¿Amor?

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Pov poché

-pero también a ti te gusta molestarlo -me hablo en el oído, sentir su aliento cálido cerca de mi cuello me provoca calor, me separe un poco de ella para mirarla, me sonrió m, mire sus labios, carnosos y deseables, seguí mi mirada hacia arriba, su nariz algo afilada que le daba su rostro un tono de seriedad, pero que cuando sonreía la hacía verse dulce y ese par de ojos esmeralda que tenía, los cuales me miraban con un hipnotizante brillo, me gusta como me miraba, me miraba con amor, esa mujer de verdad me amaba, entonces, porque yo no podía hacerlo? Otra vez las malditas dudas me carcomían, me gritaban en mi cabeza , pero no quise prestarles atención, me acerqué y la besé, cerré mis ojos, le di un dulce beso y me separé a mirarla, cuando la mire ya no era paula sino la chica de ojos azules de cual dije que ya no recordaría, no pude evitarlo pero algo dentro de mi se encendió, tomé su cara y la besé con pasión, jugaba con su boca, mi lengua se mezclaba con la suya en una batalla ardorosa de la cual yo quería salir vencedora, sentí que me faltó el aire y me separé, en mi mente formo un único nombre "Daniela" y cuando separé mis labios de los suyos abrí los ojos para verla, me percaté que esos ojos azules en realidad eran verdes y que su dueña me miraba aun respirando agitadamente, sonrió algo picara, yo la mire, estaba desconcertada por el acto anterior pero de todas formas sonreí
-uyyy mi amor, y ese beso? -me preguntó pau regalándome un cálido abrazo
-jejeje no sé amor, creo que me falta pasar tiempo contigo -la abrace también, cerré los ojos, besé su cabeza, odiaba mentirle, pero ni modo que le dijera que la había besado pensando en otra mujer
-bueno mi vida, ya pasaremos más tiempo en nuestra luna de miel, ya falta poco -me dijo sonriendo y me dio un beso corto, suspire, ella se soltó de mi agarre
-qué pasa amor? Parece que no te agradará la idea -me dijo con cara de confusión
-no amor, no es eso, solo que estoy algo cansada con todo el trabajo que tengo que dejar listo para poder irnos tranquilas -le dije rápidamente, wow poché ya van dos mentirás y seguidas, solo sé que está vida junto a paula esta compuesta por mentiras de mi parte
-segura? -me dijo mirándome directamente a los ojos, solo le sonreí y asentí, aunque muy dentro de mi sabía que todo era una mentira
-ok amor, vamos a entrar a la casa, mi mamá nos está esperando para cenar -me jalo de la mano y la seguí aunque no tenía ganas de estar ahí
Entramos y su mamá me recibió como siempre, con un beso en la mejilla y una sonrisa, nos sentamos a cenar y hablábamos, bueno, ellas hablaban, yo nada más balbuceaba un si o un no, ambas notaron que yo estaba distraída
-amor? -me dijo paula tocando mi hombro para que le prestara atención
-perdón mi amor, que me decías? -le dije intentando colocar mis 5 sentidos en su presencia
-te decía que el sábado iré por el vestido a la capital -me dijo mirándome fijamente
-puff justo el día que puedo pasarlo completamente contigo, y cuando te vas? -le dije tomando su mano
-pasado mañana, ósea viernes en la tarde, pero más seguro que el sábado por la noche ya esté aquí -dijo dedicándome una sonrisa y mirando a su mamá
-como me encantaría acompañarte, pero aun tengo mucho trabajo que resolver -le dije haciéndole un puchero triste
-no te preocupes mi amor, trataré de regresar lo más pronto posible -se acercó y beso mi mejilla, yo me sonroje y su mamá sonrió, aun no lograba acostumbrarme de que su mamá nos mirara como si nada, me sentía un poco incómoda y Paula lo sabía por eso me besaba la mejilla.
Seguimos hablando por un buen rato, mire mi reloj y vi que ya era tarde, me despedí de ambas y me fui a mi casa aun pensando en porque al besar a paula se me vino la imagen de Daniela y porque al decir su nombre pensaba en mi esposa, llegue y me acosté sin poder dormir, con la imagen de esas tres mujeres rondándome en la cabeza me quede dormida.
Desperté de madrugada en mi cama, me restregué las manos sintiendo algo entre mis dedos, la luz de la luna que se colaba por la ventana hacia relucir mi anillo de matrimonio, lo mire y lo toque, "que extraño, yo recuerdo haberlo dejado en el ataúd de mi esp..." no legré terminar de formular esa frase en mi mente cuando oí una suave respiración a mi lado, " no, no puede ser cierto", me volteé lentamente a mirar a quien le pertenecía esa respiración y quien era la que estaba durmiendo conmigo, estaba cubierta con una sábana, le cubría la mayoría parte de su cuerpo y estaba dándome la espalda, su cabello negro bajando por media espalda, acerqué mi mano lentamente, tomé parte de su sedoso cabello, no podía ser cierto, era Daniela! Mi Daniela! Mi esposa, me abrace a ella inmediatamente
-amor, amor, regresaste, mi vida, te amo, te amo, te amo, amor háblame, dime qué todo fue un sueño y que tú nunca te has ido! -le dije rápidamente y en tono desesperado, aun aferrada a su espalda, su aroma embriagándome, me llenaba de vida, mis lágrimas saliendo con fuerza, pero ella no hacía caso a mis súplicas, no volteaba
-mi amor? -me incorpore un poco y la volteé hacia mi y de repente las paredes se comenzaron a mover como si me hubiera cambiado la escena, ahora estaba de pie, ya no estaba mi recámara, si no en la sala, volteé y estaba mucha gente vestida de negro, yo también, en mi mano había una rosa roja, volteé a ver al frente y veía un ataúd, el mismo ataúd de mi esposa, lo abrí con desesperación...

😍😍😍😍😍

LA LUZ QUE IRRADIA UN MILAGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora