Esto se llama amor

Capitulo 49

  - Hola mi amor- me dijo.

  - Hola osito lindo- le di un beso suave y fingí una sonrisa.

  - ¿Qué te pasa?- preguntó extrañado.

  - ¿viste que hoy me llamo Alejandra? Me propuso algo y todavía no logro entender nada- le dije sincera.

  - ¿Que te propuso Ori?- preguntó.

  - Quieren que vaya a Londres- le dije sin mirarlo a los ojos.

  - ¿A Londres?- preguntó.

  - Si, un productor me vio en una campaña que se vendió allá y quiere probarme- le dije sin aliento.

  - Es fuerte esto que me estas contando- me dijo mientras estacionaba el auto.

  - Si, lo sé- respondí.

Bajamos del auto, agarró mi mano y entramos al bar. Pedimos una cerveza y una picada.

  - ¿Que pensas?- preguntó rompiendo el silencio más incomodo de mi vida.

  - Es difícil, Londres es mi sueño, pero acá esta mi vida, mi familia, mis amistades y estas vos, que sos esencial para mi- le contesté mirándolo a los ojos.

  - Te entiendo mi amor, es muy difícil, me encantaría que cumplas tu sueño pero a la vez no podría soportar que estés lejos mio y eso sería de egoísta, porque estaría pensando en mi,  y no en vos y en tus sueños- me dijo agarrándome las manos y entrelazando mis dedos con los suyos.

  - Te amo tanto- le dije depositando un beso en sus manos.

  - Y yo a vos. Ahora vamos a comer ya habrá tiempo para hablar de todo esto- me dijo fingiendo una sonrisa al igual que yo.

Los días fueron pasando, hubo reuniones con Alejandra y mis viejos y otras reuniones con gente representante de Londres. También hubo tiempo para estar con Juli, hubo tiempo para hacer el amor, para mimarnos y para decidir que iba a hacer con esta propuesta, prácticamente pasaron tres semanas, y debía tener una respuesta inmediatamente.

Tuvimos una reunión clave donde di mi respuesta, ¿cual era? Acepte el viaje, acepte que me prueben pero con condiciones, si no estaba de acuerdo o me sentía incomoda me tomaría el primer avión para Argentina.

Y hoy lunes, ahora, sí, me encuentro arriba de un avión, sentada al lado de Alejandra que esta feliz por mi, oh, trato que mis lágrimas no me ganen, recordar la despedida con Julian es un gran dolor en mi pecho, tuvimos un fin de semana perfecto, aprovechamos cada segundo para amarnos, mimarnos, tocarnos y besarnos. Verlo ahí con mis viejos y Tiziana saludandome, alejándonos por tiempo indeterminado fue realmente cruel, un abrazo y un beso sin final.

Luego de un largo viaje llegamos a mi querido Londres, era perfecto. En el hotel con wifi se me hizo mas fácil poder hablar con mis viejos y con Julian para avisarles que ya estaba sana y salva pisando tierra.

Eran dos semanas de pruebas, de fotos, de campañas y  de desfiles, conocí gente muy importante que me calificaba en cada movimiento que yo hacia, cada vez que llegaba al hotel hablaba con Juli por skipe y le contaba como había estado mi día y él hacia lo mismo.

Pasaron las dos semanas y el presidente de la campaña publicitaria debía informarnos de mi futuro.