Capitulo 32

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... - Voy a buscar a los chicos, ahora vengo.

Subí al auto y fui en busca de todos... Obviamente primero fui a buscar a Julian y después a los demás. El viaje fue tranquilo. Cuando llegamos a mi casa entramos y estaba mamá en el living,  no me quedaba otra que presentarlos. Mientras la iban saludando les iba diciendo los nombres, cuando llegamos a Julian mi corazón se aceleró. Todos la abrazaron y mi mamá con toda su buena onda les dijo:

   - Tengo unos Panqueques rellenos así que cuando tengan hambre me avisan y les preparo un rico almuerzo-

Todos asentimos y agregué:

   - Bueno ma, gracias, vamos para el patio-

Nos fuimos al patio, le di a Jenny la malla  y se fue al baño a cambiarse, sin problemas salio en bikini mostrando su lindo cuerpo, yo seguía con el short y la remera. Después acompañe a Juli al baño y lo espere afuera. Cuando salió me agarró de la cintura  me metió en el baño y cerro la puerta.

   - Te extrañé- me dijo mientras me abrazaba.

   - Yo también- le dije apoyando mi cara en su hombro. Sentí que me abrazó mas fuerte.

    - Te quiero Ori- mi corazón dejo de latir, ¿me quiere? Que difícil se me hace todo esto, hace mucho que no tenia una "relación" con un chico y menos uno como Julian que debería ser ilegal. No me salia el habla así que decidí besarlo. Fue un beso profundo, largo y sentí algo que, no, no podría ser ¿me estoy enamorando? No.

    - Hey Ori...

    - Te quiero Juli- mierda. ¿Yo dije eso? Si si lo quiero.  Y nuevamente nos volvimos a besar.  Golpearon la puerta y eso hizo que nos separemos.

     - Ocupado- dije. Por el golpe me di cuenta que era mi vieja.

     - Ori soy mamá me voy a la pelu- me dijo gritando.

     - Bueno... ma... chau- le respondí mientras Julian me daba besos por toda la cara y me hacia reír.

Abrí la puerta y no había nadie.

   - Vamos- le ordene, lo agarre de la mano y salimos. Pasamos al quincho y después salimos al patio. Peter, Nicolás y Jenny ya estaban adentro de la pileta con Paloma. Yo me senté en una reposera, titi estaba en el borde de la pileta salpicando a los chicos, cabe destacar que estaba completamente seca. Julian me miro y puso una cara bien de pícaro.

   - Cuidado titi - le dijo agarrándola y amagando que la tiraba.

   - Ni se te ocurra que estoy seca, no Julian- le dijo gritando.

   - Pero si son las tres de la tarde tenés tiempo de secarte- le respondió agarrándola a upa.

   - No Julian- y no termino de gritar que la tiro. Todos reímos inclusive titi. Julian se quedo parado en el borde de la pileta riéndose y como me estaba dando la espalda no tuve mejor idea que empujarlo. Calló a la pileta y cuando salio juro venganza. De un salto subió por el borde de la pileta y por Dios,se le marcaron todos los músculos, se acerco a mi y me dijo:

    - Te doy la oportunidad de que te saques la ropa, sino te tiro así.

    - No, yo me tiro- le respondí riendo.

   - Yo te tiro- me dijo serio. Mientras me iba sacando la ropa.

  - No juli, perdón fue un impulso no quise tirarte- le dije divertida. Y sin contestar me agarro de las rodillas y me alzó, se paro en el borde y se tiro. Caímos los dos hasta el fondo de la pileta, cuando subimos no paramos de reírnos y salpicarnos, Tiziana se sumo y nos tirábamos arriba de Julian para hundirlo pero no lo lográbamos.  Pasamos toda la tarde en la pileta, mamá se acercó varias a veces al quincho, para traernos comida y gaseosa. Pude observar su mirada varias veces y no la veía tan relajada desde hace tiempo y obviamente que era por mi felicidad.

Cuando se hizo de noche el calor seguía así que nos quedamos en el quincho. Paloma y Nicolás se habían ido. Titi y Julian jugaban al ping-pong, Peter era el arbitro, Jenny y yo estábamos sentadas en las reposeras hablando de la noche anterior. Sonó el teléfono de Julian que estaba arriba de la mesa.

   - Ori ¿te fijas? Es un mensaje- me dijo sin dejar de jugar.

   - Si- le respondí y lo agarré. - Es tu hermana ¿lo leo?- pregunté.

   - Si- me dijo.

   - Dice: ¿dónde estás? Voy a salir a bailar con las chicas de la facu, ¿nos podemos juntar acá?

   - Preguntale cuantas son y a que hora se irían y ponele que estoy en tu casa- puse lo que me dijo y enseguida contesto.

   - Puso: Somos ocho, no se a que hora nos vamos. Dale Juli porfa.

   - Que pendeja pesada, no le pongas nada- me dijo acercándose a mi y sentándose en el lugar de Jenny ya que ahora le tocaba a ella jugar con titi. Acercó la reposera hasta chocarla con la mía. Le di el celular y empezamos a hablar.

  - ¿No le vas a contestar?- le pregunté.

   - No tengo ganas de bancarme ocho pendejas hasta no se que hora-

   - Quedate acá, Jenny se queda a dormir, te hacemos un lugar- le dije acariciándole el pelo, logre dibujarle una sonrisa.

   - Pero ¿que onda? tu vieja es re copada pero ¿tu viejo?- me preguntó tímidamente.

   - Mi viejo se fue a un congreso, vuelve el martes. Igual si estuviese mi viejo tampoco habría problema,  no son chapados a la antigua- le conteste y reímos los dos.

   - ¿vos decís que la deje?

   - Y si, mañana cuando veas el estado del departamento te vas a dar cuenta si podes confiar en ella o no.

   - Tenés razón- me dijo sonriendo.

Le mando un mensaje dándole el permiso para que se juntara y le aviso que él iba a quedarse en casa.

Cenamos todos juntos incluyendo titi que no paraba de reírse con las boludeces que hacían y decían Peter y Julian. Tipo una de la madrugada  llevamos a titi a la casa de Ines ya que iban a salir, pasamos por la heladería y para no ser menos Peter también se unió a nuestro pijama parte.

Estábamos los cuatro en mi pieza tirados en el piso comiendo helado, escuchando música y Jenny exclamó:

   - ¡vamos a jugar a verdad o consecuencia!

  

  

  

   

   

  

   

Esto se llama amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora