Capitulo 22

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  Teníamos una hora de viaje y presentía que la íbamos a pasar muy bien.

En el transcurso del viaje, Caro y mamá llamaron por teléfono para ver como estabamos, Tiziana fue la encargada de contestar las llamadas. Cuando llegamos tardamos unos 40 minutos en encontrar lugar para estacionar, realmente había mucha gente en el shopping. Cuando al fin estacioné bajamos y caminamos unos 200 metros hasta llegar a la puerta principal, observe la cara de felicidad de Jenny y se me dibujo una sonrisa en el rostro. No había tenido oportunidad de hablar con ella sobre su familia pero presentía que, al igual que yo, tenía una tristeza escondida. Tiziana hizo que volviera a tierra.

  - ¿trajiste la tarjeta de crédito no?- preguntó.

  - Si Titi- le respondí riendo.

  - uhhh agarrate Juli, estas deben ser re compradoras compulsivas.

  - Y eso que no sabes lo que hizo Ori cuando cumplió 15- retrucó Tiziana.

  - Tiziana- le grité.

  - ahora cuenten- ordenó Peter                                               -Cuando cumplí 15 mi viejo me hizo la extensión de la tarjeta, apenas me la dio me fui al centro y me compre de todo, cuando entro a un negocio y le doy la tarjeta para pagar la chica me dice que no tenía saldo suficiente para hacer la compra, lo llamo a mi papá quejándome de que la tarjeta no andaba. Cuando llego a mi casa con, sin exagerar, 70 bolsas de ropa y zapatos mi viejo me estaba esperando afuera, pago el remis y me ayudo a entrar las bolsas, cerro la puerta y me re cago a pedo porque había gastado los 5000 mil pesos de saldo que tenia en la en un día, bueno me la sacó y me la devolvió hace dos años maso menos, obvio que nunca más me zarpe tanto comprando- termine mi historia.

  - ¡No te puedo creer, yo te mato Oriana!-  exclamó Peter.

  - Sos única- me dijo Julian riéndose.

  - Envidia de la sana Ori- dijo la colorada sonriendo.

  - También hizo otras cosas pero no tan zarpadas como esa vez- agregó Titi. Todos rieron y yo me mordí el labio inferior y puse los ojos en blanco.

Seguimos caminando, mirando vidrieras, Con Julian vivíamos cruzando miradas y sonrisas, de vez en cuando me agarraba del hombro, más que nada cuando parábamos a mirar alguna vidriera.

Cuando llegamos a Nike Tiziana entró directamente. Todos la seguimos. Nos fuimos separando, Titi se fue con Jenny y Peter a ver las zapatillas, Julian y yo fuimos a la parte de ropa.

  - ¡Mira que buena esa campera!- exclamó. Era una campera negra de algodón con cierre, muy canchera.

  - ¿por qué no te la probas?- le pregunté.

  - No traje mucha plata Ori- respondió.

  - No importa yo la pago con la tarjeta, está buenisima y no creo que en el Nike de La Plata esté- le dije mientras la sacaba de la percha y la examinaba.

  - No Ori, posta...- me dijo tímidamente y no lo deje terminar de hablar que lo agarre de la mano y lo lleve a los probadores. Abrí uno  y le di la campera.

  - Ponetela- le ordené. Él me obedeció, se saco la que tenia puesta y se la puso.

  - ¿ cómo me queda?- me preguntó estirando los brazos y acomodándose. Agarre las extremidades de la campera y le subí el cierre, le acomode los hombros y le respondí.

  - Perfecta, es justo para vos y la vamos a comprar-

  - Sos cabeza dura Oriana- me dijo mientras me agarraba de la cintura y me acercaba hacía él. -Sos hermosa Ori, no puedo dejar de mirarte- agregó. Me acerque un poco más a él y le dije:

  - Cuando estoy con vos me olvido del mundo Julian- Apenas termine de decir eso y él no dudo en besarme yo le respondí el beso enseguida, fue corto y dulce, muy dulce.

  - Sacatela y vamos a seguir mirando- le dije apoyando mi frente contra la suya.

Salimos del probador y los chicos nos estaban buscando.

  - Titi esta haciendo la cola para pagar, se agarro unas zapatillas- me dijo Jenny.

  - Si me imagine es loca por las zapatillas- le conteste poniendo los ojos en blanco.

Fuimos hacia la fila, me quedé pensando y rompí el silencio.

  - Ustedes si quieren comprarse algo yo lo pago con la tarjeta- les dije a los chicos, mirando a Jenny y a Peter. Los dos asintieron. Pague las zapatillas de titi y la campera de Julian y salimos. Cuando mire la hora eran casi las cinco realmente la  hora  en un shopping se pasa volando. Seguimos paseando. Jenny se compro una carcasa para su celular y Peter nada, me daba la impresión que era bastante pijotero, todo lo contrario de nosotras. Tiziana también se compro una carcasa y otras boludeces.

  - ¡tengo hambre!- exclamé mientras íbamos caminando.

  - Podemos tomar algo ahí- señaló Juli el starkburcks que estaba a unos pasos de nosotros.

  - Muy buena idea, vamos- dijo Tiziana, al parecer no era la única hambrienta.

Entramos y los cinco nos sentamos en unos sillones. Peter y Jenny se sentaron en sillones separados y nosotros tres nos sentamos en el sillón de tres cuerpos, nuevamente, como anoche mientras cenábamos, Julian quedo entre nosotras dos.

  - ¿por qué siempre me toca sentarme entre ustedes dos?- preguntó gracioso.

  - Porque somos las mejores- respondió titi riéndose y haciéndose la importante.

  - Y las mas lindas- agregó Juli mirándome y sonriendo, hizo que me derrita con esa sonrisa perfecta.

Tomamos unos batidos, Julian y titi de chocolate, la colo y yo de dulce de leche, Peter no quiso tomar nada. Cuando la moza nos trajo la cuenta Julian la agarro y saco la plata.

  - Yo las invito- dijo tímidamente y le entregó dela plata. Nos levantamos y salimos, eran las seis y cuarto así que decidimos irnos ya que teníamos una hora de viaje y ni hablar de que mañana era lunes.

Cuando salimos de la cafetería Julian me agarró de la mano, le acaricie con mi pulgar la palma de su mano y caminamos juntos de la mano hasta el auto.

Esto se llama amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora