Me he pasado con lo largo del capítulo pero es muy importante todo. Muchas gracias por seguir leyendo, besos!!!
-Entonces... -dijo, acercándose a Mimi por detrás y envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de su novia mientras estaba lavando los platos del desayuno en el fregadero de la cocina; Amaia, Miriam y Aitana habiéndose ido media hora antes para poder estar con sus familias y sus respectivas parejas, Mimi dejando caer grandes indirectas para que se fueran en cada oportunidad que tenía disponible.
-Por fin estamos solas ahora. -le recordó a su novia entrecortadamente, su boca presionada cerca de la oreja de ella, su barbilla apoyada contra el cuello de la chica más alta. -¿Qué vamos a hacer exactamente con esta valiosa oportunidad? -preguntó sugerentemente, elevando su ceja a pesar del hecho de que Mimi no podía apreciar el gesto.
-Tú vas a ir a coger tus cosas de arriba. -le dijo seriamente, continuando rascando uno de los platos del fregadero.
-Vale. -dijo, apretando la cintura de Mimi más firmemente, abrazándola más cerca, -y tú te unirás a mi allí arriba ¿cuándo exactamente? -preguntó, ni siquiera pretendiendo ser recatada.
Mimi se rió y se giró en los brazos de Ana para estar así su espalda apoyada contra el fregadero de detrás.
-No voy. -le informó, extendiendo su mano derecha que estaba aún cubierta de espuma del jabón del líquido de limpiar, depositándola en la punta de la nariz de ella con su dedo. -Voy a terminar de fregar y después te llevo fuera ¿recuerdas?
-¿Porqué ir fuera cuando nos podemos quedar? -le preguntó, una sonrisa malévola en su cara mientras se limpiaba la espuma de su nariz con la parte de atrás de su mano. -Puede pasar un tiempo antes de que podamos estar juntas solas de nuevo. Deberíamos sacar el máximo provecho.
-Has desarrollado una mente que solo piensa en una cosa desde que saliste del hospital. -comentó divertida, hundiendo su mano de nuevo en el fregadero de detrás rápidamente y transfiriéndole otra mano llena de espuma en la mejilla de Ana juguetonamente.
-¿Sólo pienso en una cosa? -interrogó riéndose, limpiándose su cara otra vez con la manga de su jersey. -¿Porqué tenías tanta prisa de echar a las otras de casa si solo me querías llevar fuera?
-No las he echado. -protestó a medias, sabiendo en el fondo que lo había hecho.
-No, claro que no. -respondió, aún riéndose ante el recuerdo. -Todas esas indirectas que seguías lanzando solo eran un amable recordatorio de que se estaba haciendo tarde y las informabas de la hora.
-Sólo estaba siento útil. -sonrió ampliamente.
-Estabas siendo obvia. -le dijo riéndose en respuesta ante la expresión complacida en la cara de su novia.
-Bueno, quería que todas se fueran. -compartió con ella sinceramente, encogiéndose de hombros mientras hablaba. -Quiero pasar el resto del día contigo y sólo contigo. ¿Está eso mal?
-No, -contestó moviendo su cabeza un poco de lado a lado. -No está mal. -dijo, sus manos deslizándose para apoyarse en el trasero de Mimi mientras se acercaba más y presionaba sus labios juntos más allá. -Es completamente lo opuesto de mal. -Continuo burlonamente mientras movía sus labios hacia ella lentamente, centímetro a centímetro.
Mimi contuvo su respiración un momento, desesperada por que conectara sus bocas, desperado por sentir la suave piel de su novia presionada contra la suya.
-Esto no es justo. -pronunció silenciosamente, sus ojos mirándole los labios atentamente cuando no se acercaban a ella.
Tragó saliva con fuerza mientras una de las manos de Ana iba a tientas hasta su cadera y se movía alrededor de la parte de delante de sus vaqueros, jugando con el botón ahí con picardía.
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Guerras y Tribulaciones
FanfictionAdaptación de Trials and Tribulations. Todos los créditos van a su escritora.