Capítulo 19. "Lo intentaré"

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-Banana. -llamaba a su atención mientras se sentaba detrás de ella durante la clase. -¿Podrías ir sólo... acercarte y hablarle? 

Ana negaba con la cabeza en respuesta, sus ojos fijados en un punto perdido sobre su escritorio para evitar las miradas que con frecuencia Mamen le lanzaba. Tenía su cuaderno abierto y hacía una muy buena actuación de pretender estar practicando su caligrafía en él, lo cual Mimi observaba que era casi ilegible por el temblor constante producido en la mano de Ana.

-Ana, deja de ser tan ridícula. -decía Aitana.- No es tan malo. -trataba de aliviar mientras la otra elevaba su mirada al escuchar el comentario de su amiga y le lanzaba una mirada llena de desacuerdo y desconfianza. Aitana volvía a mirar hacia la dirección de Mamen. Un moretón tornándose al rededor de su ojo derecha donde había recibido la bofetada de Ana.

-Ya bueno, vale... -comenzaba Aitana, pausando por un momento para quitarle el lápiz de la mano de Ana mientras esta continuaba intentando auto distraerse con su cuaderno. Ana dirigía su mirada a Aitana y la otra continuaba. -Si es tan malo pero...

-Aitana. -bufaba Miriam. -No es la gran cosa Ana.

-Ana no es tonta. Ese es un moretón terrible que se le ve mal hasta a Mamen...

-Fue un accidente -intercedía Miriam. -No es como si lo hizo a propósito.

-Yo no he dicho eso. -respondía defensiva.

-Sólo digo que...

-Joooo... chicas, -interrumpía la rubia del grupo, causando que ambas, Aitana y Miriam miraran a su dirección. Señalaba hacía el frente del salón donde Ana se aproximaba al escritorio de Mamen con tentación, mientras empuñaba la nota que la había escrito la noche anterior.

-Bien hecho, -Mimi decía riendo.

-Alaa, -decía una Aitana sorprendida al ver a Ana. -eso estuvo bastante cauteloso... ¿cómo coño lo ha hecho?

-Yo creo... -comentaba Miriam entre risas. -Que tiene que ver más el hecho de seas demasiado chillona a que Ana sea demasiado cautelosa.

-Da igual, al menos se ha acercado finalmente a ella.

Todas dirigían sus miradas a la interacción de Ana que ahora se encontraba frente al escritorio de Mamen. Se veía una Ana muy tímida; cruzaba sus manos por detrás de su espalda, la nota permanecía en su agarre. Mamen la observaba con mucho interés en su mirada, esperando por Ana a que hablase, así que Mamen esperaba pacientemente.

-Madre mía. -comentaba Aitana. -¿Se ha quedado muda? ¿Por qué no dice nada?

-Dale un minuto. -tranquilizaba Mimi. -Va a estar bien.

-De repente se me ha venido esta urgencia de ir hacia ella y darle un abrazo. Se ve tan pequeña y nerviosa. ¿De verdad le preocupa lo que dirá Mamen? -preguntaba Miriam, dirigiéndose a Mimi quien estudiaba muy de cerca a su novia desde donde se encontraba sentada.

-No. Sólo que se siente terrible por lo que ha pasado. Odia cuando en situaciones se le va la olla y pierde el control de sí misma. 

-Perdió el temperamento un día y golpeó a su hermano. -informaba Aitana.

-¿Joa? -interrogaba Miriam en sorpresa. -pero, si ella lo adora.

-Lo sé. -devolvía Aitana. -No era su intención, pero, Joa sólo se encontraba debajo de sus pies y su habla comenzaba a tornarse mal entonces, se frustró y bueno, lo golpeó. 

-¿Le pasó algo a Joaquín?

-Si, él estaba bien. Sólo un par de moretones... se recuperó pronto. Una vez él corrió hacía una puerta de vidrio en la casa de Ana y juro, que nunca en mi vida había visto un niño rebotar tan fuerte. Acabó tumbado en medio de la sala. -finalizaba Aitana.

Guerras y TribulacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora