Capítulo 23. "Eres feliz"

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Mimi se hacia paso por el camino ahora tan familiar hacia la puerta principal de Ana, deteniéndose momentáneamente luego de que suene el timbre. Podía escuchar el sonido de pasos ruidosos que bajaban las escaleras ruidosamente, seguidos de un gran golpe y luego una maldición murmurada. Mimi hizo una mueca cuando lo escuchó y luego la puerta de entrada se abrió rápidamente, sacudiéndola ligeramente mientras una Ana de aspecto un poco nerviosa apareció en el otro lado.

-¿Problema? -preguntó Mimi divertida cuando Ana la hizo un gesto para que entrara a la casa con una ola. Estaba doblada en dos y sin aliento. Ana se puso de pie, apoyando ambas manos en sus rodillas para ayudar y cerró la puerta detrás de Mimi que ahora estaba en el pasillo.

-Casi me caía por las escaleras, -dijo Ana seriamente.- Toda mi vida apareció ante mis ojos... -levantó la mirada para observar a Mimi, que la veía con fascinación.- De nuevo. -añadió Ana después de un momento con una pequeña sonrisa en sus labios ante el horrible intento de broma.

-Aaaahhh, -dijo Mimi con una amplia sonrisa en su rostro.- Ahí está mi novia. -extendió la mano para tomar la de Ana y dijo: -Supongo que Aitana y tu encontraron la manera de intercambiar papeles ¿eh?

-Sí, -respondió con un brillo juguetón en sus ojos.- No quieres saber por lo que tuve que pasar para deshacerme de esa...presencia.

-¿Presencia?

Ana levantó la mano de Mimi para agitarla frente a ella con desdén.

-Digamos que consistió en beber una mezcla de sabor extremadamente extraño que ella creó.

-Sin embargo, no sé por qué, pero siento que a ti te gustó.

-Nunca dije que era horrible -reconoció.- Fue raro...puedo beber algo raro.

-¿Lo beberías de nuevo?

-Por supuesto. -contestó Ana mortalmente seria.

-Entonces ¿dónde está Aitana? -preguntó Mimi- Pensé que ella se estaba preparando aquí.

-Ella está arriba. -dijo Ana mientras se daba la vuelta para regresa a la parte inferior de las escaleras. Se aferró a la barandilla mientras llamaba a su amiga.

-¡Aitana! -gritó- ¡Mimi está aquí! ¡Vamos! -Mimi levantó una ceja a Ana mientras se dirigía hacia ella.

-Pareces diferente, -dijo ella tratando de poner su dedo en sus carnosos labios.- ¿Has tomado algo? -preguntó. Ana se tomó por la cintura de los pantalones de Mimi, acercándola más a ella y besándola en los labios a modo de saludo.

-No más de lo normal. -dijo cuando se separaron y le guiñó un ojo maliciosamente a Mimi mientras se abría paso por encima del perchero para recoger su chaqueta de cuero marrón.

-¿Cambiaron tus antidepresivos? -preguntó Mimi mientras Ana se encogía de hombros.

-No, -dijo Ana riendo mientras se sacaba el pelo de la parte de atrás y barría los largos mechones hacia un lado.- Estoy emocionada, eso es todo. -dijo honestamente cuando apareció Aitana. Mimi saludó desde donde estaba con un gesto de manos.

-¡Hola! -dijo Aitana devolviendo el gesto mientras comenzaba a bajar las escaleras.

-¿Ha estado así desde que os dejé después de clases? -Mimi le preguntó a Aitana señalando a Ana con su mano derecha.

-Bastante. Creo que podría tener algo que ver con todo el azúcar que puse en su bebida.

-Jo, vamos chicas. -protestó Ana.- ¡Esto va a ser divertido! Se me permite estar emocionada ¿verdad?

Guerras y TribulacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora