James.
La pelirroja me gustaba, de verdad. Ella no es un juego, nunca podría jugar con ella. La quiero. Pero ella no me creerá, aún así tengo esperanzas, nadie se resiste a mis encantos. Las de Beauxbatons buscaban coquetear conmigo pero no podía hacerlo, siento que es incorrecto, cuando lo intentaba, la imagen de mi pelirroja aparecía en mi mente y las rechazaba. Completamente raro.
-Sal conmigo, pelirroja -le dije, no, le supliqué a Heather un mes después de lo de los chocolates, en el comedor cuando cenábamos el banquete de Halloween, pegué las palmas de mis manos y adopté una expresión suplicante.- por favor.
Por un segundo ella sonrió con algo así como ternura y sus bellos ojos verdes brillaron, luego frunció el ceño.- No gracias, Potter.- se levantó y se dirigió a la puerta del comedor, pero no pasé por alto que sonreía. La miré hasta que se perdió de vista, me encantaba verla sonreír y sólo deseo hacerlo siempre.
-¿Te pasa algo? -preguntó Lyssander que se sentaba delante de mi, deje de "odiarlo" desde que me contó que mi pelirroja lo había terminado. Negué con la cabeza.- ¿probaste la planta verde de los muggles de nuevo, no? Ya sabes, con la que tenías alucinaciones, dijimos jamás volver a...
-No -lo interrumpí, eso que probamos fue por curiosidad, se llamaba «maría iguana» o algo así escuché que dijo el brujo que nos la vendió por 10 knuts.- no volví a hacerlo, fue horrible esa «maría iguana»
-¿Entonces por qué estás tan sonriente? Pareces retrasado mental -dijo risueño, bufé y el río más.- déjame pensar, ¿pelirroja de ojos verdes?
-MI pelirroja con ojos verdes MÍOS -corregí remarcando la primera y última palabra, Lyssander me miró entusiasmado y abrió la boca para decir algo.- no... -lo detuve y el cerró la boca, ofendido por haberlo callado.- ... aún no quiere, ni salir conmigo y parece que tampoco aceptar que se enamoró de mi desde que me conoció.- me quejé cruzándome de brazos con un puchero a lo que el rubio río.
-Esta asustada de sus propios sentimientos, ni admitirá lo que siente por su mismo temor, al menos tú aceptaste tu amor.
Aquella misma tarde, me metí a mi habitación (que comparto con los chicos), donde no había ni un alma. Saque de mi baúl el perro de oro, según dijo la directora, el que lo haya sacado de la arena sería el que haga la segunda prueba, me senté en el suelo. No encontraba la manera de abrirlo, «¡ábrete!» exclamé, pero no se abrió, alguien llamó a la puerta sobresaltándome.-pasa -dije con voz monótona, entonces vi una larga y lacia cabellera rojo fuego entrar, una bella chica me miraba desde el umbral con sus centelleantes ojos verdes. Rápidamente me paré y me golpeé la cabeza al hacerlo, su bella risa me llegó a los oídos como una melodía, mi cara se calentó demasiado y sonreí apenado pasando mi mano por la nuca.- eh... yo... hola.
Idiota.
-Hola -saludó como sí nada, aún con una sonrisa divertida en el rostro.- ¿necesitas ayuda? -asentí, aunque más bien quería estar con ella.
-Si, no logro descifrar esta cosa -pateé el estúpido perro, que se me cayó al pararme.- ¡Ay! -estúpido perro de oro. Heather se acercó con un deje de preocupación en el rostro.
-¿Estas bien, James? -James, James, James, amaba que me dijera James.- ¿James? -sonreí.
-Cada vez que dices 'James' tu labio inferior incita a que te besen -dije perdido, acercándome como un zombie, se alejó un paso, con la cara del mismo color que su cabello.
-Eh, si, Jam... Potter -sonreí.- déjame ver eso.- la miré horrorizado.
-¡Primero tendrás que invitarme a salir, atrevida! -se puso de un rojo brillante y hasta yo sentía el calor que la rodeaba. Me costó un segundo darme cuenta de que no se refería a eso y me apené mucho más.
-¡No, estúpido, el perro! -se lo pase, acalorado, tras susurrar un 'lo siento' y ella lo tomó, recuperando su color poco a poco.- mmm, mira aquí dice: «aboiement» eso es... ¡Ladrido, claro! -entonces, de ser una chica pasó a ser un beagle (perro) y ladró, era un ladrido muy tierno.
Deja de amarla y date cuenta de lo que pasa con esa cosa. Gracias, conciencia linda, ¿qué haría sin ti? Se te olvidaría pestañear.
Era cierto, al ver el perro, este se abrió y una voz extraña empezó a hablar:
Aquello que más amas en el fondo se encontrará
resguardado por tres etapas que deberás con éxito cruzar
Si en hora y media no lo logras
te aseguro que la perderás.
Aquello que más ames... Volteé a ver a Heather instintivamente (que ya era una chica), ella no se dió cuenta, avergonzado, volví a mirar al perro. En el fondo se encontrará, del agua, el lago. Debo cursar tres etapas en hora y media o perderé a aquello que más amo, wow, que sencillo, aguantar la respiración, ¡hora y media! ¡Heather debió hacerlo! Podía convertirse en tiburón o yo que se.
-Tienes que rescatar a lo que más ames o lo perderás, hay encantamientos sencillos para respirar bajo el agua, como la burbuja de aire -dijo luego de un rato de estar pensativa.- ¿sabes? La palabra burbuja es mi favorita, ¿has intentado decirlo cuando te enojas? ¡Se me hace imposible!
-Eres tan especial -exclamé mirándola maravillado, cuando dije eso pareció que apenas había reparado en mi, aún así, se vio halagada.
-Oh bueno, gracias. Nos vemos después ¿si? Estaré en mi habitación por sí necesitas algo más, puedo convertirme en lo que sea. Eh, adiós.
Sonreí cómo idiota, «nos vemos después ¿si?» tal vez a ella no le parecía nada, pero yo lo veo como una petición para vernos. Aunque posiblemente este haciéndome ilusiones. Lo que más amo...
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El horrocrux perdido. (Estúpido Potter)
FanfictionLa tranquilidad reinó durante muchos años, relatando la vida de dos adolescentes que disfrutan esta tranquilidad y su extraña relación amor/odio. Heather Kervets, una bruja con familia de gran renombre, se debe enfrentar a un destino que ella no pid...