La primera clase del día de Mimi era biología, y pasó sin incidentes relevantes y con toda honestidad, dolorosamente lenta. Mimi decidió sentarse en las sillas de la ultima fila de la clase, sus pensamientos consumidos por la interacción tempranera con Ana.
Siendo solo el primer día, la clase solo se basaba en la discusión de el establecimiento de las asignaciones, tareas y todo proyecto a entregar durante el año, nada de gran importancia.
Eso fue de gran ayuda para la rubia porque desde que había hablado con Ana, anteriormente esa mañana, parecía que la morena era el unico tema relevante en los pensamientos de Mimi. Recordaba cada detalle de sus vívidos ojos profundamente marrones y su contagiosa y prominente risa retumbando en su mente. El recuerdo de estos detalles le hacía saber que nunca se había sentido así antes por ninguna persona, nunca lo había experimentado antes y no estaba segura si estaba bien o mal al respecto.
Mimi se sentía intrigada por Ana de una manera que nadie antes lo había producido en ella. Su pura y simple existencia hizo que se planteara una colección de preguntas que Mimi estaría felizmente dispuesta a buscarles respuestas.
Solo había interactuado con la morena por diez minutos y ya sentía la necesidad de ella como un yonki espera su siguiente hit. Había algo sobre Ana que le sacudía su mundo interior. Era como si la chica se hubiese arrastrado debajo de su piel y decidido establecer su residencia permanente ahí mismo. Los sentimientos que Ana había alcanzado evocar en ella la cagaban de miedo por dentro pero al mismo tiempo se sentía llena de emoción, expectación y adrenalina todo al mismo tiempo.
Cuando la campana sonó anunciando el fin de la primera clase, Mimi recogió su mochila del suelo y guardó todos sus libros asignados en ella. Enérgicamente tiró su mochila sobre su hombro y comenzó su camino hacia la puerta, escapando del extraño y sofocante salón para ahora formar parte de la multitud de estudiantes que caminaban a través del pasillo en diversas direcciones.
Una vez fuera, Mimi no pudo evitar buscar dentro del mar de caras ese par de ojos que parecían permanentemente impresos en su cabeza. Sin embargo, una búsqueda fallida se decepcionó al no localizarlos cerca de la región, y rápidamente siguió su camino hacia homeroom, el instituto de Mimi tenía esta clase la cual era un aula en la que un grupo de estudiantes se reúne diariamente con el mismo maestro antes de dispersarse a otras clases.
Mimi tiró su mochila debajo del escritorio y se sentó, volteándose en un giro de 180° para ver de frente a Miriam y así poder platicar.
-Hola -dijo saludando a su amiga con una sonrisa- No sabía que tenías a Mamen como profesora igual que yo.
-Si- respondió Miriam felizmente- realmente no tuvimos tiempo por la mañana de comparar nuestros horarios.
-¿Sabes si Amaia está con Mamen también? -preguntó Mimi esperanzada.
-No, Amaia y Alfred están con Vicky
-Que putada. -respondió Mimi suspirando mientras echaba un vistazo al salón, asegurándose de que Mamen no había llegado a la clase todavía.
-Al menos nos tenemos ambas- respondió Miriam- pudo haber sido peor.
-Cierto -respondió Mimi- así que ¿cómo estuvo tu primera clase? ¿sucedió algo emocionante?
-No, -respondió sin ganas- Solo fue el típico primer día de clases y la misma rutina monótona, nada mas nada menos.
-¿Qué clase tuviste?
- Matemáticas
- jo... -respondió Mimi, preguntándose si plantear o no la siguiente pregunta que tenía en mente.
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Guerras y Tribulaciones
Fiksi PenggemarAdaptación de Trials and Tribulations. Todos los créditos van a su escritora.