos y recorrimos con la mirada el lugar, una sala color lila con muchos percheros y en el centro, unos muebles con cojines del color de las paredes.
-La verdad es que no -admitió después de soltar un resoplido.- no fuimos a Hogsmeade antes... Pero podemos comprarlo ahora, ¿no?
-Eso creo, yo tampoco tengo el mío -me acerqué a la señora que vestía una larga túnica morada y sonreí.- ¡hola!
La señora nos sonrió, mostrando unos dientes perfectamente blancos y alineados.- ¿son brujas, no? -asentimos y ella continuó.- hay un hechizo, los muggles ignoran las tiendas de los brujos, sólo magos pueden verlas, no habrá problema con las monedas, ¿verdad? Vallan a escoger sus vestidos, niñas.
Fuimos hacia los percheros donde se asomaban vestidos blancos con detalles negros.
Después de probarnos demasiados, yo opté por uno strapple con un cinturón negro debajo del busto y la parte de abajo era corte A, tenía detalles de flores negras que lo hacían ver hermoso. Cat escogió uno bastante simple, era de tirantes y, de la cintura para arriba negro y lo de abajo blanco. Aunque, como siempre, ella lo hacía lucir perfecto.
Íbamos caminando por una calle transitada por muggles y alumnos de Beauxbatons.
-Eh, pelirroja -la voz de Jam... Potter sonó detrás de nosotras, los merodeadores lo empujaron hacia mi y, para mi sorpresa, Lyssander jaló del brazo a mi amiga y se la llevó con ellos.- yo, pues, toma.- me extendió una caja con forma de corazón roja.
-¿Es una broma, verdad? -los tomé y abrí la caja, habían chocolates.- ¿qué tiene? ¿Una poción para el mal aliento? ¿Son de testículos de dragón, a caso? -él negó efusivamente, completamente rojo.- lo siento, no entiendo.
-Te regalo chocolates, eso es cariño, ¿no? -al oír lo que dijo, sentí como sí me derritiera en ternura, no sabía nada de esto por lo que veo. Aún así, espanté la sonrisa tierna de mis labios y lo miré ceñuda.
-Escucha, Jame... Potter -le brillaron los ojos.- no se a qué juego estés jugando pero yo no quiero jugarlo, y déjame decirte que no voy a caer para que luego me dejes tirada como a cualquiera.- entonces me marché, después de pegarle los chocolates al pecho (no se sí se entienda).
-¡No intento jugar contigo, Heather! -gritó, ya que yo me había alejado bastante. Tendría que hablar con Lyssander, muy seriamente.
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El horrocrux perdido. (Estúpido Potter)
FanfictionLa tranquilidad reinó durante muchos años, relatando la vida de dos adolescentes que disfrutan esta tranquilidad y su extraña relación amor/odio. Heather Kervets, una bruja con familia de gran renombre, se debe enfrentar a un destino que ella no pid...