Capitulo 38

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La ruta provincial N• 2  y luego Pinamar nos esperaban..

Ya estábamos en la ruta y no parábamos de hablar.

    - Che Yol ¿cuántos años tiene Maxi?- le preguntó titi.

    - Si no me equivoco 19, tendrías que preguntarle a Julian- respondió.

    - Oriana le tenés que preguntar vos a Julian, no da que yo le pregunte- rezongo Tiziana.

    - Después le pregunto, ¿hace mucho son amigos Yol?- le pregunté, era un buen momento para sacarle información.

    - Si prácticamente una vida, los viejos de Maxi son amigos de mis viejos desde que eran adolescentes, imagínate.

    - Pero Maxi vive en La Plata ¿no?- preguntó titi.

    - Si, son de La Plata, querían que nosotros vivamos con ellos, pero como mi hermano siempre tuvo la idea de quedarse a vivir acá mi viejo decidió alquilar el departamento- respondió Yol.

No sabia que Julian quería vivir acá ni tampoco se me había pasado por la cabeza pensar que en algún momento se tendría que volver a su provincia. Fue un alivio que Yolanda allá contado eso, ¿por qué querrá vivir acá? Hablaría con él de esto mas tarde, pensé y decidí no interrogarla más. Mi celular empezó a sonar y eso hizo que volviera a tierra.

    - Atendé- le ordene a titi mientras le daba el teléfono.

    - Hola... soy titi... Si...ah bueno...okaa chauu.

     - ¿quién era?- pregunté.

    - Dice Julian que acá a 300 metros hay una estación de servicio que paremos porque se están meando- dijo titi riéndose.

  Julian iba adelante mio así que solo lo seguí. Paramos en la playa de estacionamiento de la estación de servicio y bajamos.

     - Tengo el culo dormido- dijo Peter acercándose a nosotras.

     - No queremos saber los detalles- agregó titi.

     - Me meo- dijo Julian mientras se acercaba a mí y abrazaba  con su brazo derecho mi cintura. Caminamos juntos hasta los baños. Una vez que todos estábamos listos volvimos a los autos, faltaba para llegar aproximadamente una hora. Subimos y arrancamos, esta vez era yo la que iba adelante y Julian me seguía. Rápidamente llegamos a la entrada de Pinamar desde allí debí prestarle mucha atención al GPS ya que era la primera vez que íbamos a la casa que había comprado mi viejo. Al cabo de media hora el GPS dio la señal que estábamos en el destino. La casa estaba ubicada a tres cuadras del gran centro de Pinamar y a dos cuadras de la playa. La zona tenia varias casas similares, un gran paredón con una puerta doble y un portón. Al abrir el portón, con el control automático que papá me había dado, entramos y era realmente una casa fascinante con una pileta gigante y mucho pasto.

Bajamos todos de los autos y Julian fue el primero en decir algo.

    - ¡Menos mal que traje la pelota!- exclamó alegre. Todos reímos. Titi tenía la llave de la puerta principal y el código de la alarma así que fue ella la primera en entrar, todos la seguimos.

Al cruzar la puerta principal por la izquierda nos encontrábamos con un living y por la derecha un comedor con una mesa gigante, también había una escalera de hierro con los escalones de madera. Pasando el comedor había una barra y luego la cocina, y por último un baño. En la planta alta había tres piezas y cada una tenia su respectivo baño. Lo que habrá gastado mi viejo en esta casa pensé por dentro.

    - Es hermosa la casa- dijo Jenny.

     - La verdad que sí- dijo titi.

    - ¿qué onda tu viejo vende droga?- preguntó Maxi riéndose.

    - Si- le contesté super sería.

    - Uh ¿posta boluda?- preguntó nervioso. Mire a Julian y no aguantaba más la risa.

    - No, es joda- le dije achicando los ojos y riendo.

    - Sos una guacha- me dijo Maxi y Julian largo la carcajada.

Eran cerca de la una de la tarde y estábamos hambrientos así que mientras Jenny y Peter preparaban algo de comer con lo que había mandado mi mamá, los demás nos encargamos de bajar  los bolsos. ¿Como íbamos a dormir? No tengo idea, supongo que eso se vería a la noche y cada uno iría cayendo en donde quiera.

Después de comer, y una vez que terminamos de almorzar, Titi, Lola, Maxi y Nicolás salieron a caminar por la zona, Peter y Jenny se quedaron jugando al pool, cabe aclarar que la mesa gigante del comedor también era un pool. Julian y yo éramos los más cansados ya que manejamos tres horas y medias y eso era agotador. Subimos y fuimos a una de las piezas.

    - Nunca vine a Pinamar- me dijo mientras se tiraba en la cama.

    - A mis viejos les gusta porque es tranquilo, ponele creo que nunca irían a Mar del Plata que las playas son un hormiguero- le dije mientras me sacaba las zapatillas.

    - Posta se llena de gente Mar del Plata, supongo que saliste del país ¿no?- me preguntó tímidamente.

    - ¿por qué supones?- le retruque.

    - Y porque creó que es obvio, se me hace que viajaste por todo el mundo- me respondió aún mas tímido.

     - Digamos que... maso menos- le dije acostándome al lado de él, enseguida pasó su brazo izquierdo por debajo de mi nuca y apoye mi cara en su hombro.

     - A Parana ¿fuiste?

     - Sabes que no.

     - ¡A sos una chanta!- exclamo y reímos.

    - Me tenes que llevar- le dije y deposite un beso en su cuello.

    - Obvio que te voy a llevar- respondió mientras se ponía de costado y me abrazaba.

    - ¿y a dónde más me vas a llevar?- pregunté.

     - Ah donde quieras, juntos siempre Ori- me dijo acercando su boca a la mía.

     - Te quiero- Murmuré  y eso fue lo ultimo que se escucho en la habitación ya que nos besamos intensamente, caricias, mariposas, besos en el cuello y nuevamente nuestras bocas se encontraban... y así nos dormimos, abrazados, juntos, siempre.

  

Esto se llama amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora