Mimi y Ana siguieron su camino por el pasillo desierto de vuelta a la clase de inglés de Mamen juntas, sus manos entrelazadas y balanceándolas entre ellas. Ana pausó por un momento fuera del salón de clases con indecisión, el recuerdo de su dramática salida y sin aprobación regresaba a su mente.
-Sabes, -decía suavemente, dirigiéndose a los ojos verdes de Mimi. Ana soltaba a Mimi del agarre entre sus manos y elevaba la suya para frotar su ceja. -tal vez deberíamos sólo esperar a que acabe la clase y luego continuar con la siguiente.
Mimi le daba una mirada que le hacía saber a Ana rápidamente que no estaba de acuerdo con esa sugerencia.
-No lo creo, además Mamen quería que te trajese de vuelta para que puadiese hablar contigo.
-Eso es lo que me aterra. -informaba Ana mientras se volteaba a ver de nuevo a través de la pequeña ventana de vidrio que tenía la puerta en la parte superior.
-No está enojada. Creo que sólo está preocupada por ti, eso es todo. -Ana sonreía con las palabras pero la rubia sabía que todavía no le creía. -Ya, bueno, ¿qué es lo peor que te pueda hacer? -preguntaba Mimi. -Ya tienes una hora de estudio extra con ella todos los días luego de clases. No es como que te dará una detención... al menos que sea una el sábado... -su voz se desvanecía al darse cuenta de ello.
Ana suspiraba profundo antes de abrir la puerta del salón y tentativamente daba pasos dentro. En cuanto dio el primer paso dentro del salón, cada par de ojos presentes se dirigían en su dirección, observando a la chica con bastante interés antes de girarse de vuelta a Mamen quien se encontraba frente a todos, esperando por su respuesta al ver la llegada de Ana.
-Chicas, tomad asiento por favor. -indicaba Mamen, su tono de voz sonaba neutral y Ana sentía contraerse del dolor internamente al imaginarse lo decepcionada que su profesora favorita se sentiría en ese momento debido a sus acciones recientes.
Rápidamente tomaron asiento, Mimi cerraba la puerta detrás de ellas. Se sentaron, permanecieron en silencio por el resto de la clase mientras cada alumno seleccionado pasaba al frente a leer sus trabajos.
Ana, sintiéndose deprimida, apoyaba sus brazos doblados sobre el escritorio y descansaba su mentón encima de su brazo mientras observaba a cada narrador atentamente hacia el frente de la clase. Sentía una punzada involuntaria de envidia mientras observaba a cada estudiante ponerse en pie y casi sin esfuerzo comunicar su presentación.
Momento después, la envidia de Ana se convertía en un sentimiento familiar de frustración y odio a si misma el cual sentía muy habitualmente desde su accidente, su molestia se hacia notar y se manifestaba cuando con ansiedad comenzaba a morder la cutícula de su mano derecha. Mimi, quien había estado cuidando a Ana con la mirada desde que habían regresado a sus asientos, cerró el espacio entre sus asientos y tomó la mano de su novia firmemente con la suya, causando una atracción de la atención de Ana quien la observaba en sorpresa. Mimi movía su cabeza deliberadamente mientras tomaba la mano de la morena, rehusándose a dejar que el sufrimiento perdurara en Ana y silenciosamente hacía saberle que no estaba sola, mientras estuviese ella ahí eso no pasaría nunca.
Ana devolvía su atención de vuelta al frente de la clase y encontraba a Mamen estudiándola con la mirada desde el otro lado donde se encontraba. Sus ojos no demostraban ninguna pista de pensamiento o contemplaciones personales y Ana agachaba su mirada hacia su escritorio, avergonzada por su comportamiento anteriormente.
Finalmente, sonó la campana anunciando el final de la clase y mientras los demás estudiantes se levantaban de sus asientos y recogían sus cosas para irse, Ana escuchaba a Mamen llamarla desde su posición en el escritorio. -Ana, ¿me podrías esperar un minuto? -Ana permanecía sentada, su mirada se dirigía a la rubia quien se ponía en pie desde su asiento de una manera lenta incierta de que hacer luego.
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Guerras y Tribulaciones
FanfictionAdaptación de Trials and Tribulations. Todos los créditos van a su escritora.