Mamá!!

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Pov Calle

-y solo tú puedes hacerla feliz, hazla feliz - abrí los ojos como platos ante tal petición, mi reacción fue soltar sus manos, movimiento que ella no me permitio hacer, y mi corazón latió con fuerza, ¿hacerla feliz? ¡Eso era lo que mas quería!, Si por eso me aleje de ella, ¿ahora Paula me pedía que la hiciera feliz? No sabía que decir, la mire y aun me miraba esperando mi respuesta, nos conocíamos perfectamente y ella sabia que en ese momento yo tenia una gran pelea entre mis pensamientos hasta que logre formular una pequeña pregunta, pero que era el motivo principal de yo no estar con poché

-Pero ¿y tú? -la mire y le di un suave apretón a sus manos, a pesar de todo era mi amiga

-¿Yo? -me sonrió con tristeza y sus lagrimas volvieron a aparecer

-yo buscare a quien me ame de verdad, quien de verdad sienta amor por mi y sienta felicidad conmigo, para ofrecerle todo lo que tengo dentro de mí, entregarle todo a alguien que lo corresponda -soltó mis manos para limpiar sus lagrimas y dio un fuerte suspiro, miro hacia la ventana...yo no sabía que decir en esos momentos, ¡Paula me estaba regresando mi felicidad! Me estaba dando la oportunidad de componer las cosas y volver a ser feliz, pero me sentía mal por ella, además... ¿cómo íbamos a arreglar todo aquello que estaba mal? ¿Cómo haríamos para cambiar lo que estaba a punto de suceder? ¿Cómo parar de nuevo los preparativos de su boda? ¿Cómo regresaría a los brazos de Poché? Esas ideas y más me pasaban por la mente, a pesar de que estaba feliz mi felicidad no era total, no sabia como recuperarla, tenia miedo a que ya no volviera y mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Paula

-Quita esa cara...yo te ayudare a resolver todo esto -levante mi vista y la mire, ella sacaba un cigarrillo y lo encendía ¿desde cuándo fumaba?, no recordaba que lo hiciera

-¿Como sabes que pensaba en eso? No sabía que fumabas... -le dije, ella sonrió y al hacerlo soltó una bocanada de humo

-Te conozco bien...tú no has cambiado nada y nosotros si...y si, fumo, a veces el humo te ayuda a disipar las cosas que te rondan en la cabeza y si no las ocultan...pero olvida eso...como te decía te ayudare que las cosas se acomoden como debe ser, presta atención... - me dijo Y así creamos un plan, en el cual yo me presentaría a la boda por ella, pero antes había otras cuestiones que tratar

Mi primer paso era decirle a mi padre que necesitaba vacaciones, lo cual no chisto y me facilito, todo, en realidad estaba con Paula planeándolo todo, a veces me sorprendía la mente fría con la que hacia las cosas, a la siguiente semana me llevo a mi hija y de la manera más natural del mundo le dijo que yo era su madre, mi hija le costó un poco asimilarlo, me miraba con un poco de recelo, su carita llena de duda me partió el corazón, vi como bajaba la mirada y de repente la levanto y me miro sonriente, lo cual me hizo sonreír a mi también y corrió a mis brazos y me dijo la palabra más hermosa que yo había escuchado en el mundo: "mamá".

Después de eso Paula y yo, le pedimos que no le dijera nada a Poché, que era una sorpresa para ella, mi hija se puso muy contenta, yo me la pasaba de lo mejor con mi hija, que todos los días le veía cuando Poché pensaba que estaba con Paula, se que ella se estaba preparando para alejarse, para desprenderse de todo y de todos.

La siguiente semana fue la más dura, Paula me llevo a un sitio que tenía tantas ganas de ir, pero a la vez quería que todo se quedara así: mi casa, la casa de mis verdaderos padres, ¿la excusa? Ir a dejar a mi hija a casa de sus abuelos, entramos nerviosas, Paula dejo a mi hija y me presento a mí como su amiga, cuando mi mamá estrecho mi mano, quise abrazarla, sentí una fuerte corriente en mi cuerpo y tuve que tragarme las ganas de llorar, tuve que aguantarme tantos sentimientos encontrados, cuando vi a mi padre fue el sentimiento más fuerte, ellos habían envejecido demasiado, tal vez quizás por la pena, por el dolor de perder a su hija, no lo sé, pero habían cambiado demasiado, nos indicaron que nos sentáramos, observe que a Paula la trataban casi como su hija, vi que a mi hija la adoraban, llego Juliana, mi hermana, en cuanto vio a mi hija corrió a abrazarla y se la llevo al jardín, cuanto había crecido mi enana, ya era una joven, un poco más chica que Mario, aparentemente yo le llevaba unos tres o 4 años.

Mi madre nos ofreció algo de tomar, a lo cual yo me negué, puesto que tenía el estomago revuelto, Paula le acepto un café, mi mama se levanto a prepararlo y mi papa platicaba a gusto con Paula, mi madre llego con el café y le pregunto a Paula a que se debía la visita que les hacia porque con eso de la boda no tenía tiempo, Paula sonrió y le dijo que quería presentarles a alguien:

-Les presento a la señorita Maria Jose Garces, ella es colaboradora de Poché e hija del presidente de la empresa donde labora Poché -yo aturdida asentí y mi mama volteo a verme con interés, sabia que me estaba examinando, esa mirada la conocía perfectamente

-Mucho gusto señorita, así que usted trabaja con Poché -volví a asentir, ante la mirada inquisidora de mis padres

-¿a que le debemos la visita? -yo sentía que me iba a dar un colapso de los nervios que tenia, y claramente mis padres lo notaron

-¿se siente bien señorita? -ahora me miraban con preocupación, no sabia que decir, no sabia que hacer

-Sí, si no es nada mamá -me di cuenta que me había equivocado, no sabia que hacer para remediar mi metida de pata...

7/10

Que creen que haga calle para remediar su metida de pata? Será que les dice la verdad?

Gracias por todo el amor que transmiten por ese fanfic, los amooo

LA LUZ QUE IRRADIA UN MILAGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora