Capítulo 52. "Tulipanes"

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Marcó el número de Ana y escuchó la melodía de su novia, su canción de tono sonando cerca y Mimi siguió el sonido de ella hasta el otro lado del edificio hasta el callejón. 

-¿Banana? -la llamó mientras daba un paso en el callejón. -¿Estás por aquí? -preguntó. 

-Estoy aquí. -le dijo de vuelta Ana y Mimi se puso de camino hasta la zona pobrementealumbrada. 

-Hola. -dijo vacilante cuando encontró que Ana estaba apoyada contra la pared delrestaurante, sus manos detrás de su espalda. 

-Hola. -contestó la morena sin encontrarse con la mirada de Mimi. 

-Siento si dije algo que te molestara. -se disculpó. -No quería hacerlo, pero prometo queme estaba refiriendo a Patricia, no a ti...por favor tienes que creerme.

-Te creo. -contestó alejándose de la pared. -Yo también lo siento. Sé que no estabashablando de mí. Estaba siendo estúpida sobreactuando.

-Vale, entonces ¿podemos volver dentro? -preguntó dando un paso aprensivo hacia ella.

-Me duele la cabeza. -le dijo Ana. -Simplemente necesito algo de aire fresco durante unminuto.

-Dijiste que tienes un dolor de cabeza porque yo te he estresado. -le recordó. -No Sara,sino yo. -estableció. -¿Qué querías decir con eso? -preguntó con interés. 

-Simplemente no entiendo lo que te ha pasado allí. -le dijo sinceramente. -Sara parecesimpática y tu actuaste verdaderamente fría con ella.

-Siento si he sido grosera con ella. Me disculparé si quieres que...

-¿Por qué estabas así? -cuestionó Ana. -Ella sólo preguntó por ti. Eso es todo.

-No quería que te dijera que estuvimos como saliendo. -contestó sinceramente la rubia. -Despuéslo hizo e incluso mencionó que tenía novia en aquel momento...no quería que pensaras mal demí.

-No lo hago. -la tranquilizó. 

-Quiero decir, sabía que estaba viendo a alguien pero aun así la besé de todos modos y no queríaperder tu confianza en mí. -Continuó a toda velocidad. -No quería que pensaras que teharía eso a ti...

-Todo el mundo comete errores Mimi. Yo he cometido más de los que deberíadurante estos últimos meses. -reconoció. -No te hace una mala persona, te hace humana.

-Nunca te engañaría. -le dijo Mimi. 

-Eso lo sé. -le aseguró. -Te creo.

-Me arrepiento de lo que hice con Sara. -compartió. -Sé que yo estaba técnicamentesoltera pero esa no era una muy buena excusa. Aun así la persuadí. Aun así la besé Ana, inclusocuando ella había dicho que no. -divulgó. -Yo no soy mejor que Patriciacuando lo piensas. -Dijofinalmente, expresando el verdadero nudo del problema. 

-¿Es de eso de lo que se trata? -preguntó Ana. 

-Soy como ella. -se dio cuenta Mimi. -La única diferencia es que mi novia se mantuvo fiel a mí.

-Tú no eres Patricia. -dijo amablemente Ana, dando un paso hacia adelante y acariciandotranquilizadoramente el brazo de Mimi. -No eres nada como ella.

-¿No estás escuchando lo que acabo de decir? -preguntó con las lágrimas agolpándose en susojos. -Soy exactamente como ella cariño.

-No, no lo eres. -dijo de nuevo la morena. 

-¿Por qué? -cuestionó. -¿Qué me hace diferente de ella?

-Yo... -empezó Ana, luchando porque se le ocurriera algo para decir. 

Guerras y TribulacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora