Esto se llama amor

Capitulo 45

Y llegó el día de mi cumpleaños...

Durante el día anterior mis viejos se encargaron de todo lo que necesitaba, exageraron bastante, ya que hasta decoraron el quincho con guirnaldas y esas cosas de cotillón...

Eran las 10 de la mañana cuando abrí los ojos ya que el sol me molestaba, debía aceptar que Julian había cambiado mi vida por completo, me desee feliz cumpleaños, y agarré mi celular.

Tenia varios mensajes de texto y también de whatsapp.

Msj de Juli:

Feliz cumple bombona, ojala pueda pasar el resto de tus cumpleaños con vos, te convertiste en una personita muy importante en mi vida, te adoro con mi alma.

Msj de Lola:

Feliz feliz feliz cumpleaños amiga miaaaaa!!! Sos esencial para mi vida, juntas a la par!!!

Msj de Jenny:

Feliz cumple Oriiii, me encanto conocerte, gracias por todos los momentos vividos, te quiero muchísimo!!

Msj de Peter:

Feliz cumple morochaaaa!!! Hoy hay jodaaaa!

Msj de Nicolás:

Feliz cumple hermosa!!!!

Fui leyendo y contestando cada mensaje, obviamente el más importante fue el de Julian, no veía la hora de tenerlo acá, para abrazarlo fuerte. La puerta de mi pieza se abrió y volví a tierra.

   -¡Feliz cumpleeeeeeee!- exclamó Titi con una bandeja en la mano.

   - Gracias mi amorrrrrr- le dije sentándome en la cama. Me entregó la bandeja con un desayuno exquisito. Y nos quedamos desayunando y riendo. Mi teléfono empezó a sonar, era Caro.

    - Hola

    - Hola mi amor, feliz cumpleee a mi chiquita especial-

    - Gracias Carito, te amo hermana

    - Y yo a vos hermosa, nos vemos más tarde, muchos besos

    - Dale, los espero, besos.

Fin de la conversación.

Corté y Titi ya había abandonado la pieza, me levante y me di una ducha, cuando me estaba cambiando mi celular volvió a sonar, esta vez, era Julian.

   - Holaaaa- le dije con una voz demasiada tierna.

   - Hola hermosa, feliz cumple

   - Gracias mi amor

   - Te amo Oriana

   - Y yo a vos, gracias por todo

   - Vas a pasar el mejor cumpleaños de tu vida

   - Hay Julian te quierooooo

   - Y yo a vos, me voy a levantar y a bañar, sabes

   - Dale mi amor, nos vemos más tarde

   - Si obvio, muchos besos

   - Muaaaaaa

Fin de la conversación.

Deje el celu cargando y baje. Cuando entre a la cocina mis viejos me abrazaron fuerte y me desearon todo lo bueno que un padre puede desearle a un hijo. Me llenaron de besos y pude observar que estaban felices, y emocionados al igual que yo. Mamá me entrego varias bolsas de cartón con ropa, zapatos y accesorios de regalo.

Cuando el sol se escondió, la casa ya estaba ordenada y preparada para recibir a todos. Lola fue la primera en llegar, y así fueron cayendo, Peter, Jenny, Maxi, Ángela, Cami, Delfina, Nicolás, Caro con Milena y mi cuñado. Estábamos todos en el quincho, hablaban todos a la vez y se me hacia difícil entenderlos, tocaron timbre y mi corazón se aceleró, solo faltaba Yol y Julian. Fui corriendo a la puerta principal y abrí, mi corazón se aceleró aún más cuando lo vi parado ahí con esa sonrisa ilegal y el pelo un poco más corto que de costumbre.

   - ¡Feliz cumpleee!- exclamó Yol. Nos abrazamos y me entregó una bolsa.

   - Gracias- le dije regalándole una sonrisa.

   - Bueno voy entrando ya conozco el camino al quincho- dijo codeando a Julian.

   - Si, pasen- dije nerviosa sin dejar de mirar a Juli. Cerré la puerta y Yol desapareció del living.

   - Feliz cumple bombona- me dijo Julian rompiendo el silencio. Me abrazó tan fuerte que pude sentir su corazón latir. Levantó mi mentón y nos miramos, acomodo mi pelo detrás de la oreja y nos sumergimos en un beso profundo, lleno de amor.

    - Gracias- le dije cuando despegamos nuestras bocas.

    - No sabia que comprarte porque tenés de todo, y cuando vi esto pensé que era justa para vos- me dijo entregándome una bolsita. La abrí y saque una cajita adentro había una pulsera muy delicada, parecía de plata, tenia unos dijes y cuando los observe detenidamente cada uno tenia un significado. Encontré una O, una J, y los otros tres dijes tenia tallados un corazón, una luna y un sol. Realmente era el regalo perfecto.

    - Me encanta, gracias- le dije mirándolo a los ojos con todo el amor del mundo. Ayudo a ponérmela en mi muñeca izquierda y nuevamente nos perdimos en un beso lleno de pasión y de amor.

Cuando fuimos al quincho tuve que presentarlo  a mi papá. Por suerte le cayó muy bien y durante la noche pude observarlos varias veces hablando de fútbol y otras cosas.

Las horas fueron pasando, minutos antes de las doce me cantaron el feliz cumpleaños y luego besos y abrazos de todos sellaron mi cumpleaños número 22.

Hubo karaoke y una barra donde nos preparaban diferentes tragos... Cerca de las cuatro de la mañana mis viejos, Caro, mi cuñado y Milena abandonaron el quincho.

Armamos una especie de boliche y se armó un descontrol, alcohol, besos, toqueteos y mucho baile. Cuando el sol empezó a asomarse, los chicos empezaron a irse menos Yol y Julian que ya habíamos arreglado que se quedaban a dormir. Nos despedimos de Peter y Jenny que fueron los últimos en irse y nos fuimos a dormir. Mamá sólo había puesto un colchón en la pieza de Titi, claramente Julian y yo solo ocuparíamos mi cama. Subimos los cuatro despacio y bastantes mareados, Titi y Yol se metieron rápidamente en la pieza al igual que nosotros.

   - ¿Y cómo la pasaste?- me preguntó Julian agarrándome de la cintura y tirando de mí hacía él.

  - Perfecto- le dije pasando mis brazos alrededor de su cuello.

  - ¿Te dije que me encanta tu culo?- preguntó divertido deslizando sus manos hacia él.

  - Si, me lo dijiste- respondí. El silencio se apoderó de toda la habitación. Nos besamos con pasión, y en un segundo nos encontrábamos en la cama, desnudos, tocando y besando cada parte de nuestro cuerpo, ya no necesitábamos preservativos porque había empezado a tomar las pastillas anticonceptivas, luego de un franeleo sin fin y de rogarle que entré en mi interior, los dos estallamos en un gemido lleno de pasión, nos movíamos juntos perfectamente y el placer era notorio, Julian estiro mis brazos hacia arriba y  entrelazamos nuestros dedos, entraba y salia cada vez más rápido y eso hacia que apreté muy fuerte sus manos, lo quería para mi, siempre. Luego de un rato acabamos y su cuerpo cayó arriba del mio, acomodo su cara en mi pecho y acariciándole la espalda nos dormimos.